MARTES SALUDABLES. LA ALIMENTACIÓN NOS PUEDE SANAR (5)
Pequeños males. La alimentación puede vencerlos
Somos lo que comemos. Los tejidos que forman nuestro organismo se destruyen un poco cada día y se sustituyen con los componentes de nuestra alimentación. Por eso se comprende fácilmente que a través de los alimentos sea posible lograr que mejore el funcionamiento de nuestro cuerpo. Pequeños males como la fatiga, el estrés, el insomnio, la falta de ánimo o de fuerzas físicas encuentran remedio con una adecuada dieta alimentación.
Conseguir efectos muy concretos a partir de la alimentación no es tarea de un día. Los alimentos, además de los elementos nutritivos físicos, contienen pequeñas proporciones de otras sustancias químicas que actúan muy lentamente sobre los procesos (químicos también) de nuestro metabolismo. Tan solo los efectos de ciertos excitantes como la cafeína de café, se perciben de inmediato. Pero a nadie se le ocurrirá mejorar su circulación sanguínea en una semana con sólo echar perejil triturado en sus ensaladas y verduras, por más que esta hierba tenga conocidas propiedades. Serán precisas una atención cuidada y también una alimentación cuidada durante largo tiempo para conseguir los efectos pretendidos.
VENCER LA FATIGA
Tal vez pretendes seguir un ligero entrenamiento cotidiano que te prepare para un esfuerzo físico los fines de semana y compensar de éste modo una vida sedentaria y observas, con desaliento que la fatiga te invade al menor esfuerzo, que te sientes incapaz de realizar ejercicio continuado (aeróbico), que las fuerzas te abandonan sin remedio.
La dietética viene en auxilio del esfuerzo físico. Con una mínima planificación alimentaria podrás vencer la fatiga y aumentar tu resistencia aeróbica, sin que por ello se resienta tu peso.
Durante una prueba deportiva, una sesión de gimnasio, natación o body building (entrenamiento con pesas), puedes mantener la forma física absorbiendo primero azúcares rápidos, seguidos de otros más lentos. Para lograr recuperar fuerzas de inmediato, nada mejor que un zumo de naranja natural de inmediato, rico en vitamina C y estimulante. Para recuperarse del esfuerzo, el almuerzo que sigue al ejercicio físico debe contener hidratos de carbono pero de los llamados de absorción lenta: pasta italiana, legumbres cocidas, etc.
Si los fines de semana practicas un deporte de equipo o juegas al tenis durante horas, pero sientes como te flaquean las piernas, no achaques el mal a los años o a la falta de preparación. Aprovecha las pautas intermedias para comer algunos frutos secos, un poco de chocolate o beber zumo de frutas. Prepárate para una sesión deportiva intensa y de fuerte ritmo con una comida previa abundante (al menos tres horas antes del ejercicio), rica en carbohidratos. Son desaconsejables, por lo tanto esos partidos de tenis casi al alba, con el estómago casi vacío, mejor levantarse unas horas antes, tomar un desayuno copioso y energético y reservar pista para un poco más tarde. Verás como la fatiga ya no se pone de manifiesto y como rindes más en el campo, venciendo a tu adversario.
CONTRA EL CANSANCIO
El cansancio de los lunes tiene una justificación psicológica. Pero cuando cada día de la semana se presenta con cara de lunes, y el cansancio se vuelve cotidiano, sin que nuestra salud sea la causa, es más que probable que un ejercicio físico moderado y una dieta equilibrada de refuerzo operen milagros. Tal vez ese desánimo tenga como motivo una alimentación irregular, una carencia de ciertos principios nutritivos.
Si no tienes problemas de peso un hombre debe conseguir 3.000 calorías por día y una mujer en torno a 2.500. Pero lo esencial para mantener el equilibrio no es el número de calorías, sino su composición. En este caso, para luchar contra el cansancio que nos invade, la alimentación cotidiana debe estar compuesta de un 15 por ciento de proteínas (carne, huevos, pescado, etc.), un 30 por ciento de grasas y un 55 por carbohidratos. Más sencillo: esta composición se logra con unos 300 gr. de carne o pescado (vale todo desde sardinas, hasta hígado de ternera), 400 gr. de leche o productos lácteos, 300 gr. de pan integral (por la fibra y los minerales), una o dos piezas de fruta y otros 250 gr. de verduras. Existe la posibilidad de combinar y sustituír a voluntad los alimentos, siempre dentro de la misma categoría, pasta italiana en vez de pan, mayor variedad de pescados, yogur en lugar de leche.
Cuando hablamos de depresión lo hacemos con la interpretación del lenguaje popular, refiriéndonos a una apatía y una desgana ante todas las cosas, a una falta de interés, y no en el sentido médico del término ¿Necesitas un ligero estímulo para favorecer la actividad? Mejor que pasarse por la farmacia será repasar la lista de aquellos alimentos con propiedades estimulantes que, al incluírlos en la dieta habitual, acaban por producir también efectos positivos, sin las consecuencias negativas de muchas medicinas
REMEDIOS CASEROS; VERDADES Y MENTIRAS
La sabiduría popular ha consagrado algunos principios sobre la actuación de los alimentos como medicinas. Muchos están basados en argumentos ciertos. Es verdad que consumir zanahorias actúa en beneficio de la visión, por ejemplo. Otros, sin embargo, son imposibles llevar a la práctica porque la presencia de elementos químicos es tan reducida que sería necesario ingerir toneladas de algunos ingredientes para lograr el efecto deseado. Un tercer grupo de "virtudes" de los alimentos se inscribe en el terreno de la leyenda. La utilización del sentido común de las propiedades de ciertos alimentos no debe descartarse por definición.
Pero conviene rechazar cualquier propuesta aberrante de dieta claramente desequilibrada, por más que con ello se aspire a tener un hijo varón (no está comprobado científicamente que se pueda intervenir en el sexo de lo hijos a través de la alimentación de la mujer en el momento de la concepción, o que el consumo de carne potencie la agresividad). Bueno, debe ser parecido al tema misterioso del agua y mi padre que cura las gripes.
Comentarios
Publicar un comentario