EL CRECIMIENTO EN VALORES (III) LA SALUD EN EL NIVEL MENTAL Y RELACIONAL
LA SALUD EN EL NIVEL MENTAL
Siguiendo la idea principal de estos posts dedicados al Crecimiento en Valores, parto del primer axioma, que la idea de salud nace de la base de que la materia se forma a partir de la energía, de modo que cualquier malestar localizado en el cuerpo se ha producido antes en alguno de estos campos energéticos que recorren nuestro cuerpo:
- Físico
- Emocional
- Racional o mental
- Relacional
- Espiritual
Estos campos energéticos deben tener una relación equilibrada y armónica. También se observó que los términos salud y enfermedad se puede tratar desde diferentes enfoques: el de la medicina tradicional y el de la medicina holística (integral) que considera al cuerpo como un todo relacionado, de forma que si enferma alguno de los campos energéticos, enfermará todo el cuerpo físico y mental, este último es el enfoque en el que nos íbamos a basar y ya trabajamos sobre los Principios de Salud Física el lunes, los de Salud Emocional el miércoles y hoy viernes a ver si puedo resumir los dos que nos restan: el mental y el relacional ya que el espiritual me parece basado en creencias muy particulares e íntimas de cada individuo.
La dimensión mental se fortalece desde el estudio y la autosugestión: el poder de la mente es ilimitado y en ella reside el gérmen de todas las aspiraciones y requiere para su correcto desarrollo evitar ideas infecciosas, lo que viene a ser ganar coherencia en los pensamientos.
Una actitud mental correcta no se consigue de la noche a la mañana, es el producto de muchos esfuerzos personales, por ejemplo, interrogarnos sobre los motivos por los que hacemos las cosas y revisar sistemáticamente nuestras intenciones para crear una filosofía personal de vida más sabia.
La filosofía budista ha creado una definición de la realidad que puede ser muy útil para comprender el principio de la coherencia: el concepto de ausencia de existencia inherente. Todo lo que percibimos con nuestros sentidos es relativo y la idea que nos hacemos de las cosas, las personas o los fenómenos es siempre una idea propia y personal.
Por lo tanto, los pensamientos que nos llegan a la mente, además de convenciones, constituyen estados de energía positivos o negativos: es responsabilidad nuestra que la calidad de la energía que produzcamos y recibamos sea elevada y de signo positivo.
Esta teoría viene a confirmar que nuestra percepción es subjetiva y que la única certeza posible es la incertidumbre.
Una consideración de importancia para desarrollar esta dimensión consiste en no determinar mentalmente los objetivos propuestos: un exceso de racionalidad o de concentración en el objetivo nos aleja de su logro. Deepak Chopra afirma: "debemos mantener el deseo o la aspiración de nuestra meta, pero renunciar al resultado".
El nivel mental está formado por:
- La razón
- La intuición
Para razonar correctamente hay que dejar que la intuición funcione. ¿Se puede razonar una intuición? desde luego que no; uno puede razonadamente hacer algo porque ha tenido una intuición, pero ésta no es observable en el momento en que se produce; es como querer ducharse y secarse a la vez. El exceso de racionalidad anula la intuición y desemboca en el racionalismo.
Las personas que razonan bien dejan que la intuición se desarrolle y se apoyan en ella; de esta forma los estados paradójicos de creatividad no les causan ningún trastorno. Uno puede sentir que le llegan mil ideas al mismo tiempo, cuando necesita es resolver un problema concreto.
En este caso, la persona racionalista se agobia pronto y reprime su experiencia creativa, dirigiéndose hacia lo conocido; sin embargo la persona que sabe razonar, deja que esas ideas se ordenen solas y espera pacientemente a que llegue la solución al problema. Para que este proceso sea efectivo es necesario haber trabajado antes sobre la cuestión y comprobar si la solución escogida es la más adecuada.
Cuando se le da demasiado protagonismo a la razón se intenta predeterminar la experiencia que se vive desde la mente. El resultado es fustrante pues ni se vive ni se piensa. En el fondo del asunto reside el miedo a lo desconocido y la posibilidad de que esa experiencia nos cause dolor. Como ya hemos visto en los anteriores posts, tendemos a negar y reprimir emociones como el dolor.
