ES UN ENVOLTORIO
ENVOLVER REGALOS
Envolver regalos ¿se ha convertido para tí en una pesada tarea o lo disfrutas como manera de expresar tu espíritu navideño? Tanto si te aterroriza como si te encanta, puedes hacer que esa actividad sea para tí una tradición: una celebración del carácter efímero del papel vinculado a las fiestas.
Si tienes que hacer muchos paquetes, reserva un día, una tarde o un rato después de la cena durante el cual nadie te moleste, pon música navideña como música de fondo, música inspiradora no de matraca de supermercado. Yo recomiendo la de los niños de Viena o la de los tres tenores (Plácido Domingo, Jose Carreras y Luciano Pavarotti) Son villancicos que tranquilizan y proporcionan paz interior.
Ahora, párate a pensar ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste con los envoltorios de los regalos desde el punto de vista de quién los recibe? ¿Cuidas de que los estampados del papel combinen con las dimensiones de los paquetes o empiezas a envolver con cualquier trozo de papel? ¿Combinas creativamente los colores del papel con las cintas, los lazos o las etiquetas, o utilizas los mismos adornos para cada regalo?.
Piensa en ello. Dar a la gente el mismo envoltorio y los mismos lazos de siempre es como mandar la misma felicitación dos años seguidos. ¿Cómo puedes hacer que los regalos de este año sean únicos y tan bonitos que las personas que los reciban no tengan ganas de abrirlos?
Si no eres un manitas, no desesperes. El primer secreto de los envoltorios bonitos está en los crujientes pliegues.
Hasta el papel del carnicero se verá magnífico si primero adaptas el
papel a cada regalo. Ponlo sobre el regalo y pellizaca suavemente
alrededor de cada borde para marcar las dimensiones, luego colócalo
sobre una superficie dura y dobla cada borde todo a lo largo.
Cuando pongas las etiquetas, descubrirás que puedes hacer muchas variaciones a partir de las tradicionales.
Escribe con tinta dorada o plateada en hojas de acebo auténticas
(quedan fenomenal) y pégalas al paquete con cinta adhesiva de doble
cara. Si has hecho un curso de origami y se te da bien, recurre a pequeñas figuras plegadas, que sirven de adorno o de etiqueta.
Ahora, párate a pensar ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste con los envoltorios de los regalos desde el punto de vista de quién los recibe? ¿Cuidas de que los estampados del papel combinen con las dimensiones de los paquetes o empiezas a envolver con cualquier trozo de papel? ¿Combinas creativamente los colores del papel con las cintas, los lazos o las etiquetas, o utilizas los mismos adornos para cada regalo?.
Piensa en ello. Dar a la gente el mismo envoltorio y los mismos lazos de siempre es como mandar la misma felicitación dos años seguidos. ¿Cómo puedes hacer que los regalos de este año sean únicos y tan bonitos que las personas que los reciban no tengan ganas de abrirlos?
Ahora, envuelve de verdad. Los pliegues contribuirán a que el papel quede en su sitio mientras pones cinta adhesiva en los bordes cerrados. En cambio, los objetos curvados o con formas irregulares quedarán mejor envueltos en papel de seda y metidos dentro de una bolsa decorativa o en una caja tan bonita que no tengas que envolverlo. O envuélvelo con papel de celofán de colores, retorciéndolo en cada extremo y asegurándolo con lazos fuertemente atados.
Se audaz con el los restos de papel y en vez de tirarlos únelos con una cinta adhesiva o pegamento para crear paneles de dos o tres papeles combinados, por ejemplo un estampado de Papá Noel más unas tiras que repitan sus colores. Envuelve, cada lado de una caja grande con un diseño distinto y, en las cajas pequeñas combina dos tipos de papel en ángulo.
Un envoltorio espectacular es un papel de seda de un solo color, cubierto por un tul de colores cerrado con un simple lazo de seda. Tira del tul y del papel hacia arriba para que el paquete tenga más glamour.
Si no tienes demasiados lazos, prueba a utilizar un color en la horizontal y otro en la vertical o combina varios lazos de hilaza, satén, terciopelos o cintas rizadas.
Busca en tu equipo de coser si tienes, encajes, trencillas o cinta de costuras. En vez de lazos ¿por qué no pones campanitas u otros objetos pequeños de los que cuelgan en las guirnaldas o en el árbol, piñas o una rama verde
o un pin? (Durante todo el año, acuérdate para el que viene y reúne
objetos baratos sobrantes que te serán de gran utilidad en estas
fechas)
"El sol resplandeciente brilla a través de la niebla
e ilumina mis regalos de Navidad, pero ni la mitad de resplandeciente que la sonrisa que la persona que recibe tu amor envuelto en los lazos y en las fibras de tu corazón."
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