Aprende a tomar decisiones importantes.
Cuando se trata de tomar una gran decisión, ¿cuantos de nosotr@s vacilamos, cuestionamos nuestra intuición o nos sentimos ansios@s por haber tomado la decisión equivocada de alguna manera? En lugar de mirar hacia afuera en busca de tranquilidad, deberíamos intentar mirar hacia dentro.
El día a día está lleno de opciones. Un estudio sobre la toma de decisiones realizado por investigadores de la Universidad Cornell de Nueva York descubrió que tomamos 226 decisiones cada día, ¡y eso solo involucra la comida! Algunas veces, todas estas opciones parecen inundarnos, causándonos poca o ninguna consternación. Sin embargo, en otras ocasiones, tener que tomar una decisión puede resultar abrumador. Recuerda cuando compraste tu primera casa. Puedes haber examinado alrededor de 20 o más casas posibles, cada vez sopesando los pros y los contras prácticos de cada una, asegurándose de que estuviera dentro de los parámetros de presupuesto, ubicación y practicidad. Hasta que, por supuesto, pones un pie dentro de la entrada de lo que ahora es tu hogar e igual tomaste la decisión de comprarlo en segundos, simplemente te sentiste bien. Esto se debe a que las decisiones se toman de dos formas muy distintas: mediante la recopilación y evaluación de información: hechos, o mediante la intuición.
Pero, ¿qué sucede cuando tomar una decisión no parece ni instintivo ni claro, incluso después de haber evaluado toda la información disponible? Elegir pasar de algo, aceptar un nuevo trabajo, comenzar o terminar una relación, las grandes decisiones, a veces puede ser tan abrumador, confuso y atemorizante que terminamos por no tener nada en absoluto. Cuando se trata de cosas importantes, ¿cómo podemos enseñarnos a nosotr@s mism@s a tomar nuestras decisiones con confianza?
Para la mayoría de nosotr@s, cuando nuestra fe en nuestra propia toma de decisiones disminuye, nuestra estrategia de referencia es recopilar opiniones: pedimos a los demás sus pensamientos y consejos y los colocamos junto con una predicción de cómo podrían ser las cosas en el futuro. . El problema es que, si bien algunas o todas estas opiniones pueden ser válidas / verdaderas / tener nuestros mejores intereses en el corazón puede aumentar la gama de opciones a las que nos enfrentamos, lo que a veces nos aleja aún más de tomar una decisión correcta. para nosotr@s. Luego está nuestro miedo al juicio. Si nos preocupamos demasiado por lo que piensan los demás, vacilamos incluso cuando estamos segur@s de la decisión que queremos tomar. Usamos las opiniones de otras personas como un escudo, quitándonos el poder a nosotr@s mism@s para evitar que se considere que estamos tomando la decisión "incorrecta". Como era de esperar, tomar una decisión se convierte abrumador y confuso.
Algo muy importante en la toma de decisiones no es tomar la decisión, sino hacer las preguntas correctas”, dice Eckart Tolle, autor de El poder del ahora . "Esto puede generar lo que necesita para tomar una decisión". Tolle explica que al cambiar nuestra percepción del resultado, podemos ver una elección como una invitación a hacer una pausa y reflexionar. Hacernos las preguntas correctas puede ayudarnos a aclarar nuestros propios valores y darnos cuenta de lo que es real ahora, en lugar de lo que podría (o no) suceder en el futuro. Al hacerlo, aprendemos a confiar en nuestra propia guía interior. A continuación, se muestran algunas técnicas sencillas que te ayudarán a hacer una pausa y reflexionar ...
Formas de mejorar tu toma de decisiones
1Respirar
Respirar profundamente le dice a su sistema nervioso simpático que no hay nada con lo que luchar o de lo que huir, lo que te proporcionará una calma instantánea. Si te sientes realmente ansios@ por algo, deténte y respira profundamente tres veces antes de volver a considerar tus opciones.
2Meditación
La meditación es tiempo y espacio solo para ti. Cuando te sientas y cierras los ojos para meditar, estás presionando pausa en todo lo que te rodea. Solo por unos minutos, todas las decisiones, todas las responsabilidades, todos los desafíos pueden quedar en espera. Este momento de tranquilidad puede ayudar a poner toda la pesadez y la confusión que rodean a una gran decisión con una mejor perspectiva. Esto te permite conectarte realmente con lo que es correcto para tí y dejar que esa claridad interior gobierne tu toma de decisiones una vez que vuelvas a considerar tus elecciones.
3Practica la atención plena
La atención plena es la práctica de estar presente en el momento. Se trata de concienciar cómo te sientes ahora, a propósito y sin juzgar, en lugar de predecir cómo te sentirás en el futuro como resultado de la decisión. Te ayudará a darte cuenta de lo que es real, procesable y factible para ti en la realidad del ahora mismo, en lugar de imaginar todas las infinitas posibilidades de lo que podría suceder en el futuro. Esta conciencia te ayudará a encontrar claridad en tu toma de decisiones.
4
Considera tus valores personales
Sé claro sobre tus propios valores. ¿Qué quieres de tu vida y qué es importante para ti? Dedica algún tiempo a reflexionar sobre tus valores y utilízalo como una herramienta para informar tus decisiones, objetivos y acciones.
5
No hay una decisión equivocada
Es posible que hayas escuchado el poderoso discurso de Steve Jobs en un evento de la Universidad de Stanford. Habló sobre cómo lo peor que le sucedió (ser despedido de Apple) lo llevó a comenzar Pixar y luego a ser reempleado por Apple. Lo peor que le pasó en la vida se convirtió en uno de los mejores logros de su vida. Si algo no funciona, sepa que puedes llevarlo a un buen lugar y que tienes el poder de volver a elegir. El discurso está en youtube, traducido al español.
6Confia en ti mism@
Hay una voz interior que todos escuchamos: nuestra intuición. A menudo tomamos decisiones con la cabeza y no con el corazón. Si estás confundid@, insegur@ o abrumad@ por una decisión, prioriza escucharte a tí mism@.
8Elige quedarte donde estás
Si no es el momento adecuado para tomar una decisión, déjalo y vuelve a hacerlo en otro momento. Elegir quedarse donde estás es una decisión en sí misma, siempre que sea una elección activa.
En última instancia, el poder de tomar la decisión adecuada para tí reside en tu mente. La próxima vez que te sientas estresad@ por una decisión, tómate un momento y prueba una (o todas) de estas técnicas hasta que estés tranquil@ y list@ para tomar tu decisión. Cuanto más practiques esto, más confianza tendrás en las decisiones que tomes por tí mismo.
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