¿DEBO SEGUIR MIS SUEÑOS? ¿O LA PROPUESTA ES UNA UTOPÍA?
¿DEBO SEGUIR MIS SUEÑOS? ¿o la propuesta es una utopía? A la hora de decidir qué vamos a hacer con nuestra vida, no es raro sentirnos ante lo que parece una decisión muy dolorosa: el camino que más nos apasiona o el más seguro. Este último presupone el dominio paciente de una profesión confiable; estaremos aburridos, pero sabemos que nunca seremos despedidos. En el primer caso, se trata de un acto de altos vuelos por el que aspiramos a generar ingresos gracias a lo que amamos profundamente, temiendo continuamente la miseria y la humillación. La elección puede parecer difícil, pero quizás lo sea menos de lo que parece, una vez que exploramos adecuadamente el concepto de “seguridad”. Nunca estamos realmente seguros mientras hacemos algo que odiamos o perseguimos por cobardía. Frente a la feroz competencia en el mundo moderno, nuestra carrera de rescate, la que adoptamos por miedo, será la ambición principal de otra persona. Nuestro Plan B será el Plan A de otra persona, lo que i