ASI PUEDES ARRUINAR TU VIDA POR UN POST EN LAS REDES SOCIALES
¡Cuidado! Así puedes arruinar tu vida por un post en redes sociales
Lo que posteas puede cambiar tu vida para siempre
Érase una vez, en una ciudad llamada Nueva York, una
ejecutiva llamada Justine Sacco. 30 años, blanca, buenos ingresos como
Directora de Comunicaciones Corporativas en IAC. Y como muchos en
Twitter, comenzó a tratar de ser ingeniosa con sus posteos sobre su
viaje hasta Sudáfrica.
Hasta que escribió esto: "Me voy a África. Espero no tener SIDA. Solo bromeo. ¡Soy blanca!".
Algo así, tan habitual en las rutinas de comediantes como Sacha Baron
Cohen, fue cobrado ampliamente en redes sociales. El racismo y la
estupidez, a partes iguales, indignaron a miles, que tuiteaban
#HasJustineLandedYet mientras la princesa rubia volaba. Cuando se bajó
del avión, tenía a cientos de miles de internautas linchándola y era
desempleada.
Dos años después del incidente ocurrido en 2013, Justine contaba en el libro "Y fuiste humillado públicamente", de John Ronson, cómo nadie salía con ella cuando los posibles pretendientes descubrían en Google lo que hizo, cómo lloró y no durmió luego de lo ocurrido. Y cómo esto cambió todo para ella.
Ella, así como otras famosas y anónimas, arruinó su vida por un post inconsciente y sus disculpas no valieron nada, porque a pesar de borrar cuentas, posts e insistir en resarcirse, los screenshots quedan.
"La letra escarlata" del social media
Y así como la protagonista de la novela de Nathaniel Hawthorne, quienes llegan a indignar a miles o a ser humillados por eso, quedan marcados para siempre.
"Es muy, pero muy difícil recuperarse de algo así, porque siempre te van a recordar lo que hiciste, no solo con los screenshots sino en la vida real", afirma para Metro Brendesha Tynes, profesora asociada de Educación y Psicología de la Universidad del Sur de California. "Tu reputación, todo es afectado. Puede que pase con el tiempo, pero nunca va a faltar quién te diga lo que hiciste", añade. Por otro lado, miles de comentarios como los de Justine se hacen en redes sociales.
Y aunque son expuestos, no son evitables ni regulados por las redes sociales a menos de que otro lo reporte o sea una amenaza directa. Sobre todo, cuando entra en el juego la libertad de expresión. "La idea de un error sugiere que hay reglas y que debes causar cierta impresión. No tengo duda de que la gente puede recuperarse de un error así, todos lo cometemos. Pero, hablar de un error es vago. Violar una norma social, romper la ley, ¿a qué se refieren?", cuestiona el psicólogo escocés y experto en redes sociales Steven Caldwell Brown.
Y ese es el problema aún en Internet, pantalla de la libertad de expresión, donde hay opiniones acertadas, estúpidas u ofensivas, según el ojo de quien mira. No se sabe si lo que ustedes consideran correcto puede resultar en una lapidación pública o en dos "likes". Y, por eso, lo mejor es tener empatía, asegura Brendesha Tynes. "Hay que ver los efectos devastadores de quien postea y de quien juzga. Hay que ver cómo afectas tu reputación posteando y cómo afectas la privacidad y reputación del otro al postear sobre lo que hizo. Piensa en lo que sentirá o lo que pensará cuando das click".
Ellas también arruinaron su vida en un post
Kathy Griffin: La sucesora natural de Joan Rivers ya no tiene tranquilidad ni carrera. Posteó una imagen con una cabeza prostética de Trump ensangrentada, cosa que causó indignación en todo Estados Unidos. Incluso se reportó que Barron Trump, de 10 años, chilló asustado al verla. CNN despidió a Griffin y tuvo cinco cancelaciones luego de lo sucedido. Denunció, asustada, amenazas de muerte.
Amenazó a American Airlines: No vendría mal en estos días que los adolescentes revisaran lo que pasó desde 2001 para abajo. Especialmente en 2001. Una niña holandesa de 14 años en 2014, posteó en Twitter lo siguiente para American Airlines: "Hola, mi nombre es Ibrahim y soy de Afganistán. Formo parte de Al Qaeda y el 1 de junio voy a hacer algo realmente grande. Adiós" La aerolínea le respondió diciendo que iban a rastrear su IP por el FBI. Y a pesar de que ella dijo que era solo una broma, de nada valieron sus excusas. Fue detenida por la policía de Rotterdam
Tips del Dr. Larry Rosen (Universidad del Sur de California) para evitar tener el destino de Kathy Griffin:
- Dar tiempo de espera a lo que vas a postear.