La mente está compuesta por tres instancias principales:
** La Libertad: Permite decidir sobre las distintas opciones que se nos presentan
** La Inteligencia: Permite discernir la información del entorno que necesitamos para funcionar equilibradamente
** La Voluntad: Imprime energía para la puesta en marcha de las actividades
Necesitamos equilibrar estas tres instancias, para actuar eficazmente desde la razón; si no se produce este equilibrio:
- Un exceso de inteligencia, puede llevarnos al racionalismo
- Un exceso de libertad, puede llevar al libertinaje
- Un superávit de voluntad puede convertir el funcionamiento normal en voluntarista.
Y en el extremo contrario:
- Un déficit de inteligencia, puede conducirnos a no saber discernir lo que nos interesa
- Un déficit de libertad puede conducirnos a vernos incapaces de decidir y hacer siempre lo que digan los demás
- Un déficit de voluntad, puede conducirnos a la apatía y la desgana.
** LA CONCIENCIA CEREBRAL: según la cual se toman decisiones que responden a los intereses personales en forma de proyectos o ambiciones
** UNA DIMENSION SOCIAL DE LA CONCIENCIA: o conciencia socializada, según la cual la persona decide en función de lo que se espera de ella, según estereotipos sociales o roles culturalmente aceptados.
Estas conciencias- o mecanismos decisorios- se oponen con frecuencia a los verdaderos intereses de la persona que deben discernirse desde la conciencia en estado puro (nuestro yo esencial no contaminado)
LA SALUD EN EL NIVEL RELACIONAL
La cuarta dimensión en la que nos movemos es la social, y responde a nuestra condición de especie gregaria. Esta dimensión es importante contemplarla desde la perspectiva de renovar de forma permanente el sentimiento de seres comunitarios; y para ello, se debe considerar que el éxito de los demás es un escalón hacia el propio.
Justificar acciones malévolas por la existencia en la naturaleza de comportamientos altamente especializados es una falacia; y, convencerse de que obrar así responde a una "ley natural" cuestiona la evidencia científica.
El modelo de desarrollo económico actual debe potenciar un desarrollo individual de la personalidad y no tender a la igualación, lo realmente efectivo y necesario, además de competitivo, es la diferenciación construída sobre una base social o gregaria. El cambio hacia la sostenibilidad debe ir precedido de esta premisa.
Si consideramos la dimensión social como una parte de nuestra naturaleza, como algo que no podemos, ni debemos, desprendernos, evitaremos percibir a los demás como seres opuestos a nuestros intereses, y, desarrollaremos una actitud de comprensión y bienestar comunitario.
El nivel relacional gestiona nuestra comunicación de forma efectiva para crear y mantener relaciones vitalizantes.
Esto es importante, las relaciones deben ser vitalizantes; y para ello, una de las máximas del Desarrollo Personal basado en valores es la de sopesar nuestros niveles de asociación; a lo mejor estamos pasando demasiado tiempo con una persona que nos impide crecer, o demasiado poco con otro que nos potencia.
Las relaciones humanas son complejas y debemos aprender a gestionarlas. El 70% de nuestro tiempo lo pasamos comunicándonos y el objetivo de la counicación es crear y mantener relaciones; de modo que podemos decir que en las relacions está una de las claves más importantes del Desarrollo Personal.
Es a través del otro que nos conocemos a nosotros mismos; de modo que no hay que esperar a cambiar para relacionarse, sino que en el mismo proceso de la relación pueden existir cambios. Conviene conocer algunos tipos de relaciones que pueden estar perjudicándonos sin que lo sepamos, dos muy comunes son las:
**Entendemos por salud, la relación armónica y equilibrada entre los campos energéticos que forman el ser humano: físico, emocional, mental, relacional y espiritual.
**Dominar la salud y el bienestar implica equilibrar la carga y la descarga de energía. Se trata de aprender a regular la naturaleza de nuestra energía; si logramos gestionar nuestra energía tendremos una buena salud física.
**Celebrar el éxito de ajeno, de terceras personas que logran su objetivo después de emplear esfuerzos y tesón en su consecución.
**Aceptar a las personas, los objetos y los acontecimientos tal y como se presentan en la vida.
**Cultivar una conciencia de unidad, de integración del ser en un todo que trasciende, posibilita la aceptación de las cosas, las personas y los fenómenos.
