EL ORIGEN DE NUESTRA FUERZA INTERIOR
No hay nada mejor que el descanso después del trabajo, la relajación tras el esfuerzo abrumador, el día tras la noche. Que el amor conquistado, la amistad merecida, la lucha cotidiana por la digna supervivencia. Sentir una profunda identificación con la palabra superación; reconectarse con una profunda y verdadera espiritualidad que nada tiene que ver con la religión y sobre todo vencer la inercia aniquilante de la pereza. El mantenernos activos y emocionados por lo que hacemos es en realidad lo que nos da la sensación de que estamos vivos. Es innegable que existe una realidad más allá de la que vemos : esta muy oculta y para descubrirla, t enemos que viajar a nuestro yo más profundo. El problema es que nos organizamos fácilmente para excursiones externas pero muy poco para las internas. "El ser humano es un tanto extraño. Continúa explorando los Himalayas, continúa explorando el Pacífico, continúa acercándose a la Luna y Marte; sólo hay una cosa que