ESTO ES LO QUE HAY DETRÁS DE LA MODA RÁPIDA
"El 97% de la producción de ropa viene de países en vías de desarrollo como Bangladesh, Vietnam, Camboya o Brasil."
Modelos delgadas y bellas vistiendo ropa hermosa es lo que vemos en la publicidad, en las pasarelas
del Fashion Week y en las revistas de moda y quizá pensemos que todo es
como un cuento de hadas color de rosa, que probablemente si compramos
esas prendas lograremos sentirnos más felices. Es la historia del consumismo sin fin, queremos más y más y jamás será suficiente para sentirnos satisfechos.
Pero qué hay detrás de esas blusas peplum
que acentúan la cintura y cuestan menos de 30 euros, de esas faldas
asimétricas que estilizan la figura y que sorprendentemente podemos
encontrar por 80 ¿Es acaso la democratización de la moda quien nos
permite comprar entera para una temporada por menos de 300 euros? Definitivamente quedó atrás la época en la que sólo las clases
nobles y burguesas podían llevar vestidos de tendencia como los que
usaba la reina María Antonieta y la corte francesa.
El diseño de modas
era hasta hace pocas décadas algo inaccesible para la mayoría de la
población. Aunque las marcas de alta costura como Chanel, Dior y Yves
Saint Laurent (que se caracterizan por el trabajo artesanal de las
prendas, contar con los mejores modistos y las mejores materias primas),
siguen siendo un lujo para las masas, la industria de la moda rápida permite vestir diseños de alta costura por un precio ridículo.
Justo a tiempo
En la década de los 80, gracias a la globalización económica,
la industria sufrió un cambio revolucionario en su producción, pues se
descubrió que los procesos de fabricación podrían ser más simples,
cortos y baratos, y así que se podrían lanzar más colecciones de ropa al
año. Con ello vino una aceleración desproporcionada en la fabricación
textil.
Actualmente, ZARA tarda entre siete días y un mes para presentar una nueva colección. Se trata de la pionera del sector, creada en en 1975 por Grupo Inditex, fundado por Amancio Ortega Gaona. El
éxito que consiguió entre sus consumidores fue consecuencia de la
facilidad de adquirir sus prendas por su costo y la gran cantidad de
líneas estrenadas al año.
La sueca H&M; y las también pertenecientes a Grupo Inditex, Berskha, Pull and Bear, Massimo Dutti y Stradivarius, son
parte de la enorme cadena de marcas de moda rápida que facilitan a los
consumidores vestirse en tendencia y adquirir prendas y accesorios que
los hagan parecerse a las estrellas de cine sin la necesidad de gastar
excesivas cantidades de dinero. Sin embargo, tiene algunas
consecuencias destructivas que muchos aún ignoran .
El 24 de abril de 2013, el edificio Rana Plaza de Bangladesh, que
funcionaba como fábrica en el citado país, se derrumbó como
consecuencia de las precarias condiciones en las que se encontraba
dejando un saldo de mil 127 muertos y 2
mil 437 de heridos. El edificio fue declarado inhabitable un día antes
del accidente debido a las grietas que aparecieron en su estructura,
pero a los trabajadores se les dio la orden de asistir a
su jornada laboral normal. Este hecho llevó a muchos empleados a alzar
la voz y exigir mejores condiciones y sueldos, y algunos medios a posar
su atención en el tema.
Se estima que alrededor del mundo existen 40 millones de obreros textiles,
no obstante 85 % son mujeres y la mayoría son menores de edad. Además,
el 97 % de la producción de ropa proviene de países en vías de
desarrollo como Bangladesh, Vietnam, Camboya, Brasil.
Estragos medioambientales
Una consecuencia de la excesiva producción de ropa son los daños que produce al medio ambiente. De acuerdo con una investigación realizada por Greenpeace
en el 2012, algunas marcas como Calvin Klein, Diesel, Esprit, Gap,
H&M, Jack & Jones, Levi’s, Mango, Marks & Spencer,
Metersbonwe, Only, Tommy Hilfiger, Vancl, Vero Moda, Victoria’s Secret y
Zara, utilizan sustancias químicas peligrosas para la salud en sus
textiles, que además provocan una brutal contaminación en el agua: como el nonilfenol, PFC y ftalatos (los dos últimos se consideran peligrosos para el ser humano también).
La industria textil es la responsable del 20 % de la contaminación acuífera. El río Citarum, ubicado en Indonesia, es el más contaminado del mundo, debido a que es utilizado como depósito residual de las fábricas.
Se producen 52 temporadas de ropa al
año, así que el consumidor promedio americano adquiere más ropa al año
de lo que se consumía en décadas anteriores. Las prendas, al ser más
baratas, se rompen con facilidad y los consumidores las desechan después
de algunas lavadas, generando gran cantidad de basura que tardará años en descomponerse.
¿Qué hacer al respecto?
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