LEYENDO CON OTRA MIRADA (II)
EL MODO DE LEER SEGÚN LO LEÍDO
Por el contrario, los lectores "flexibles" o "abiertos" suelen leer éste o aquel diario, a menudo alternando unos y otros, en una ojeada panorámica, reservándose la lectura de mayor interés, de una mirada o lectura rápida, las noticias más sobresalientes y "pasar por alto" lo que no les interesa. Esa, más o menos, suele ser la "técnica" del buen lector de periódicos. Y, a la vez, el formarse por sí mismo una opinión, una vez leídas las noticias del día y los editoriales y artículos de diversas firmas. Es decir: no pensar como el periódico leído; sí utilizarlo bien para formarse un personal estado de opinión.
¿Leemos de la misma forma los distintos géneros de la Literatura? ¿o leemos de forma diferente, según sea lo leído? ¿Hay distintas formas de leer?
LAS BIOGRAFÍAS
La biografía (= descripción de una vida) es considerada por algunos autores como "la lectura más provechosa y más universalmente grata, en especial la de los hombres y mujeres ilustres"
El género biográfico supone un gran trabajo de acumulación de materiales: más cuando el escritor ha llegado a recopilar cuanto necesitaba investigar y se encuentra en trance de comenzar su tarea de creación ha de convertirse en poeta para interpretar muy por encima del mero dato escueto, ya que la biografía ha de ser, a la vez, historia, poesía, novela, cuento, ensayo, crítica y erudición: un vasto y complejo mundo, en el cual se entremezclan todas las manifestaciones literarias a las que llamamos géneros.
La gran dificultad de la biografía consiste en que obliga a salvar lo insalvable: la distancia entre un ser humano ( el biógrafiado), y el otro (el biógrafo). Por eso, este último se ve obligado a dosificar muy bien la historia, la ficción, y sobre todo el ambiente y la penetración psicológica. A veces no todo es verdad en una biografía, y ésta es una de las razones posiblemente que ha permitido leerse siempre tan bien este tipo de obras, en las que sin duda alguna no todo es verdad.
El lector de biografías se hace quizá, más sensible a muchas y muy diversas actividades humanas: el arte, la ciencia, la política y otros muchos ambientes en los que ha transcurrido la existencia de un mundo variopinto de personajes.
Por todas estas circunstancias, la biografía es una lectura enriquecedora como pocas, por el mismo elemento sorpresa que contiene una vida humana y que tan sólo el detallismo de una biografía nos permite conocer. Ejemplos tenemos varios ya que la biografía de Beethoven nos permite descubrir que compusiera sus mejores piezas musicales ya sordo, o que el poeta Milton se valiera de sus hijas para transcribir sus poemas.
Estos datos o detalles contribuyen a que las biografías resulten aún más atrayentes.
AUTOBIOGRAFIAS
La autobiografía (=biografía escrita por uno mismo), junto con las memorias, cartas y diarios íntimos, constituye una forma literaria de revelación personal, aunque más subjetiva y quizá por eso todavía de mayor interés humano y documental.
La primera obra maestra de este género son "Las confesiones" de San Agustín: otros grandes modelos de autobiografías son, por ejemplo, " La vida de Benvenuto Cellini contada por él mismo" (1558), una de las obras más ágiles y vivaces que se han escrito jamás, tanto por lo que el gran escultor florentino decubre en ella a manera de rehabilitación como por el modo singular de contarlo y, por cierto, en la lengua toscana más pura de su tiempo: asímismo la Vida de Santa Teresa de Jesús, escrita por ella misma, se considera como el libro más profundo, denso y penetrante que existe en la literatura, " no hay prosa ni verso que basten a igualar ni aún de lejos se acerquen a cualquiera de sus capítulos".
Hay, de otra parte, momentos críticos o circunstancias especiales en los que el ser humano se ve empujado a referir su propia existencia. Unas veces por un natural deseo de autojustificación, como en la "Apología pro sua vita" (1864), del cardenal Newman; otras por la creencia, muy pausible, de que las propias experiencias pueden ser útiles a personas que atraviesan circunstancias análogas: tal es el caso de Helen Keler, la joven norteamericana que se sobrepuso a la terrible adversidad de quedarse ciega y muda, todavía muy niña, lo que reflea de una manera patética en "Historias de mi vida" (1903)
EL PERIODISMO
Se considera hoy el periodismo como un género literario y participa, por su propia diversidad, de todas las formas de la redacción y composición, si bien ha sido durante mucho tiempo, noticia y anécdota.
