COMO SACARLE JUGO A TU EXISTENCIA (1)
COMO SACARLE JUGO A TU EXISTENCIA
Ayudando a las personas a vivir con más VIDA
Comienza el cuento. Todo lo que se requiere por parte del discípulo es que
escuche, no atentamente sino con interés, con un corazón abierto, sin ninguna
tensión. Hay que disfrutar del cuento.
Cuando lo disfrutas te revela sus misterios.
-Osho
EL VERDADERO ÉXITO
Cuando tienes una cita con el destino. Cuando te topas cara a cara contigo
mismo y te das cuenta de que eres un ser extraordinario, lleno de sueños, ideas,
planes y aventuras.
Cuando te das cuenta de la magia que tienes en tus manos. Cuando descubres el
poder de tu sonrisa, de tu palabra, de tu armonía.
Cuando conoces a una persona y ves su alma, en lugar de su apariencia. Cuando
hablas y en lugar de llenar espacios, llenas corazones.
Cuando alguien más te recuerda no por quién eres, sino por lo que representas.
Cuando el pasado es historia y te dedicas a disfrutar el presente.
Cuando anhelas lo que nadie se atreve siquiera a pensar. Cuando ves más allá de
los límites humanos. Cuando decides afrontar el riesgo de llegar a las alturas,
ligero de equipaje.
Cuando llegas cada noche a tu casa y te sientes contento. Cuando descubres en
un beso, una caricia o un bebe en brazos el verdadero significado del amor.
Cuando dejas de criticar y empiezas a construir. Cuando te olvidas de la isla que
dejaste atrás para ir a conquistar nuevos océanos.
Cuando te lanzas sin paracaídas porque sabes que ALGUIEN está contigo.
Cuando apuntas tu mirada a lo lejos y te sientes envuelto por las estrellas o
descubres esa flor que nadie observa.
Cuando sales a la calle y en vez de protestar o poner tu peor cara, regalas sonrisas
como medicina contra la tristeza.
Cuando los años llegan y la vejez se acerca. Cuando recuerdas a aquel niño de tu
infancia que soñaba sin parar y en ese momento observa cómo las semillas dan
fruto a su debido tiempo.
Cuando te encuentras sentado, al lado de la persona que amas, descansando
plácidamente y disfrutando de la película de tu vida. Cuando en ese momento
eres capaz de decir:
Soy lo que siempre quise ser. No he vivido en vano.
En ese momento, estoy segura… que habrás encontrado el ÉXITO.
COSECHA TU COSECHA
- Pablo Picasso
Abrir las puertas a la imaginación es uno de los mejores regalos que nos podemos dar. La vida, sin pedírselo, nos otorga día a día pequeñas semillas para pensar, imaginar, soñar e idealizar.
Como en el campo, algunos se dan a la tarea de sembrar esas semillas y
regarlas para, con paciencia, convertirlas en un fruto mágico y especial, otros,
simplemente las ven cómo caen a la tierra (léase: mente) como si fueran piedras
sin ningún fin ni sentido.
La cosecha que después disfrutamos en deliciosas ensaladas de vegetales frescos
fue previsualizada por un hombre a muchos kilómetros de la mesa. Sin embargo,
a pesar del cansancio, la pereza o el desánimo, no sólo la observó en su mente,
sino que trabajó para que esas semillas dieran el fruto esperado. Ahí radica la
diferencia entre jornaleros por la paga y jornaleros por el fruto.
Estoy segura que si un día llegase al campo, un importante hombre de negocios,
graduado en Harvard, con conocimientos exorbitantes y se le pidiera que
trabajara la tierra, sembrara, regara, cuidara, cosechara y obtuviera el fruto,
si no actuaba, simplemente no iba a tener el mismo resultado de un campesino.
Sus ideas y entrenamiento importaban, sin embargo, no eran
determinantes para lograr su objetivo.
Lo mismo pasa en la vida diaria. Las cosas no suceden por arte de magia o como
se suele decir: “No podemos esperar que nos caiga el pan del cielo”.
Podemos escribir una enciclopedia de miles de tomos que hablen de cada una de
nuestras ideas, pero si no se llevan a la acción, es como si tomáramos una cerilla y
les prendiéramos fuego.
La preparación es necesaria, la inspiración desde luego es un detonante
maravilloso para el logro de nuestros objetivos. Podemos desear o soñar con ser
grandes terratenientes, poseedores de tierras y cosechas, pero si no somos
capaces de colocar un sombrero en nuestra cabeza, tomar una pala, un pico, un
azadón, poner nuestros pies en la tierra y empezar a trabajar, la preparación y la
inspiración se irán a saco roto.
Lo que define a las personas exitosas es precisamente HACER que sucedan las cosas
. Quiero, quiero, quiero y todos nos quedamos
queriendo. La respuesta a esos comentarios es siempre la misma: “HAZLO y listo”.
Y ahí es cuando inicia la lista de pretextos llamados: “Ah no, bueno, pero en unos años más”
“Es que ahora no puedo, no tengo tiempo ni dinero”, “Es que es imposible que se pueda”, y es el cuento de nunca acabar.Se oye fácil, pero es una realidad palpable. Si realmente QUEREMOS Y
DESEAMOS en el fondo de nuestro corazón
cosechar esos frutos llamados
sueños cristalizados, hay que ponerse a sembrar. Date unos minutos para pensar
¿QUÉ DESEO?, ¿QUÉ QUIERO?, ¿QUÉ ME HACE FELIZ?. Y después te cuestiones: ¿QUÉ ME DETIENE?
Si para ti, siendo honesto y sincero con tu propia realidad, realmente esos
“obstáculos” son más fuertes que tus deseos, tal vez el camino no va por ahí. Y si
no, te invito a que por una vez por todas hagas que las cosas sucedan, dando el
primer paso para alcanzar lo que buscas.
La vida te dará las ideas y las oportunidades. La felicidad se encontrará cuando trabajemos para realizar todo aquello que deseamos.
Si lo hacemos, estoy segura
de que un día nos sentaremos al final de la vida a observar, plenamente felices,
nuestra propia y abundante cosecha.
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