SIEMPRE HAY UN PLAN B
SIEMPRE HAY UN PLAN B Una de las mayores fuentes de angustia y desesperación es la sensación de que solo puede haber una respuesta a los grandes problemas que enfrentamos: un trabajo ideal, un amante ideal, un estilo de vida ideal... Pero debemos considerar que siempre hay justo debajo. la superficie, un plan B disponible. Entrenar nuestro músculo mental del “Plan B” expande enormemente nuestro sentido de seguridad y espontaneidad. Crecemos con un fuerte apego al hecho de que existe un plan A con esta idea de cómo será nuestra vida y qué debemos poner en marcha para lograr estos objetivos bien definidos. Por ejemplo, haremos un máster en derecho y nos mudaremos a París para incorporarnos a un despacho de abogados, seremos propietarios a los 30 y crearemos una familia. O haremos 5 años de escuela de negocios, nos mudaremos al extranjero como expatriados en una multinacional para que podamos dejar de trabajar a los 50. O bien, nos casaremos y criaremos dos hijos en el campo y harem