EL PODER DEL CAMBIO ("LAS VACAS") Y 3

EL PODER DEL CAMBIO ("LAS VACAS") Y TRES

Algunas de las vacas más comunes:

Las vacas vienen en varias categorías.


  • Vacas "justificadoras de la mediocridad":

Yo estoy bien...Hay otros en peores circunstancias.
Odio mi trabajo, pero hay que dar gracias que por lo menos lo tengo.
No tendré el mejor matrimonio del mundo, pero por lo menos no estamos peleando todos los días.
No tendremos mucho, pero al menos no nos falta la comida.
Apenas pasé el curso, pero por lo menos no lo perdí. Quizás es hora de aceptar que no soy tan inteligente como los demás.
  • Las vacas de "la culpa no es mía"

Para la poca educación que tuve no me ha ido tan mal. Lástima que mis padres no hubiesen tenido más visión.
Si mis padres no se hubiesen divorciado, quizás me hubiera ido mejor.


Así era mi madre, lo mío es genético.
Mi problema es que  mi esposo/a no me apoya.
Es que en este país no hay apoyo para el empresario.
Yo tengo buenas intenciones pero con esta economía pues...no hay forma.
Lo que sucede es que no tuve profesores que me motivaran para salir adelante.

Las vacas con las que cargamos a cuestas no se generan porque deliberadamente nos hayamos puesto en la tarea de aprenderlas. Ellas son el resultado de intenciones positivas. Detrás de cada comportamiento, sin importar que autodestructivo pueda parecer, subyace una intención positiva con nosotros mismos. Nosotros no hacemos cosas simplemente por causarnos daño, sino porque creemos que de alguna manera estamos derivando un beneficio de ello.


Por ejemplo, la persona cuya vaca es: " El día en que decida que quiero dejar de fumar, lo dejo sin nigún problema. Lo que pasa es que no he querido", utiliza este autoengaño para proteger su baja autoestima y ocultar su incapacidad para deshacerse de dicho vicio.

Su vaca le da cierta sensación de que está controlando su vicio y no su vicio en control de ella. ¿Te das cuenta del peligro de una vaca cómo ésta? Literalmente puedes cargar con este vicio toda tu vida, sin nunca sentirte mal por tu impotencia.

Muchas de las creencias limitantes que arrastramos con nosotros a lo largo de nuestra vida, han sido el resultado de buenas intenciones. Mira lo fácil que se adquiere una vaca. Digamos que esta vaca suena así: "Yo no sirvo para esto". Esta vaca es muy común entre las personas. Mira cómo empieza esta vaca de manera casi inconsciente. La persona aprende a hacer bien una tarea, una profesión o un oficio. Disfruta haciéndolo, desarrolla un talento especial para ello y después de algún tiempo piensa: "Esto es para lo que sirvo".


Asume que en niguna otra área podrá ser tan efectiva como en ésta. Comienza a dar excusas (vacas), encuentra razones para explicar sus limitaciones, hace afirmaciones como:
Yo no sirvo para eso
Yo siempre he sido así
No nací con el talento para aquello
No tengo el cuerpo que se necesita para eso
No poseo la personalidad adecuada

Y así, inadvertidamente crea limitaciones que no le permiten expandir su potencial. Pero el problema no son las personas, sino sus programas mentales, sus pensamientos. Estas son vacas, porque no es que creas que no eres bueno para nada. Lo que crees es que eres bueno sólo para una cosa, y que por lo demás, no es algo para lo que tengas un talento innato. Tu vaca da: "para esto es que soy bueno", te da cierto sentido de tranquilidad, porque sabes que por lo menos para una cosa eres bueno.
  • Las vacas de las falsas creencias:
Pues yo no he querido tener mucho dinero porque el dinero corrompe. Los ricos son infelices y cuánto más tienen, menos contentos están con lo que tienen.
  • Las vacas que buscan excusar lo inexcusable:
Es que no me queda ni un minuto libre
Quisiera leer más, pero no tengo tiempo
Lo que pasa es que a las mujeres nos toca el doble de difícil que a los hombres
Es que no quiero empezar hasta estar plenamente seguro
Es que no quiero empezar hasta que no sepa cómo hacerlo perfectamente.

  • Las vacas de la impotencia:
Lo que sucede es que yo no he sido nunca bueno para eso
Es que el éxito no es para todo el mundo
Lo que uno no aprende de pequeño, es muy difícil aprenderlo de grande
Mi problema es que soy muy tímida. Creo que esto es de familia ya que mi madre también era así.
  • Las vacas filosofales:
No he actuado, porque soy de los que cree que si vamos a hacer algo, o lo hacemos bien o no lo hacemos...y en este momento o creo poderlo hacerlo hacer tan bien como quisiera.
Si Dios quiere que triunfe, él me mostrará el camino. Hay que esperar con paciencia.
¿Qué se puede hacer? Unos nacieron con buena estrella y otros nacimos estrellados
  • Las vacas del autoengaño:
El día que quiero dejar de fumar, lo dejo sin ningún problema. Lo que pasa es que no he querido.
No es que a mí me guste dejar todo para el último minuto, lo que sucede es que yo trabajo mejor bajo presión.
Lo importante no es ganar sino haber tomado parte en el juego (¡Que vaca!) 


Cada uno de nosotros llevamos a cuestas nuestra vaca particular. Las vacas pesan mucho, hagamos que, al principio, vayan adelgazando poniéndote pequeños objetivos, hasta que al final podamos dejar las vacas fuera de nosotros. ¡Qué alivio quitarse una vaca de encima!

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