LA ESENCIA DEL SONIDO
LA ESENCIA DEL SONIDO
El aspecto práctico de nuestro sentido es oír y el aspecto apasionado es escuchar. La palabra "sonido" es un enorme cajón de sastre donde las vibraciones audibles de la vida se desplazan rápidamente por el aire y llegan sin parar a nuestros oídos.
Igual que ocurre con mirar, oír es una herramienta de navegación que permite al cerebro distinguir el suave ronroneo de un gato y el ruido agudo de un despertador. Sin embargo el "don de escuchar" es ser cómplice del espíritu de la seducción de lo escuchado.
Lo que escuchamos cada día nos ofrece un camino invisible al placer en forma de notas, compases, ritmo y tono, ya sea de música de una banda sonora o de nuestros propios pensamientos.
Existen tres maneras de escuchar:
1. La perceptiva. Escuchamos perceptivamente cuando pasamos de forma deliberada del oír al escuchar, cuando excluimos de forma consciente la distracción del ruido de fondo para concentrar por completo nuestra atención auditiva en algo.
2. La emocional. Escuchamos emocionalmente cuando un fragmento de un sonido concreto nos transporta a otra dimensión de tiempo y espacio, a la esfera de los recuerdos: la canción de la radio, la risa de un ser querido,...
3. La sensual. Escuchar sensualmente nos invita a experimentar la vida a través de los sentidos (kinestésica), la música que hace que tus pies, felices empiecen a seguir el ritmo o la suave cadencia del oír llover que hace que te arrebujes en una necesitada siesta, o la conversación sincera que te incita a tender una mano o a abrazar a alguien.
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