REMEDIOS PARA LA FATIGA CRONICA
Razones por las que nos sentimos cansados todo el tiempo
Cuando mantener los ojos abiertos y la cabeza en su lugar se convierte en una misión imposible
No hay algo más frustrante que empezar a sentir que los párpados se
te cierran, que tu cabeza empieza a pesar y saber que no puedes poner
el cuerpo sobre la cama porque estás en la oficina o en algún lugar
importante.
El estilo de vida tan ajetreado que la mayoría llevamos hoy en día
demanda la mayor cantidad de horas despiertos posible para poder atender
todos nuestros compromisos con el trabajo, el gimnasio, la casa y la
vida social. Y es que por más que duermas (o creas que duermas) estar
cansado todo el día te da un sentimiento de impotencia y desesperación
por no poder controlar los deseos Morfeo.
Estas son algunas razones por
las que seguramente te pasa:
Tienes una mala calidad de sueño
La razón más obvia pero también la más difícil de controlar. Un sueño
de mala calidad es una causa común de fatiga pues ni el cuerpo ni la
mente tienen tiempo para recargar energía. El cuerpo hace muchas cosas
mientras duerme, incluyendo agilizar la memoria y la liberación de
hormonas regulan el metabolismo y los niveles de energía. De acuerdo a la American Academy of Sleep Medicine and Sleep Research Society, los adultos necesitamos 7 horas de sueño para considerarse reparador.
Y sí, dormir a horas inadecuadas también contribuye a la fatiga, es
decir, que si duermes durante el día en lugar de en la noche,
interrumpes el ritmo circadiano de su cuerpo, que son los cambios
biológicos que se producen en respuesta a la luz y la oscuridad durante el día.
Estás tomando demasiado café
Lo amamos y alabamos como una especie de dios de la mañana pero a
pesar de sus beneficios antioxidantes y su sabor adictivo, en realidad
provoca dependencia y te deshidrata. Además, afecta a la llamada
"hormona del estrés", provocando que te alteres y mantengas alerta
cuando no debes estarlo.
Y si te vales de bebidas energéticas lo pasarás muy mal con el
cansancio ya que generan una fatiga de rebote una vez que los efectos de
la cafeína y el azúcar se desgastan. Lo mejor es beber máximo dos tazas
por la mañana y en la tarde reemplazarlo por una infusión energética o u té natural
Estámos deshidratados
Si no te estás hidratando lo suficiente, es muy probable que la
fatiga te ataque. Tomar agua permite que muchas reacciones bioquímicas
en el cuerpo funcionen correctamente pues ayuda a reemplazar todo lo que
pierdes mediante la orina, el sudor y la respiración.
La clave es beber lo suficiente para mantener buenos niveles de hidratación y concentración.
Tus niveles de estrés están por los cielos
El estrés crónico puede tener un efecto importante en tus niveles de
energía, calidad de sueño y por ende, de vida. Aunque tener cientos de
cosas que hacer y en qué pensar todo el día ya es algo cotidiano, los
niveles excesivos están muy relacionados con la fatiga ya que provoca la
estimulación del organismo al desempeñar una actividad intelectual que
requiere un alto nivel de atención (es decir, que pensar mucho antes de
dormir estresa a tu organismo y por ende no podrás conciliar el sueño
como se debe)
Practicar yoga y meditación pueden ayudar a tranquilizarte y olvidarte de lo que te causa malestar e inquietud.
No estás recibiendo los suficientes nutrientes diarios
Una dieta desequilibrada puede bajar tus niveles de energía. Consumir
la cantidad adecuada de calorías además de ayudar a controlar tu peso,
también puede ayudar a prevenir el cansancio. Cuando consumes pocas
calorías, tu metabolismo comienza a funcionar más lento con el fin de
conservar la energía, lo que provoca fatiga.
Incluir alimentos ricos en proteínas como pescado, carne, huevos y legumbres contribuye a aumentar tus niveles de energía. Evita los
alimentos procesados y con alto nivel de azúcar ya que conlleva a un
aumento en los niveles de azúcar en la sangre, provocando que nos sintamos
ansiosos, acelerados y con ganas de consumir más cuando los efectos bajen.
No estás haciendo suficiente ejercicio
El sedentarismo es una mala opción si pretendes mantenerte despierta
con tanto estrés y trabajo de por medio. Aunque parezca que hacer
ejercicio hará que te sientas más cansada, en realidad te ayudará a
sentirte más enérgica gracias a la producción de endorfinas. Además te
ayuda a despejar la mente, lo que favorece la creatividad y agilidad
mental.
Si te es imposible ir a un gimnasio o al parque a correr, opta por subir las escaleras en lugar del ascensor y camina en lugar de conducir
distancias cortas.
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