¿QUE ES EL NESTING?
Nesting o la necesidad de "anidar" en casa: la nueva forma de pasarlo bien
De un tiempo a esta parte el hogar se ha convertido en ese espacio que anhelamos para "escapar" de las exigencias de la vida cotidiana. ¿Cuáles son los motivos?
"¿Qué hiciste el fin de semana?", es la típica pregunta que hacemos –o que nos hacen– el lunes en la oficina. Hasta hace muy poco existía la presión de haberlo pasado bien, haber usado al máximo nuestro tiempo y, lo más importante, salir.
¿Y si no hicimos nada? ¿Y si la respuesta es "hice una tarta", "corté el césped", "cambié una planta de macetero"? Bueno, tendremos que acostumbrarnos a que ese sea el mejor panorama
del fin de semana. Dados los tiempos que corren, las personas quieren un
refugio donde anidar (nesting en inglés), donde vivir momentos de
tranquilidad, donde poder leer con la tranquilidad de que no hay
amenazas de por medio.
Hablamos de una tendencia que cada vez es más vista y en la que tal vez estamos incluidas, probablemente sin tenerlo consciente.
"Más que una tendencia es la respuesta a la calidad de vida que
llevamos", señala la psicóloga Dominique Karaharian, de la Universidad
Mayor. Correr toda la semana, cumpliendo la serie de exigencias que
tenemos, nos desgasta a tal punto que una vez que llegamos a la casa no
queremos salir de ella, es como si estuviésemos "en capilla" por
momentos; momentos escasos, por cierto.
La psicóloga explica que la filosofía de Byung-Chul Han, de la cual
nació un best seller, afirma que la sociedad occidental está sufriendo
un silencioso cambio de paradigma: el exceso de positividad está
conduciendo a una sociedad del cansancio. Según el autor, toda época
tiene sus enfermedades emblemáticas.
En el pasado fue el periodo
bacterial, que tocó a su fin con la invención del antibiótico... El
comienzo del siglo XXI, desde un punto de vista patológico, no sería ni
bacterial ni viral, sino neuronal. La depresión, el trastorno por el
déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la
personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) definen
el panorama de comienzos de este siglo. Estas enfermedades no son
infecciones, sino estados patológicos que siguen a su vez una
dialéctica, pero no una dialéctica de la negatividad, sino de la
positividad, hasta el punto que cabría atribuirles un exceso de esta
última.
Inmersos en esta sociedad estamos sobrexigidos e hiperconectados, lo
que no nos deja el espacio necesario para lograr descansar de verdad
nuestra mente. "Respondemos a un modelo que está centrado en la
producción y no en el bienestar", explica Karaharian.
EL AUGE DE NETFLIX
¿Qué es lo que haces el fin de semana? Podría ser un día de pijama, salir a caminar sin rumbo, bañar a tu perro o compartir un rico picoteo con alguien especial. Todo sin moverte de tu confortable hogar. Se entiende –en este contexto– que empresas como Netflix se hayan convertido en verdaderos monstruos de la creación. Y es que ver maratones de series, estar acostada hasta tarde, cocinar algo rico, estar más contactada con nuestras cosas, vivir el momento y disfrutar de lo que tenemos parece ser lo que más anhelamos hoy. Minutos de paz. Pero para lograrlo no basta sólo con instalarnos el fin de semana completo dentro de nuestras adoradas 4 paredes; necesitamos también dejar fuera los aparatos que nos conectan con el mundo de afuera.
Dominique Karaharian invita a tener un mayor contacto con la
naturaleza y también mayor conciencia de nuestro cuerpo, de estar con
nosotros. Es comprensible entonces que disciplinas como la meditación y
el yoga, que si bien son antiguas, se hayan adaptado muy bien a la vida
occidental por lo mismo: la búsqueda del silencio.
El diario El Mundo , por ejemplo, cita algunos estudios que muestran la creciente necesidad de desconectarse de "el resto" y conectarse con uno a través de lo que hacemos aquí y ahora.
El diario El Mundo , por ejemplo, cita algunos estudios que muestran la creciente necesidad de desconectarse de "el resto" y conectarse con uno a través de lo que hacemos aquí y ahora.
COCINAR
El que los libros de cocina y pintura sean de los más vendidos en
Europa tiene que ver con lo mismo. "La cocina ya es una herramienta
terapéutica popular en países como EE.UU o Reino Unido. De hecho, de
todas las terapias ocupacionales para combatir la depresión, la
repostería ha demostrado ser una de las más eficaces, según un estudio
publicado en el British Journal of Occupational Therapy.
Por su parte,
entregarse al placer de una buena novela reduce el riesgo de demencia,
según BMJ. Pero si lo que le roba la paz es el estrés del día día, un
estudio de Journal of Health Psychology se inclina por recomendar "la
jardinería en la terraza, que baja los niveles de cortisol (hormona que
lo provoca) en mayor medida que la lectura", detalla el medio español.
¿Y aburrirse?
Incluso ese sentimiento es válido a la
hora de descansar, puede ser el punto de partida para volvernos más
altruistas y empáticos, detalla una investigación llevada a cabo por
científicos de la Universidad de Limerick (Irlanda).
El nesting, de alguna, manera ha influenciado las distintas áreas de
la vida. En ese sentido puede verse cómo el diseño de interiores también
ha visto un potencial en volver los hogares más confortables, como
refugios de fin de semana. El concepto "mi casa es mi mundo" ha llevado a
que muchas firmas extranjeras descubran la manera
de enfocar sus esfuerzos en crear ese tipo de ambientes.
"No es necesario que salgas de casa. Quédate en tu mesa y escucha",
decía Franz Kafka https://es.wikipedia.org/wiki/Franz_Kafka en "Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la
esperanza y el camino verdadero".
EL EQUILIBRIO
El motivo que nos lleva a querer estar solos es determinante para saber si obedece a un sentimiento propio del cansancio o si es por algo más. Aislarse en sí no es saludable; si la razón es porque no quieres interactuar con gente puede que tengas una fobia que no has tratado. A su vez, el estar en casa no tiene por qué significar que no tendremos contacto con otros seres humanos, sino tener la tranquilidad para disfrutar de lo que nos ofrece la vida, con calma, sin mensajes instantáneos, pudiendo mirar a la cara a quienes nos hablan, ver lo que tenemos al lado.
El motivo que nos lleva a querer estar solos es determinante para saber si obedece a un sentimiento propio del cansancio o si es por algo más. Aislarse en sí no es saludable; si la razón es porque no quieres interactuar con gente puede que tengas una fobia que no has tratado. A su vez, el estar en casa no tiene por qué significar que no tendremos contacto con otros seres humanos, sino tener la tranquilidad para disfrutar de lo que nos ofrece la vida, con calma, sin mensajes instantáneos, pudiendo mirar a la cara a quienes nos hablan, ver lo que tenemos al lado.
La inmediatez y la
exigencia de estar siempre disponibles porque contamos con los
dispositivos de manera generalizada, puede ser una de las cosas que más
nos cansan y agobian. Es tiempo de reconectar, de pensar en ti y de
parar. Leer los estados de otros en las RR.SS, o contestar a algunos de
los montones de grupos que tenemos en WhathsApp, es una manera de seguir
"en el exterior". ¿Qué importa si dejamos visto el mensaje? Eso ya es
una presión, el sólo pensar que el otro podría molestarse. ¿Y si no
queremos contestar en ese momento? No hay que sobreexigirse, mentalmente
no podemos estar en todo.
Comentarios
Publicar un comentario