¿ES LA BELLEZA UN MITO? COMPRENDIENDO NUESTRA CORPORALIDAD (III)
MANEJO DE PROBLEMAS DE BELLEZA
Cuando hayas aprendido a querer tu cuerpo como un todo, te habrás reconciliado con los elementos generales de su aspecto que le preocupan. Aun así, quizá te sientas preocupado todavía por ciertos detalles, como creer, por ejemplo que tu rostro y tu cabello son poco atractivos. Quizá te preocupe que esos problemas se pongan continuamente de manifiesto y todo el mundo los detecte a primera vista.
Si no puedes aceptar ligeros defectos de belleza, como la calvicie o manchas en la piel, o la forma de ciertas características faciales (habitualmente la nariz, las orejas o la boca) hay varias formas de afrontar estos problemas, como por ejemplo:
· Sacarles partido.
· Atraer la atención hacia ellos.
· Ignorarlos.
· Ocultarlos.
· Alterarlos.
Obtener puntos de ventaja
Antes de convencerte de que tus características son un problema, piensa en si puedes sacarles partido. ¿Podrían unos cabellos canosos darle un aspecto distinguido o con estilo? ¿Transmite tu nariz ganchuda imágenes de mística oriental, intensificadas por unos ojos oscuros y una sonrisa suave?
Observa las imágenes de la gente ordinaria en revistas y periódicos para ver como usa la gente sus características en ventaja propia.
La cirugía estética se emplea ahora en mayor número de mujeres y hombres. La tecnología mejora constantemente y la gente que se somete a cirugía estética se siente cada vez menos estigmatizada.
No obstante, la gente se somete a ella cuando se siente tan desgraciada con su aspecto que le parece la única solución. De hecho, los psicólogos han descubierto que la cirugía no mejora los sentimientos de autoestima, a menos que uno se sienta interiormente más feliz como resultado de ello.
La ropa es una forma de identificarse con un cierto grupo, una especie de uniforme. Una niña pequeña se viste como un chico para que su hermano y sus amigos le dejen jugar con ellos.
Hábitos infantiles
Los psicólogos dicen que la influencia más poderosa sobre nuestra elección de ropa son los hábitos que adquirimos y mantuvimos desde la infancia. ¿Llevaste la ropa de tu hermano mayor? ¿Te castigaban cuando te manchabas la ropa?
El cuestionario de estas páginas te ayudara a identificar hábitos profundamente arraigados que quizá sigan afectando tu forma de elegir la ropa ahora. También puede ofrecerte una nueva comprensión acerca de cómo vistes a tus hijos y hasta qué punto difiere eso de la forma en que te vistieron a tí: ¿perpetúa las mismas pautas, estableces nuevas o permites mayor libertad a tus hijos?. Contesta ahora al cuestionario, antes de pasar a la sección siguiente.
· ¿Crees tener tu propio estilo de vestir?
Sí_____ No_____
· ¿Es un estilo que desarrollaste en su infancia?
Sí_____ No_____
· ¿De niño, te vistieron con ropas idénticas a sus hermanos o llevaste ropa de segunda mano?
Sí_____ No_____
· ¿Esperas hasta que alguien te induce a comprarte ropa nueva?
Sí_____ No_____
· ¿Te sientes seguro en cuanto al estilo de ropa que has elegido por tí mismo?
Sí_____ No_____
· ¿De niño, se te permitió elegir tu propia ropa?
Sí_____ No_____
· ¿Te visteS para complacerTe a si mismo o a otras personas?
A si mismo _______ A otras personas _______
· ¿Te preocupa lo que tu madre, hermano o hermana mayor puedan decir de tu ropa?
Sí_____ No_____
· ¿Se mostró tu madre y tu padre muy concreto en cuanto a vestirte con ropas específicas para ocasiones diferentes?
Sí_____ No_____
¿Tiene alguna ropa favorita? En tal caso, ¿cómo es y cómo te siente al respecto?
Sí_____ No_____
· Si tienes hijos, ¿los viste tal como te vistieron a usted de niño?
Sí_____ No_____
· ¿Tuvo de niño ropa favorita o que le disgustara más? En tal caso,.. ¿Cómo era?