El periodismo de nuestros días tiene como fín esencial la información de los acontecimientos de actualidad y por ello le suelen caracterizar la brevedad, la adecuación a un público amplio, la amenidad y la fluidez, compatibles siempre con la amplitud de cultura y la facilidad para captar el interés de cada noticia, donde se deduce su gran influencia social como medio de comunicación.
El calificativo de "cuarto poder" atribuído a Edmond Burke y aplicado ya muchos años a la Prensa, evoca, por supuesto, esa capacidad de penetración que los contenidos informativos ejercen sobre los estados de opinión y especialmente sobre la vida pública.
Aunque hay antecedentes más lejanos, la Prensa propiamente tal, en su sentido moderno, se ha desarrollado principalmente en las Revoluciones fancesa y noteamericana. En nuestros días con el advenimiento de la radio, la televisión, Internet en todas sus formas, ya no es la reina incontestada de la comunicación.
Viene a ser, aunque todavía poderoso, un medio minoritario para personas más cultivadas. Frente a la prensa, que años atrás nos ofrecía las noticias durante el desayuno, en el almuerzo, en el metro o el autobús, hoy nos las dan continuamente, noche y día, la radio con sus voces y la televisión, con sus palabras e imágenes y en las últimas décadas la "Sociedad en red", donde todos nos hemos vuelto, sin quererlo, un poco periodistas.
Por un curioso mimetismo, esas voces, esas imágenes influyen en una cada vez más abundante de revistas ilustradas a todo color: es "la prensa para ver", que se impone hoy a "la prensa para leer" y de igual modo para completar la información audiovisual de la radio y la televisión y la visual de la Prensa de grandes titulares y fotos en color, hacen falta diarios donde cada información sea obra de un grupo de especialistas, siguiendo la fórmula ya empleada por diarios de prestigio como "Paris Match" o "Le Monde"
Por un curioso mimetismo, esas voces, esas imágenes influyen en una cada vez más abundante de revistas ilustradas a todo color: es "la prensa para ver", que se impone hoy a "la prensa para leer" y de igual modo para completar la información audiovisual de la radio y la televisión y la visual de la Prensa de grandes titulares y fotos en color, hacen falta diarios donde cada información sea obra de un grupo de especialistas, siguiendo la fórmula ya empleada por diarios de prestigio como "Paris Match" o "Le Monde"
El lector, en suma, puede hallar en la Prensa, ante todo información, pero también expresión de opiniones y pasatiempos. Si el lector es un investigador, un estudioso un erudito hallará en las revistas literarias y científicas los temas e informaciones más al día sobre cualquier materia, y en la Prensa del siglo pasado e incluso del siglo XXI, una fuente fundamental para la Edad Contemporánea: si tiene preferencias por la literatura hallará también artículos valiosos de grandes escritores. Y en la prensa española todavía más, porque es una Prensa literaria por antonomasia. Sin duda alguna, porque el escritor español ha tenido que colaborar en las revistas y periódicos para poder vivir. Ejemplos tenemos como por ejemplo: Larra, Gustavo Adolfo Becquer, Menéndez Pelayo, Clarín, Unamuno. Azorín, Ortega y Gasset y tantos otros. Aún sin reflejarlo, aludo de la misma forma de la prensa digital. No importa el vehículo de transmisión, me refiero igual a la forma que al fondo
Por el contrario, los lectores "flexibles" o "abiertos" suelen leer éste o aquel diario, a menudo alternando unos y otros, en una ojeada panorámica, reservándose la lectura de mayor interés, de una mirada o lectura rápida, las noticias más sobresalientes y "pasar por alto" lo que no les interesa. Esa, más o menos, suele ser la "técnica" del buen lector de periódicos. Y, a la vez, el formarse por sí mismo una opinión, una vez leídas las noticias del día y los editoriales y artículos de diversas firmas. Es decir: no pensar como el periódico leído; sí utilizarlo bien para formarse un personal estado de opinión.
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