LA IMPORTANCIA DE SABER VESTIR EN TODO TIPO DE ACTOS

 COMO PERDONARSE A UNO MISMO Y SEGUIR ADELANTE CON TU VIDA

Para muchos de nosotr@s, perdonar a los demás es mucho más fácil que perdonarnos a nosotr@s mism@s, pero aprender a dejar ir es esencial para nuestro bienestar.

Si te estás castigando por olvidar el cumpleaños de un@ amig@, o tal vez sientes una profunda punzada de arrepentimiento por la forma en que trataste a alguien hace mucho tiempo, no estás sol@. Tod@s estamos acostumbrad@s a albergar sentimientos de autocondena o culpa. Y esto es particularmente cierto si tiendes a pensar demasiado las cosas, diseccionando tus interacciones sociales, decisiones y reacciones en detalle.

Nuestro instinto de supervivencia incorporado, como seres humanos, quiere que nos vaya bien y que los demás nos vean bien, por lo que nuestra tendencia a pasar un mal rato cuando nos equivocamos: es natural. Somos, por defecto, más amables con los demás que con nosotros mism@s y tendemos a ser nuestro propio crítico más severo. Es evolutivo para nosotros ser así: cuando ser aceptad@s en una tribu era una cuestión de supervivencia, necesitábamos desempeñarnos bien, ya que nuestra vida contaba con ello.

Y aunque hoy la supervivencia, en este sentido, no suele ser nuestra principal preocupación, ese miedo a cometer errores, y a repetir los errores del pasado, permanece. Ser querid@ y aceptad@ por los demás sigue siendo una de las principales fuerzas impulsoras de nuestras acciones, y much@s de nosotr@s nos preocupamos de que ciertas transgresiones no afecten nuestro lugar entre amigos y familiares.

Lo que a menudo impide el perdón a un@ mism@ es la falta de autoestima, una de las causas más comunes de lucha en la condición humana es la creencia de que no somos suficientes; para perdonarnos a nosotr@s mismos tenemos que ser amoros@s, pacientes y compasiv@s con nosotros mismos y, por lo tanto, creer que somos dign@s de recibir estas cosas.

Como era de esperar, aferrarse a los sentimientos de culpa y culpa puede ser extremadamente perjudicial para nuestro bienestar, tanto mental como físicamente. Un estudio de 2013 de la Universidad de Liverpool descubrió que reflexionar demasiado sobre los eventos negativos es el mayor predictor de depresión y ansiedad.

A la mente le resultará imposible sentirse en paz, y si nos aferramos a estas emociones durante demasiado tiempo, esto puede conducir a muchos hábitos, comportamientos y problemas de salud destructivos. Podríamos comer comida basura o beber alcohol para tratar de suprimir el estrés, o podríamos esforzarnos mucho trabajando en exceso y manteniéndonos ocupados para evitar sentir dolor. Cualquiera de estas reacciones puede hacer que el cuerpo se ponga tenso y tenso, lo que afectará inmediatamente nuestra digestión, nuestros músculos y nuestra capacidad para respirar con facilidad. También es probable que afecte nuestro sueño, ya que no podemos descansar y relajarnos

 

Como perdonarte a ti mismo

Además, los expertos de la Universidad de Milán han descubierto que perdonarse a uno mismo por sus errores puede beneficiar las relaciones en su vida y conducir a un mayor nivel de satisfacción en las parejas. Entonces, ¿cómo podemos mostrarnos más amables?

En primer lugar, debemos reconocer que cometer errores es parte de lo que hacemos y que es a través de pasos en falso como crecemos y nos desarrollamos. Ser perfecto no es ser humano, ser defectuoso lo es. Cuando vivimos nuestras vidas a través de una lente de aceptación, tolerancia y compasión, tanto por nosotros mismos como por otros seres humanos, nos volvemos más fuertes y mejor equipados para enfrentar y apreciar la vida en toda su gloria ocasionalmente brutal. Somos la suma total de todas las experiencias que disfrutamos y soportamos a lo largo de nuestra vida: los altibajos, los logros y los errores. Si elimináramos cualquiera de esos éxitos o fracasos de nuestro viaje, no seríamos nosotros. Esta comprensión puede ser poderosa para garantizar el perdón ".

En lugar de pensar demasiado en las cosas que han salido mal como resultado de un error, podemos ayudarnos a nosotros mismos tomándonos el tiempo para considerar lo que hemos aprendido de nuestras acciones y verlo como una oportunidad para descubrir más sobre nosotros mismos. Este tipo de autorreflexión es útil por todo tipo de razones, y en muchos estudios de investigación se ha asociado cierto grado de autorreflexión con niveles más bajos de depresión.

Los estudios han revelado que simplemente etiquetar una emoción en un par de palabras reduce los sentimientos asociados con ella y disminuye el impacto emocional. Es una herramienta utilizada por los negociadores de rehenes del FBI para calmar situaciones. La resiliencia no se trata de ignorar la tristeza o alejar el estrés, se trata de aprender a navegar por nuestras emociones negativas y encontrar una manera de superarlas. Etiquetarlos y reconocerlos es el primer paso para hacer esto; comprender qué está y qué no está bajo tu control ayuda a desarrollar una mentalidad resiliente. Por ejemplo, puedes controlar tus metas, tu esfuerzo, tu comportamiento, con quién pasas el tiempo, cuánto te cuidas y qué piensas y haces, pero no puedes controlar lo que otros dicen, piensan o hacen, errores o circunstancias y situaciones que te suceden. Entonces, si una situación está bajo tu control, enumera las acciones que puedes tomar para mejorarla. Si no es así, elige dedicar tu espacio mental a algo que es y sigue adelante.

La clave es no tener miedo de volver a cometer un error. La resiliencia se trata de lo que hacemos a continuación, descrito por los psicólogos como nuestra capacidad para 'luchar bien'. Para hacer eso, en lugar de insistir, debemos aceptar lo qué no podemos cambiar y cambiar lo que podemos.

Comprender qué está y qué no está bajo tu control ayuda a desarrollar una mentalidad resiliente. Por ejemplo, puedes controlar tus metas, tu esfuerzo, tu comportamiento, con quién pasas el tiempo, cuánto te cuidas y qué piensas y haces, pero no puedes controlar lo que otros dicen, piensan o hacen. errores o circunstancias y situaciones que te suceden. Entonces, si una situación está bajo tu control, enumera las acciones que puedes tomar para mejorarla; si no es así, elige dedicar tu espacio mental a algo que es y sigue adelante.