Sí_____ No_____
Tu puntuacion
Este cuestionario no tiene preguntas correctas o incorrectas. Lo que debería demostrarTe es que existen fuertes vínculos entre la forma en que te vistieron de niño y tu actitud actual ante la ropa. Quizá descubras que en un momento determinado del pasado hiciste un esfuerzo consciente por cambiar tu estilo; piensa en por qué ocurrió eso. ¿Fue una reacción contra la forma en que te vistieron de niño?
¿Te sienteS más libre para expresar tu personalidad que cuando eras joven, o experimentas nuevas restricciones en lo que sientes acerca de cómo deberías vestir? Quizá el papel que representa como madre/padre o en su trabajo como abogado/a continúan dictando tu forma de vestir.
Cambiar tu imagen
Si no te sientes feliz con su guardarropa, pruébatela y piensa por qué no te gusta; quizá el color o la forma son incorrectas, quizá no se adapten a esta fase de tu vida, y hasta es posible que despierte recuerdos desagradables.
Intenta salvar lo que puedas realizando alteraciones o cambiando los accesorios. Si no puedes salvar nada, haz una lista del orden en que tienes la intención de desprenderte de cada pieza de ropa, lo que le ayudara a averiguar sus prioridades personales a la hora de elegir ropa nueva.
Luego, concédete seis meses para elegir un nuevo estilo. Para empezar, compra algunas piezas básicas con las que te sientas cómodos y seguro, que se adapten a tu personalidad y estilo de vida y que te sean útiles. Luego, compra una gama de artículos alrededor de esas piezas le sean útiles, de acuerdo a tu presupuesto económico
Cuando hayas aprendido a querer tu cuerpo como un todo, te habrás reconciliado con los elementos generales de su aspecto que le preocupan. Aun así, quizá te sientas preocupado todavía por ciertos detalles, como creer, por ejemplo que tu rostro y tu cabello son poco atractivos. Quizá te preocupe que esos problemas se pongan continuamente de manifiesto y todo el mundo los detecte a primera vista.
Si no puedes aceptar ligeros defectos de belleza, como la calvicie o manchas en la piel, o la forma de ciertas características faciales (habitualmente la nariz, las orejas o la boca) hay varias formas de afrontar estos problemas, como por ejemplo:
· Sacarles partido.
· Atraer la atención hacia ellos.
· Ignorarlos.
· Ocultarlos.
· Alterarlos.
Obtener puntos de ventaja
Antes de convencerte de que tus características son un problema, piensa en si puedes sacarles partido. ¿Podrían unos cabellos canosos darle un aspecto distinguido o con estilo? ¿Transmite tu nariz ganchuda imágenes de mística oriental, intensificadas por unos ojos oscuros y una sonrisa suave?
Observa las imágenes de la gente ordinaria en revistas y periódicos para ver como usa la gente sus características en ventaja propia.
Atraer la atención
Un poeta inglés contemporáneo, inicia siempre las conferencias públicas recitando un poema que atrae la atención hacia su labio leporino. Esa es su forma de afrontar su timidez y de aclarar el ambiente en previsión de la piedad y el ridículo de los demás.
Al elegir llamar la atención hacia el hueco existente entre sus dientes delanteros mediante una sonrisa, ofrece la sensación de quien se siente feliz y cómodo. Piensa en algo que puedas decir o hacer en una conversación con un extraño y que permita a ambos sentirse cómodos en relación con cualquier característica que te haga sentirse incómodo.
Mejor probar a hacerlo primero con un buen amigo, para asegurarte de que causa el efecto deseado.
La ignorancia puede ser una bendición
Si ignoras tu problema en particular, probablemente descubrirás que otras personas también lo ignoran y que eso no afecta a su capacidad para entablar amistad. Ignorar un problema supone mucha valentía.
Si eres constantemente consciente de un problema, probablemente creerás que otras personas también lo son. Pero descubrirás que una actitud relajada es contagiosa y que las cosas agradables de su rostro brillan a través del problema. A la gente le gusta usted por lo que eres, no por la forma de tu nariz.
