CUANDO LOS CELOS QUIEBRAN NUESTRA AUTOESTIMA
LA NATURALEZA DEL AMOR
El amor tiene su cara oscura y perversa. Y ocurre que a veces tiene unos tentáculos siniesros que ahogan cualquier ápice de felicidad. La ruina y el desastre de la pareja, en la que uno de sus miembros sufre algún mal de amor, es más frecuente de lo que imaginamos.
Y es que las expresiones de afecto, el amor, no siempre tienen que ver con la ternura, la generosidad y el desprendimiento. A veces, se revisten de tonos agresivos, incomprensibles y patológicos.
Hay seres humanos adictos al amor, que necesitan siempre estar enganchados en una relación pasional, vehemente y voluptuosa. Cuando ésta termina, que suele ser como máximo a los dos años, sienten la necesidad irresistible de cambiar de pareja y comenzar una nueva relación con otra persona. La fase inicial de este tipo de amor suele caracerizarse por lo que hemos denominado "amor pasional", que conlleva una gran excitación psicológica con determinadas sustancias químicas cerebrales, una sensación continua de novedad y un gran dolor cuando el amado/a está ausente.
Sus reacciones son similares al síndrome de abstinencia que sufre un adicto a las drogas. Esta " adicción al amor" constituye un mal de amor de muy difícl tratamiento ( de hecho los adictos a diferentes sustancias, lo suelen sufrir paralelamente a su adicción) e incapacita a la persona que lo sufre a desarrollar una relación estable y duradera, dejando a muchos tirados por el camino.
Los celos, no son en ninguna de sus maneras, una muestra de amor profundo, ni tienen que ser, en principio, síntomas de trastorno mental. En realidad son la expresión de una idea irrracional en la que se confunde amor con posesión. Diversos estudios han demostrado que los celos son más frecuentes en personas inseguras, con baja autoestima y muy dependientes de su pareja.
Los celos son destructivos en cualquier relación amorosa. El miedo a perder el amor que uno recibe de otra persona genera ansiedad, malestar, desconfianza, inseguridad en las decisiones que se tomen que se tomen con respecto al proyecto amoroso común...y hay casos en que llega a matarlo. Su característica principal es que son una respuesta a una amenaza, real o no, que se ha percibido del exterior.
Sociólogos y antropólogos piensan que los celos en sí mismos no son anormales ni patológicos, ni tampoco fruto de la inmadurez o un desarrolo alterado de la personalidad.
Piensan que son producto de una cultura, de una educación y de cierta experiencia personal y común a todas las sociedades y una consecuencia más o menos natural, de la relación sexual y afectiva de las personas. En estudios posteriores se observó que las personas celosas, pertenecientes a una cultura u otra, eran más proclives a generar ideas irracionales, tenían una alta dependencia de campo ( es decir, no eran capaces de desarrollar una independencia afectiva y personal), eran inseguras e indecisas y entendían la relación amorosa como posesión.
Estos rasgos de personalidad que quiebran cualquier sentimiento sereno suele generar a la larga estados de insatisfacción e inquietud emocional que impiden el crecimiento de un amor basado en respeto y confianza mutua. En algunos países hasa han llegado a prosperar las "Clínicas de Celos" para tratar los casos en los que este sentimiento se descontrola y llega a "machacar " la vida emocional.
A veces se han defendido los estados agudos de celos, con la teoría que eran producto del alcohol, pero no ha sido respaldada por la investigación ni tampoco por la experiencia clínica. La mayor parte de las escenas y crímenes por celos se producen sin que se haya consumido una gota de alcohol u otras sustancias (esa es la justificación de los abogados que defienden a los asesinos/as, cuando realmente estas personas ni siquiera tienen tratornos psicopatológicos graves).
Por otra parte, hay estudios que indican que los celos están asociados a estados depresivos en el 66% de los casos, pero en una gran propensión de estas personas, la depresión es consecuencia de los celos y no al contrario.
Y es aquí, cuando los celos se dan en su estado puro, cuando es más difícil su tratamiento, cuando los celos son una quiebra de la autoestima. Por lo cual podíamos concluír que los asesinatos y otras agresiones sufridas por personas a causa de los celos no provienen de ninguna patología u otra enfermedad sino que simple y llanamente es lo que se ha venido en llamar:
"La/ lo maté porque era mío/a". Triste realidad que, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, asociaciones de ciudadanos, personas de a pié se siguen sucediendo, no agrediendo sólo a la pareja, sino extendiéndose a hijos de corta edad y estos asesinos y maltratadores de tres al cuarto, digo yo por qué en vez de matar ni agredir a nadie, se autoinmolan o se autoagreden y hacen así un servicio a la sociedad.
Comentarios
Publicar un comentario