UN DECÁLOGO PARA CONECTAR CON LA VITALIDAD
CONECTAR CON LA VITALIDAD
Hay momentos en los que a pesar de la evidencia de estar vivos, tenemos la sensación de perder la conexión con la propia vitalidad. Se nos escapa esa energía de arranque que nos mueve, nos enzarzamos en la rutina o directamene nos invade una sensación depresiva. Cuando esta sensación se convierte en un ritual, merece la pena echar un ojo a las siguientes facetas:
1) HISTORIAS DE FANTASMAS: Somos quienes somos gracias a nuestra historia, pero también a pesar de ella. Nuestros modos y maneras de estar en el mundo tienen historia y, a menudo reaccionamos al mundo actual como lo hacíamos cuando aprendimos esas estrategias. Cuando tratamos a una persona nueva con la desconfianza, la precaución o el miedo de otras épocas, puede que estemos viviendo historias de fantasmas y ha llegado el momento de dar un paso más
2) PRESENCIA: Dar un paso más hacia la presencia en nuestro presente. Con total seguridad no somos aquella persona que fuímos, hemos cambiado y nuestras circunstancias también lo han hecho. Por tanto la situación actual ofrece oportunidades actuales sobre las que decidir hoy.
3) ESPACIO PROPIO: Para decidir hoy, hay que caer en la cuenta de una evidencia: por el hecho de ser individuos, tenemos un espacio propio en el mundo, y a pesar de que nos parecemos, tenemos unas caraceristicas, necesidades, formas de pensar y una creatividad únicas en su combinación, por lo que debemos ocupar una parcela única donde podamos conectar con nosotros mismos
4) EJERCICIO FÍSICO: Somos nuestro cuerpo, y todo lo anterio no existe sin nuestro cuerpo, preparado durante cientos de miles de años de evolución para recorrer el espacio, explorarlo, moverse por él para cubrir nuestras necesidades y alcanzar lo que hay más allá. El movimiento físico abre la puerta al movimiento cognitivo por la cantidad de cambios biológicos que afectan directamente al cerebro. Hay estudio realizados, que las personas que realizan un ejercicio físico de intensidad moderada, crea más fácilmente nuevas sinapsis neuronales, que las que no lo practican.
5) CIERTA INGENUIDAD: Dicen que un perro viejo no aprende trucos nuevos, a no ser que mantenga la ingenuidad hacia lo que no conoce. La vida se nos queda sin expectativas cuando lanzamos las mismas visiones sobre el mundo que nos rodea, y la curiosidad se convierte en recelo. Merece la pena despertar de nuevo el beneficio de la duda sobre lo que hemos creído conocer por completo. Estas nuevas actitudes de curiosidad y cambio, a veces no vienen por ciencia infusa (a no ser que uno sea un aprendiz de pensador), sino que hace falta que acontecimientos vitales felices o desgraciados nos hagan remover nuestros valores.
6) EXPRESIÓN: El miedo nos paraliza, eso lo hemos sentido todos: en mayor o menor medida constriñe nuestro movimiento y la expresión de nosotros mismos, nosotras mismas. Recuperar la vitalidad pasa por expresar a las personas de nuestro alrededor nuestra manera de ser únicas, únicos, como una forma de expandirnos, de estirarnos, como después de una larga siesa veraniega. Si estamos rodeados por personas a las que no podemos mirar a los ojos y decir nuestra verdad y mostrarnos como realmente somos, sin máscaras, probablemente no merezcan que ocupen un lugar en nuestras vidas.
7) SENTIDO: Esa expresión espontánea de nosotros mismos, con la ingenuidad de buscar algo distinto, siempre genera un impacto en nuestro mundo alrededor. Y de esa interacción surgen encuentros, actividades o posibilidades que probablemente estén más en consonancia con nosotros y adquieran sentido por dentro.
8) IMPLICACIÓN: Cuando encontramos ese sentido y puede tratarse de una persona nueva que acabamos de conocer, de una actividad que descubrimos que nos gusta ( yo llevo un tiempo haciendo ganas para apuntarme a un club de lectura), de una forma de trabajar que tiene más sentido dadas nuestras circunstancias, sea como fuere, merecerá la pena arriesgarse e implicarse un poco más, aunque al principio sea unidireccional por nuestra parte. Si te gusta ayudar a los demás, recomiendo el voluntariado.
9) PASIÓN: Es la implicación con aquello que tiene sentido desde dentro lo que nos apasiona y nos pone en contacto con la fuerza motriz que llevamos dentro, un deseo común en los seres humanos de ir más allá, de descubrir y aprender. Es lo que hace avanzar a la humanidad en todos los sentidos. Confíemos que este avance nos lleve a un mundo mejor. Mejor en el sentido de que nos acordemos de los valores positivos que nos lleve a una mayor calidad de vida de las personas, de todas las personas; aunque el concepto calidad de vida tenga un sentido diferente para cada uno de nosotros.
10) RELACIONES ÍNTIMAS: Todo esto no tendría mayor sentido sin las relaciones con las personas importantes. La vitalidad se sustenta en el disfrute compartido y, por tanto, la inclusión del otro. Incluso cuando no podemos encontrarla (en algún momento llegarán), son las relaciones íntimas y de contacto las que nos dan la seguridad para empezar.
Comentarios
Publicar un comentario