- Dejar el post en borrador y hacer otra cosa por 5 -10 minutos
- Releer y pensar si esto ofenderá al otro. Pensar en qué sentirá si ustedes publican.
- Editen o suavicen el mensaje, háganlo más empático. Funcionará para su bien.
Dos años después del incidente ocurrido en 2013, Justine contaba en el libro "Y fuiste humillado públicamente", de John Ronson, cómo nadie salía con ella cuando los posibles pretendientes descubrían en Google lo que hizo, cómo lloró y no durmió luego de lo ocurrido. Y cómo esto cambió todo para ella.
Ella, así como otras famosas y anónimas, arruinó su vida por un post inconsciente y sus disculpas no valieron nada, porque a pesar de borrar cuentas, posts e insistir en resarcirse, los screenshots quedan.
"La letra escarlata" del social media
Y así como la protagonista de la novela de Nathaniel Hawthorne, quienes llegan a indignar a miles o a ser humillados por eso, quedan marcados para siempre.
"Es muy, pero muy difícil recuperarse de algo así, porque siempre te van a recordar lo que hiciste, no solo con los screenshots sino en la vida real", afirma para Metro Brendesha Tynes, profesora asociada de Educación y Psicología de la Universidad del Sur de California. "Tu reputación, todo es afectado. Puede que pase con el tiempo, pero nunca va a faltar quién te diga lo que hiciste", añade. Por otro lado, miles de comentarios como los de Justine se hacen en redes sociales.
Y aunque son expuestos, no son evitables ni regulados por las redes sociales a menos de que otro lo reporte o sea una amenaza directa. Sobre todo, cuando entra en el juego la libertad de expresión. "La idea de un error sugiere que hay reglas y que debes causar cierta impresión. No tengo duda de que la gente puede recuperarse de un error así, todos lo cometemos. Pero, hablar de un error es vago. Violar una norma social, romper la ley, ¿a qué se refieren?", cuestiona el psicólogo escocés y experto en redes sociales Steven Caldwell Brown.
Y ese es el problema aún en Internet, pantalla de la libertad de expresión, donde hay opiniones acertadas, estúpidas u ofensivas, según el ojo de quien mira. No se sabe si lo que ustedes consideran correcto puede resultar en una lapidación pública o en dos "likes". Y, por eso, lo mejor es tener empatía, asegura Brendesha Tynes. "Hay que ver los efectos devastadores de quien postea y de quien juzga. Hay que ver cómo afectas tu reputación posteando y cómo afectas la privacidad y reputación del otro al postear sobre lo que hizo. Piensa en lo que sentirá o lo que pensará cuando das click".
Ellas también arruinaron su vida en un post
Kathy Griffin: La sucesora natural de Joan Rivers ya no tiene tranquilidad ni carrera. Posteó una imagen con una cabeza prostética de Trump ensangrentada, cosa que causó indignación en todo Estados Unidos. Incluso se reportó que Barron Trump, de 10 años, chilló asustado al verla. CNN despidió a Griffin y tuvo cinco cancelaciones luego de lo sucedido. Denunció, asustada, amenazas de muerte.
Amenazó a American Airlines: No vendría mal en estos días que los adolescentes revisaran lo que pasó desde 2001 para abajo. Especialmente en 2001. Una niña holandesa de 14 años en 2014, posteó en Twitter lo siguiente para American Airlines: "Hola, mi nombre es Ibrahim y soy de Afganistán. Formo parte de Al Qaeda y el 1 de junio voy a hacer algo realmente grande. Adiós" La aerolínea le respondió diciendo que iban a rastrear su IP por el FBI. Y a pesar de que ella dijo que era solo una broma, de nada valieron sus excusas. Fue detenida por la policía de Rotterdam
Tips del Dr. Larry Rosen (Universidad del Sur de California) para evitar tener el destino de Kathy Griffin:
- Dar tiempo de espera a lo que vas a postear.
- Dejar el post en borrador y hacer otra cosa por 5 -10 minutos
- Releer y pensar si esto ofenderá al otro. Pensar en qué sentirá si ustedes publican.
- Editen o suavicen el mensaje, háganlo más empático. Funcionará para su bien.
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