El arte del disfraz
El cabello gris, la calvicie, los problemas de complexión y la forma de los rasgos faciales pueden disfrazarse fácilmente, gracias a la difusión en el uso de una amplia gama de productos de maquillaje, colores y pelucas.
Pero hay que abordar este tema con prudencia; en lugar de imaginar que producirán una transformación espectacular en tí permite que intensifiquen lo que la naturaleza le ha dado.
Quizá descubras que al elegir un nuevo estilo de cabello, por ejemplo, mejora tu aspecto, de modo que ya no se notan tanto como antes los detalles menos favorables. El cabello corto realza menos las canas; las orejas quedan cubiertas con cabellos más largos, y el cabello que cae sobre el rostro hace que la nariz parezca más pequeña. Busca consejo entre amigos de confianza y con un buen peluquero, antes de tomar una decisión.
Cambio de rostro
La cirugía estética se emplea ahora en mayor número de mujeres y hombres. La tecnología mejora constantemente y la gente que se somete a cirugía estética se siente cada vez menos estigmatizada.
No obstante, la gente se somete a ella cuando se siente tan desgraciada con su aspecto que le parece la única solución. De hecho, los psicólogos han descubierto que la cirugía no mejora los sentimientos de autoestima, a menos que uno se sienta interiormente más feliz como resultado de ello.
Eso se debe a que quizá no se reaccione a la imagen ideal que se lleva en la mente. Decidir someterse a cirugía estética no debería hacerse a la ligera, ya que supone una gran tensión física para su cuerpo y puede tener graves efectos secundarios físicos y psicológicos.
Antes de seguir adelante, hay que obtener tanta información como se pueda sobre la cirugía estética y sobre cirujanos fiables. El médico de cabecera podrá recomendarle fuentes de información, así como cirujanos que actúen en
tu zona.
VISTETE PARA TÍ MISMO
Tu forma de vestir es una afirmación ante el mundo de quién eres. La ropa transmite toda clase de información, sobre tu papel en la vida, sobre cómo se ve a sí mismo, y sobre su personalidad. ¿Te cubres o te muestras?¿Te realzas o te rebajas con tu forma de vestir? Quizá creas que te pones lo primero que encuentras, pero conocer las razones que hay incluso tras las elecciones apresuradas conduce a descubrimientos sobre tu personalidad.
Sírvase usted mismo
Sírvase usted mismo
Tu forma de vestir y de comportarte están estrechamente relacionadas: evidentemente, no se te ocurriría cuidar el jardín con esmoquin, o asistir en pijama a un Consejo de Administración. No obstante, cada uno de nosotros sigue pautas muy sutiles que influyen sobre lo que nos gusta, lo que
nos parece adecuado para ciertas ocasiones, lo que gastamos y la frecuencia con que nos compramos ropa nueva, y el énfasis que ponemos en la ropa como una forma de autoexpresión.
nos parece adecuado para ciertas ocasiones, lo que gastamos y la frecuencia con que nos compramos ropa nueva, y el énfasis que ponemos en la ropa como una forma de autoexpresión.
La ropa es una forma de identificarse con un cierto grupo, una especie de uniforme. Una niña pequeña se viste como un chico para que su hermano y sus amigos le dejen jugar con ellos.
Una estrella de rock y un estudiante de derecho se visten de modos diferentes, para poder ser identificados fácilmente con sus propios grupos. La ropa también es una marca de rebelión: los hippies y los rockeros punk se visten de una forma determinada para anunciar su rebelión, así como para mostrar solidaridad con otros rebeldes.
Tanto si te das cuenta como si no, también te vistes de acuerdo con lo que sientes sobre tí mismo. Así, alguien que se siente feo y poco querido, o al que le falta confianza en sí mismo, viste ropa poco atractiva, que no llame la atención, mientras que las personas seguras de sí mismas visten de forma atractiva.
Tanto si te das cuenta como si no, también te vistes de acuerdo con lo que sientes sobre tí mismo. Así, alguien que se siente feo y poco querido, o al que le falta confianza en sí mismo, viste ropa poco atractiva, que no llame la atención, mientras que las personas seguras de sí mismas visten de forma atractiva.
