HACERSE OÍR. APOYOS A LA DIALECTICA

Hacerse oír

En el mundo moderno, más que nunca, la comunicación ocupa un lugar destacado. Las personas recibimos información visual, auditiva y sensorial como nunca antes en la historia de la humanidad; sin embargo, la capacidad de poder manifestar lo que uno piensa con claridad parece haberse reducido. Es muy común encontrar a personas que tienen una gran cultura y que sin embargo no saben expresarse con claridad.

"Esfuérzate en ser interesante mucho más que en ser preciso. Lo que menos se perdona es la pesadez"

                                                                                                         Voltaire

Este post trata de unas estrategias accesorias para poder valer nuestras opiniones con mayor garantía de éxito

APARIENCIA Y ARREGLO PERSONAL ACORDE A LA SITUACIÓN

Este es un aspecto importante que a veces suele pasar desapercibido, Cualquier idea que queramos defender contará con un apoyo importante si se sostiene con una apariencia personal congruente.

Si deseas que te presten atención, considera siempre el entorno donde te vas a mover, quien o quienes serán las personas que van a escucharte y con qué cualificación vas a presentarte. Incluso si tienes que discutir un asunto familiar de importancia considera el momento del día y tu propio aspecto a fin de mostrar el valor de lo que se trata.

SERENIDAD

Otro punto que nuca debes dejar pasar por alto y que resulta de gran importancia para respaldar cualquier posición ideológica. Procura siempre adoptar una postura que muestre confianza y seguridad. Aunque en realidad tengas dudas o cierta ansiedad, intenta que tu rostro y actitud corporal no lo reflejen. Camina derecho, muévete con calma y siéntate en una postura erguida. Si la ocasión lo requiere practica delante de un espejo.

MIRAR A LA GENTE A LOS OJOS CUANDO HABLAS

Pocos detalles son mas influyente que este. La gente percibe sinceridad cuando hay contacto visual; quien no tiene nada que ocultar no teme mirar a los ojos. La persona segura y firme mantiene una actitud confiada mirando al frente cuando habla. Si hay varios presentes en la reunión, detente unos instantes su mirada en cada una de esas personas mientras explicas tus razonamientos. Si estás contestando a una determinada persona, mírala centrando su vista en la zona del entrecejo, con lo que obtendrás un efecto persuasivo y poderoso.

MOSTRARSE AMIGABLE

Un comentario amigable antes de cualquier debate o incluso antes de presentar una queja, demostrará que eres una persona educada que quiere mantener un tono respetuoso en la conversación. Si hay varias personas presentes, procura saludar a todos y hacer una referencia ajena al encuentro que permita distender el tono inicial de la reunión, no hace falta contar anécdotas largas o chistes.

CAPACIDAD DE EXPRESIÓN, VELOCIDAD, ENTONACIÓN Y DICCIÓN

Adapta siempre tu vocabulario al entorno en que te mueves, no olvides que si quieres que te respeten y te comprendan debes comunicarte de manera comprensible. 

Se han realizado estudios que muestran que las personas se sienten más proclives a escuchar con atención y respetar a otros cuando quien les habla utiliza palabras que sean relativamente superiores a su nivel de instrucción.

Si quieres conseguir que los presentes se pongan de tu lado emplea de vez en cuando alguna expresión que esas personas puedan utilizar con cierta frecuencia, sin abusar de este recurso ya que quedaría descubierta tu estrategia.

Procura variar la velocidad de tus palabras cuando hablas con el fín de que tu intervención no suene monótona y aburrida, sobre todo si tienes que explicar algún dato técnico. 

Reduce la velocidad de pronunciación cuando vayas a decir una frase significativa, igualmente cuando quieras que se muestre especial respeto por algo que vayas a comentar; por el contrario aumenta la velocidad cuando los datos sean menos importantes o cuando repitas algún comentario de la parte contraria que quieras minimizar o desprestigiar

La entonación debe realizarse con energía pero sin elevar la voz demasiado; si pronuncias adecuadamente te darás cuenta de que no es necesario hablar más alto para que los demás entiendan a la perfección.

FRASES PARA GANAR TIEMPO

A veces cuando discutimos o tratamos algún asunto, pueden sorprendernos con una frase o un argumento que no esperábamos en absoluto. Responder a una "andanada" poderosa que nos haya desestabilizado puede requerir un lapso de tiempo mínimo para recuperarnos o buscar en nuestros recursos una contrapartida que nivele la conversación. Para lograr este tiempo, es importante interiorizar una serie de frases hechas que te servirán en situaciones límite. Por ejemplo:

1. ¿Cómo dice? Normalmente el mejor efecto se produce si al tiempo que las pronuncias pones una cara seria de no creer lo que acaba de escuchar.
2. Vamos a ver. No se si he entendido bien. Dice que... (ahora repites lo que la persona dijo). En el primer caso ganará tiempo, en el segundo caso, además podrá hacer que la persona tenga que volver a aclarar (lo que significa más tiempo) y además tendrás la oportunidad de "enturbiar" el argumento contrario.
3. ¿A dónde quiere llegar con eso? Esta expresión sólo se debe emplear si tu interlocutor ha utilizado un ejemplo que puede tener más de una lectura, aunque tú tengas claro el significado correcto.
4. Un momento, un momento...no perdamos la calma (no perdamos el tema central de la conversación, no perdamos los nervios)....estamos hablando sobre (pon aquí el tema) y usted me sale ahora con.... (coloca aquí lo que la persona haya dicho literalmente o tergiversado). A partir de aquí puedes contestar si te ha dado tiempo a buscar una buena réplica o continuar con la cortina de humo.

Hay que tener precaución al usar estas frases. Intenta evitarlas a no ser que sea necesario y empléalas como último recurso. Las frases dilatorias son útiles cuando se recurre a ellas como máximo una o dos veces dentro del mismo debate. Si abusas de ellas, te expones a que descubran tu estrategia.

Haciendo una similitud con una partida de ajedrez, el buen jugador no se limita a pensar en la jugada siguiente, sino también trata de imaginar las reacciones de su oponente y las dos o tres posibles jugadas futuras que mejor harán frente a las posibilidades que se presenten. La práctica es primordial para ejercitar la capacidad de reacción y automatizar esas reacciones posibles. Igualmente, el buen contendiente de la palabra es una persona que ha dedicado tiempo a prepararse para la defensa de sus ideas, para analizar las propuestas ajenas y para llegar a conclusiones que se acerquen a la verdad.

Dominar las técnicas de la confrontación verbal te permitirán separar "la paja del grano", sentir más seguridad en tu capacidad para intervenir en cualquier debate (incluso en las reuniones de vecindad) y asegurarte un lugar de respeto a cualquiera que intente manipular a los demás.

"No basta con adquirir sabiduría, es preciso además saber usarla"

                                                                                                Cicerón