¿ES POSIBLE ALCANZAR LA ESTABILIDAD LABORAL?
"Todos tenemos la semilla de la excelencia en cada uno de nosotros, pero
no germina porque no la dejamos e insistimos en defender viejos hábitos
que favorecen la mediocridad"
John Naisbitt uno de los hombres más ricos del mundo dijo en alguna oportunidad, “todos debemos reinventar lo que estamos haciendo, es una cuestión de supervivencia”.
Está claro que el mundo está viviendo grandes cambios de los cuales
somos testigos, razón por la que a veces hay que preguntarse, ¿de qué debemos
sorprendernos?, si de las nuevas cosas que aparecen o de la rapidez en
que se vuelven obsoletas. Lo único claro es que este tipo de
transformaciones afectan nuestro estilo de vida, pues cada vez
encontramos nuevas y mejores formas de hacer las cosas, más rápidas, más
eficientes y a un menor costo.
LO UNICO CONSTANTE ES EL CAMBIO
En los últimos años se han producido grandes cambios en la historia de
la humanidad y a nivel empresarial este fenómeno no es ajeno.
Actualmente, las organizaciones requieren personas con pensamientos más proactivos que se adapten a las nuevas realidades del día a día, que demuestren más competitividad y respondan satisfactoriamente a los desafíos de la vida empresarial, familiar y social.
A pesar de los cambios que se siguen presentando y de la evidencia de
que el desarrollo nos involucra directamente a todos, pues nos vemos
afectados por las megatendencias que se imponen en el mundo, hay muchas
personas que aun así prefieren no ver lo que ocurre a su alrededor; no notan la diferencia entre el ayer y el hoy, y más preocupante, la diferencia entre el hoy y el mañana.
En este contexto, estos cambios afectan y afectarán las formas de
comportarse de las empresas y los individuos, ya que los nuevos
productos hacen que vivamos la vida de una manera distinta a como la
llevábamos antes y quienes no se adapten a estas transformaciones formarán parte del ayer y quedarán relegados en la obsolescencia (en el olvido y en la nada);
lo que no es del todo malo, básicamente porque como lo dice la Teoría
de las Especies de Darwin haciendo efecto en el mundo empresarial: en
una evolución natural que es auto excluyente y la vez incluyente,
cualquier empleado, en el sector en el que se desenvuelva, ha de dar lo
mejor de sí mismo por dos razones fundamentales. Una por él mismo, por
la sana obligación que tiene cada quien de superarse y mejorarse como
ser humano. Y dos, ha de tener en cuenta que lo que no haga, hay otros que sí lo harán, por
lo cual, si desea sobresalir no sólo debe prepararse para tal fin, sino
también dar resultados de alto nivel si quiere permanecer y destacarse.
De lo contrario, se dará el proceso de selección natural y quienes no den aportes significativos serán reemplazados.
En el campo empresarial debe considerarse que en nada es favorable hacerle eco a la mediocridad y menos fomentarla.
Entre otras razones porque ese tipo de conductas que no contribuyen con
el desarrollo del individuo tienden a ser crecientes, es decir, con el tiempo la improductividad se hace mayor.
En este punto, cabe destacar que tampoco se debe aceptar la actitud competitiva del tipo “aplasta todos”,
pues ésta es otra muestra de mediocridad que igual será excluida,
siendo desplazada por los mejores, aquellos que saben relacionarse,
socializar, respetar al equipo y son capaces de celebrar las diferencias
y los buenos resultados ajenos.
El cambio personal precede al organizacional. Es decir, personas
excelentes generan empresas excelentes. Lo
irónico es que todos tenemos la semilla de la excelencia en cada uno de
nosotros, pero no germina porque no la dejamos e insistimos en defender viejos hábitos que favorecen la mediocridad.
La estabilidad tiene varios elementos que la componen y uno de éstos
lo posee quien tiene la fortuna de contar con un empleo, pues al tenerlo
es el principal protagonista y artífice de su propia permanencia. No
deja de ser sorprendente pero en pleno siglo XXI aún siguen existiendo mares de individuos altamente competentes en defender sus incompetencias y con esa “habilidad” logran mantener sus puestos en la compañía.
En los cambiantes tiempos de hoy, lograr tener un puesto aunque es
importante no es suficiente, pues el hecho de obtenerlo si bien es un
logro, no es el más trascendental. Como reza el dicho popular: “Lo importante no es llegar sino mantenerse”, pero mantenerse bien.
¿COMO LOGRAR LA EXCELENCIA?
- Trabajar porque se ama hacerlo, porque se ve en esta opción la posibilidad del desarrollo personal y familiar y con esta actitud asistir a trabajar.
- Conocer cuáles son las expectativas que se tienen respecto al desempeño personal. Es increíble pero las responsabilidades adquiridas son con el tiempo olvidadas por muchos, que aunque quieren conservar su estabilidad, pasan por alto este importante detalle.
- Caminar un kilómetro más. Aunque sea una frase repetida en muchas ocasiones, es la actitud de aquel que va más allá y que fácilmente se hace candidato no sólo a perseverar su trabajo sino quizás a ganarse un ascenso.
- No convertirse en un problema. Las personas problemáticas, negativas y conflictivas terminan siendo un fastidio en cualquier parte y la reacción típica respecto a éstas es el rechazo.
En economías como la nuestra si no nos colocamos por encima de la media, estamos llamados como la teoría de Darwin a desaparecer del panorama laboral
y esto es así porque básicamente encontramos gente nueva cada vez más
dispuesta en niveles de preparación superiores. De aquí la importancia
de identificar cuáles son esas conductas que favorecen la excelencia en nuestro actuar y llevarlas a cabo.
Cada momento que se nos presenta es una oportunidad única para mejorar,
para seguir en el proceso de la excelencia y de la realización. No los
pierdas y aprovecha cada situación, pues tu vida laboral será tan
brillante como lo desees. No olvides que la mejor recomendación
profesional que alguien puede tener es la combinación del trinomio
perfecto: una excelente actitud que le hace ser un gran ser humano, excepcional desempeño y por supuesto, buenos resultados.
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