APRENDE EL DEBER DE RECUPERAR LA FELICIDAD
¿Puedes creer que el ‘yo’ propio ocupa el último lugar de la expresión de afecto que somos capaces de dar? Vivimos postergando, para nosotros mismos, las gratificaciones que merecemos y nos decimos: ‘Algún día lo voy a hacer’, pero ese día no suele llegar. El concepto de "deber hacia los demás" es la más cruel y engañosa manera, mediante la cual nos negamos la felicidad. Igual que nuestras costumbres peculiares de tomar decisiones y hacer promesas, los mosaicos que bloquean la felicidad están muy elaborados y son muy personales. Formados por malos hábitos, estos secuestradores de almas se caracterizan por cambiar de identidad en cuanto los reconocemos y aunque traten de esconderse, indaguemos donde están. Hagamos un listado, a ver que os parece: Querer lo que no se tiene No querer lo que se tiene Ver el mundo como un lugar hostil Creer que la vida es muy difícil Depender excesivamente de los acontecimientos externos para iniciar cambios C