De esta forma nuestro crecimiento estará basado en unos valores coherentes y que participa del crecimiento grupal que comparta los mismos valores. Hablamos mucho del liderazgo en valores, aquí tenemos una propuesta para primero liderar nuestra vida propia en valores y luego irradiarlos hacia el grupo o proyecto que tengamos que liderar.
Estas conciencias- o mecanismos decisorios- se oponen con frecuencia a los verdaderos intereses de la persona que deben discernirse desde la conciencia en estado puro (nuestro yo esencial no contaminado)
LA SALUD EN EL NIVEL RELACIONAL
La cuarta dimensión en la que nos movemos es la social, y responde a nuestra condición de especie gregaria. Esta dimensión es importante contemplarla desde la perspectiva de renovar de forma permanente el sentimiento de seres comunitarios; y para ello, se debe considerar que el éxito de los demás es un escalón hacia el propio.
En la naturaleza existen dos grandes grupos o formas de vida animal: la gregaria y la especializada. Los animales que desarrollan capacidades orgánicas altamente especializadas, como las serpientes- el olfato-, las águilas- garras y pico- o los tiburones- fauces, esqueleto gelatinoso-, pueden desarrollar una vida individual en cualquier ambiente; sin embargo, otras especies precisan de la interacción social para su supervivencia. Tal es el caso de los buitres leonados, las hormigas y el ser humano.
A la hora de la supervivencia en el mercado, un error muy común consiste en incorporar a los esquemas culturales simbologías de animales altamente especializados y utilizarlas como referencia de valor que orientan las "conductas sociales".
Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza; por lo que aplicar "la ley de la de la selva" en los negocios o en la vida no sólo no responde al interés colectivo, sino que genera movimientos de autodefensa crecientes. Ninguna organización o país crecerá sano y ningún dirigente estará seguro en su puesto, si en su conducta prevalece la depredación sobre la socialización.
El modelo de desarrollo económico actual debe potenciar un desarrollo individual de la personalidad y no tender a la igualación, lo realmente efectivo y necesario, además de competitivo, es la diferenciación construída sobre una base social o gregaria. El cambio hacia la sostenibilidad debe ir precedido de esta premisa.
Si consideramos la dimensión social como una parte de nuestra naturaleza, como algo que no podemos, ni debemos, desprendernos, evitaremos percibir a los demás como seres opuestos a nuestros intereses, y, desarrollaremos una actitud de comprensión y bienestar comunitario.
Esto es importante, las relaciones deben ser vitalizantes; y para ello, una de las máximas del Desarrollo Personal basado en valores es la de sopesar nuestros niveles de asociación; a lo mejor estamos pasando demasiado tiempo con una persona que nos impide crecer, o demasiado poco con otro que nos potencia.
Las relaciones humanas son complejas y debemos aprender a gestionarlas. El 70% de nuestro tiempo lo pasamos comunicándonos y el objetivo de la counicación es crear y mantener relaciones; de modo que podemos decir que en las relacions está una de las claves más importantes del Desarrollo Personal.
Es a través del otro que nos conocemos a nosotros mismos; de modo que no hay que esperar a cambiar para relacionarse, sino que en el mismo proceso de la relación pueden existir cambios. Conviene conocer algunos tipos de relaciones que pueden estar perjudicándonos sin que lo sepamos, dos muy comunes son las:
- paradójicas
- ausentes
**Entendemos por salud, la relación armónica y equilibrada entre los campos energéticos que forman el ser humano: físico, emocional, mental, relacional y espiritual.
**Dominar la salud y el bienestar implica equilibrar la carga y la descarga de energía. Se trata de aprender a regular la naturaleza de nuestra energía; si logramos gestionar nuestra energía tendremos una buena salud física.
**Celebrar el éxito de ajeno, de terceras personas que logran su objetivo después de emplear esfuerzos y tesón en su consecución.
**Aceptar a las personas, los objetos y los acontecimientos tal y como se presentan en la vida.
**Cultivar una conciencia de unidad, de integración del ser en un todo que trasciende, posibilita la aceptación de las cosas, las personas y los fenómenos.
De esta forma nuestro crecimiento estará basado en unos valores coherentes y que participa del crecimiento grupal que comparta los mismos valores. Hablamos mucho del liderazgo en valores, aquí tenemos una propuesta para primero liderar nuestra vida propia en valores y luego irradiarlos hacia el grupo o proyecto que tengamos que liderar.
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