NADA EN EXCESO: EL SECRETO DE LA FELICIDAD

NADA EN EXCESO: EL SECRETO DE LA FELICIDAD

   NADA EN EXCESO: EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Haz que el barco de tu vida sea ligero, cargado sólo con lo que necesitas, una casa familiar, placeres sencillos, uno o dos amigos que merezcan tal nombre, alguien a quien querer y que te quiera, un gato, un perro, y una pipa o dos, suficiente comida y el abrigo necesario, y un poco más de la bebida que precisas, porque la sed es una cosa peligrosa
Jerome Klapka

La felicidad consiste entre un equilibrio entre las necesidades y los medios que hay que poner para satisfacerlos. El rico no es el que tiene mucho, sino el que no le falta de nada para sentirse bien: satisfacción de unas necesidades sensatas, una economía para cada instante, una sabiduría suficiente para entender la vida y serenidad para vivirla.
                                                
                                    
           


A pesar de la crisis, las guerras, las enfermedades incurables, aún  a pesar de la creciente curva de desempleo y de la maquiavélica limpieza étnica que recorre el mundo, hay gente que se ha propuesto ser feliz. No con aires triunfalistas, sino produciéndose todos los días hormonas de felicidad minimalista. Y esta producción parece que empieza a ser un valor en alza.

El 88% de franceses se declaran felices, según una encuesta masiva, y parece que bien controlada de la revista Le Nouvel Observateur. Y su felicidad consiste en sentir, vivir, acumular pequeñas cosas simples, cotidianas, que no necesitan grandes fortunas y que proporcionan "la doucer de vivre" (el gozo de vivir).

La vida es según como se mire: una persona puede no tener nada y no conocer la frustración; por el otro lado de la película algunos que tienen mucho no conocen la felicidad. ¿Podríamos entonces sacar la conclusión de que la felicidad del pobre es vivir la vida al día y no agobiarse por ello?

                                     

Pero ¿Quién es capaz de frenar el pensamiento y no angustiarse por el futuro?.

¿Por qué los franceses se declaran satisfechos? ¿acaso tienen el sentido común necesario para detenerse a tiempo y saber vivir con lo que tienen, que no es poco? Aquí todavía corremos obsesionados detrás del euro , e incluso alguno se suicida cuando le parece que no gana bastante (esto no sirve para situaciones de exclusión social, personas que han perdido su casa, que no llegan a fín de mes para comer y otras lacras que asolan nuestro país). Todo reside en definir cuanto es bastante.

Ser feliz, a lo mejor consiste en algo tan simple como sentir el aire, contemplar la luz, notar la piel que se tiene al lado, saborear un buen café y cortar un tomate jugoso; todo lo que se añada, ya es propina. Lo normal, dado que la existencia es un puro azar, es que la mayor parte de las cosas salgan de cualquier manera sin corresponder a los deseos de los que pretendemos vanamente imponer la voluntad individual sobre el azar.

                                 

Lo natural es que las cosas salgan mal, o por lo menos no como uno quiere, y los raros momentos en que los planes se cumplen de verdad son verdaderas propinas del destino.

El destino y el temperamento son dos palabras clave para describir una misma cosa: " según se lo tome uno, el destino se verá favorable o funesto, es cuestión de temperamento".


                                



Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IMPORTANCIA DE SABER VESTIR EN TODO TIPO DE ACTOS

UN REGALO PARA EL DÍA DE LA MUJER. TATUAJES DE HADAS PARA MUJERES SOÑADORAS Y MÁGICAS.

ANALISIS DE LOS TIPOS DE TEJIDO DE LAS PRENDAS DE VESTIR