Ropas para la vida
¿Refleja tu ropa la persona que eres ahora? Quizás vistas todavía de modo poco atractivo, aunque te sientas más seguro de tí mismo y no te importe llamar la atención; o te sigue vistiendo como cuando eras un adolescente, a pesar de que ya tienes 30 años y responsabilidades en el trabajo y en casa. Si tu ropa no refleja tu estilo de vida, te sentirás incómodo con tu aspecto. Aprende cuando tu ropa no encaja en tu modo de vida y aprende a cambiarla,
Hábitos infantiles
Los psicólogos dicen que la influencia más poderosa sobre nuestra elección de ropa son los hábitos que adquirimos y mantuvimos desde la infancia. ¿Llevaste la ropa de tu hermano mayor? ¿Te castigaban cuando te manchabas la ropa?
El cuestionario de estas páginas te ayudara a identificar hábitos profundamente arraigados que quizá sigan afectando tu forma de elegir la ropa ahora. También puede ofrecerte una nueva comprensión acerca de cómo vistes a tus hijos y hasta qué punto difiere eso de la forma en que te vistieron a tí: ¿perpetúa las mismas pautas, estableces nuevas o permites mayor libertad a tus hijos?. Contesta ahora al cuestionario, antes de pasar a la sección siguiente.
· ¿Crees tener tu propio estilo de vestir?
Sí_____ No_____
· ¿Es un estilo que desarrollaste en su infancia?
Sí_____ No_____
· ¿De niño, te vistieron con ropas idénticas a sus hermanos o llevaste ropa de segunda mano?
Sí_____ No_____
· ¿Esperas hasta que alguien te induce a comprarte ropa nueva?
Sí_____ No_____
· ¿Te sientes seguro en cuanto al estilo de ropa que has elegido por tí mismo?
Sí_____ No_____
· ¿De niño, se te permitió elegir tu propia ropa?
Sí_____ No_____
· ¿Te visteS para complacerTe a si mismo o a otras personas?
A si mismo _______ A otras personas _______
· ¿Te preocupa lo que tu madre, hermano o hermana mayor puedan decir de tu ropa?
Sí_____ No_____
· ¿Se mostró tu madre y tu padre muy concreto en cuanto a vestirte con ropas específicas para ocasiones diferentes?
Sí_____ No_____
¿Tiene alguna ropa favorita? En tal caso, ¿cómo es y cómo te siente al respecto?
Sí_____ No_____
· Si tienes hijos, ¿los viste tal como te vistieron a usted de niño?
Sí_____ No_____
· ¿Tuvo de niño ropa favorita o que le disgustara más? En tal caso,.. ¿Cómo era?
Sí_____ No_____
Tu puntuacion
Este cuestionario no tiene preguntas correctas o incorrectas. Lo que debería demostrarTe es que existen fuertes vínculos entre la forma en que te vistieron de niño y tu actitud actual ante la ropa. Quizá descubras que en un momento determinado del pasado hiciste un esfuerzo consciente por cambiar tu estilo; piensa en por qué ocurrió eso. ¿Fue una reacción contra la forma en que te vistieron de niño?
¿Te sienteS más libre para expresar tu personalidad que cuando eras joven, o experimentas nuevas restricciones en lo que sientes acerca de cómo deberías vestir? Quizá el papel que representa como madre/padre o en su trabajo como abogado/a continúan dictando tu forma de vestir.
Cambiar tu imagen
Si no te sientes feliz con su guardarropa, pruébatela y piensa por qué no te gusta; quizá el color o la forma son incorrectas, quizá no se adapten a esta fase de tu vida, y hasta es posible que despierte recuerdos desagradables.
Intenta salvar lo que puedas realizando alteraciones o cambiando los accesorios. Si no puedes salvar nada, haz una lista del orden en que tienes la intención de desprenderte de cada pieza de ropa, lo que le ayudara a averiguar sus prioridades personales a la hora de elegir ropa nueva.
Luego, concédete seis meses para elegir un nuevo estilo. Para empezar, compra algunas piezas básicas con las que te sientas cómodos y seguro, que se adapten a tu personalidad y estilo de vida y que te sean útiles. Luego, compra una gama de artículos alrededor de esas piezas le sean útiles, de acuerdo a tu presupuesto económico
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