¿SABEMOS LEER? ¿CUAL SON SUS SECRETOS?
EL ARTE DE LA LECTURA
El poeta Paul Valéry confesaba: " Casi todos los libros que estimo y absolutamente todos los que me han servido para algo son difíciles de leer". Opiniones tan autorizadas como éstas y otras muchas razones más nos mueven a preguntarnos:
** En relidad ¿sabemos leer?
** ¿Nos distraemos con otras cosas mientras leemos?
** ¿Olvidamos pronto lo que hemos leído?
** ¿Tardamos varios días, incluso semanas, en terminar de leer un libro?
** ¿Nos esforzamos mucho para comprender lo esencial?
** ¿Perdemos con frecuencia, el hilo de lo leído?
Nuestros defectos y dificultades como lectores no radican tan sólo en una publicidad equívoca, en la abundante creciente de libros y en la consiguiente mayor dificultad para adecuarlos a nuestros gustos, capacidades y necesidades personales, sino en que ya hoy no sabemos leer en su etimológico sentido de recoger, de cosechar; así por ejemplo, el rápido recorrido de los periódicos, la superficial contemplación de la televisión, y no digamos ya la irrupción de las Nuevas Tecnologías, que nos ofrece la posibilidad de pasar de una página web a otra, donde podemos encontrar publicadas tesis, estudios y en nuestra misma red, actualizada cada dos segundos con 20 posts nuevos, gracias a Dios que todos no son de nuestro interés.
De esta forma llegamos a la conclusión de que saber leer es el resultado de un proceso educativo, pero también la condición de todo ese desarrollo posterior, pues de nada sirve, como decíamos haber aprendido el mecanismo de la lectura si luego no se cultiva ésta hasta adquirir plenamente el hábito y el gusto por leer.
Leer constituye un arte y su secreto- que no es nada fácil- se va adquiriendo lenta y pacientemente. Un pedagogo actual, Provost, insiste en que leer es un arte cuyos secretos son los siguientes:
1º La atención y la concentración
2º La agilidad y la velocidad de la lectura, pero sin cansancio
3º La retención y el aprovechamiento del mensaje impreso
4ª El desarrollo de la capacidad espontánea de analizar las ideas y de captar siempre la más esencial
La lectura efectiva y auténtica implica una actividad mental intensa ya que supone una ocupación muy activa. Si hay todos estos "secretos" respecto al contenido o mensaje espiritual de la lectura, no se debe olvidar, desde el punto de vista físico y material, que la lectura posee también "su" higiene. Así, por ejemplo, mientras sea posible, es mejor leer con luz natural que con la luz artificial, se debe cuidar de que no de el sol sobre las páginas impresas, se ha de procurar también que la luz nos venga del lado izquierdo y que el texto, aunque varía según las personas- se halle a unos 20 o 30 cm. de los ojos o más bien, algo menos.
Acabar con una reseña acerca del grupo "no lectores". Se dice y con razón que conocer es amar, y la lectura se conoce mal o se desconoce; de ahí viene el que no se la estime o valore lo suficiente y el que se practique menos de cuanto sería deseable.
Los no lectores han existido siempre. Pero hoy son además un producto de la vida actual con sus constantes y nuevas diversiones, sus "tentaciones" multiplicadas, sus avasalladoras técnicas audiovisuales, las Nuevas Tecnologías, conducen unas y otras a un evidente desarraigo del libro.
En cuanto a nuestras cifras con las de Europa, en Inglaterra hay una perfecta correlación entre el tiempo libre y el hábito de la lectura, si bien se demuestra que los adultos que hoy leen eran niños acomodados económicamente y ya aficionados a leer desde sus primeros años. En Francia, pese a su alto nivel cultural, existe una mayoría pasiva a la que no le gusta leer y en Italia desciende todavía mas.
Hay quién han usado la lectura en algunos momentos excepcionales que, en casos límite puede situarse desde la prisión al hospital. Situaciones dos que no os deseo ni a ninguno de vosotros, lo del hospital a nadie y mira, lo de la prisión les va a venir bien a algunos para alejarse de la vida mundana por unos añitos (pero que se los compren ellos).
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