LA RELACIÓN CON NUESTRO PESO
¿TIENES UN PESO SANO?
Las mujeres se sienten especialmente inclinadas a hacerlo así porque el peso del cuerpo puede ser el factor principal que determina lo atractivas que se sientan. De lo que no se dan cuenta muchas mujeres es que las hormonas femeninas programan sus cuerpos para que tengan una proporción bastante elevada de grasa. El ideal de no tener grasa es antinatural y nocivo. La grasa debería representar del 15 al 20 por ciento del peso del cuerpo en un hombre adulto joven y sano, y del 20 al 25 en la mujer adulta y sana
Si pesas un 20 por ciento más de tu peso máximo ideal, se te clasifica como obesa. Mantenida a lo largo de un periodo de tiempo, la obesidad puede ser peligrosa, y se ha relacionado con aumento de la presión sanguínea, del nivel de colesterol, la apoplejía, el dolor de espalda y las venas varicosas.
¿DEBO SEGUIR UNA DIETA?
Lo que comes afecta a la totalidad de su cuerpo, incluida la piel y el cabello, y no solo el peso. Las personas que se privan para perder peso, también pueden estar privándose de nutrientes vitales. Si decides que necesitas perder peso, date tiempo para prepararte. Empieza por consultar con el médico de cabecera, que te aconseará un plan de ación sano. Si no deseas seguir solo/a una dieta hay grupos de apoyo que nacen de la misma Seguridad Social, que ofrecen motivación y control durante un programa estructurado.
Una nueva dieta puede convertirse fácilmente en algo obsesivo, de modo que no dejes que suceda eso. Encuentra otros objetivos importante en tu vida, como pasar más tiempo con tu familia o amigos o haz la reforma que tenías pensada para tu casa o garaje.
Luego, establece un objetivo a largo plazo, de varios meses, para perder peso; de ese modo porás avanzar con firmeza, sin dejarte alterar cuando tu pérdida de peo no sea consistente. No intentemos perder demasiado peso con excesiva rapidez; lo ideal es de uno a un kilo y medio semanal. Para lograr este objetivo es esencial comer equilibradamente.
De hecho, a menudo terminan pesando más, debido al efecto que tienen sobre el metabolismo las ditas bajas en calorías. Algunos expertos creeen que repetir este ciclo de pérdida de peso, seguido por nuevas ganancias, puede ser más nocivo para tu salud a largo plazo, que mantener un sobre peso constitucional. (vamos, el que la sabia madre Naturaleza nos dió)
Los científicos y psicólogos han descubierto que las personas que siguen una dieta con éxito pueden experimentar problemas para reajustarse a la forma nueva y más delgada de su cuerpo.
Resulta interesante descubrir que los errores de estimación parecen solo al cuerpo del indiviuo, ya que esas mujeres juzgaron con exactitud el tamaño del cuerpo de otras personas.
AMAR A LA NUEVA PERSONA
Sea cual fuera tu figura, es importante que la aprecies. Cuidar de tu cuerpo con un estilo de vida sano afectara a tu forma de sentirlo. Al empezar a ver los resultados de tu nuevo estilo de vida, quizá descubras que aprecias más su cuerpo y que aprendas a amarlo. Si sigues una dieta, desearas seguir cuidándolo una vez que hayas alcanzado el peso que te propusiste. Te sentirás orgulloso/a de lo logrado y tendrás ganas de enseñarlo.
Ten en cuenta que cuando hayas perdido peso, quizá necesites tiempo, así como tu familia y amigos, para acostumbrarse a la nueva persona, y el cambio afecta no solo a tu figura, sino incluso a las cosas que te gusta hacer. Lo más probable es que aumente mucho tu autoestima. No obstante asegurarse, con la intuición principalmente de que tus personas queridas no tengan la sensación de que eres una persona distinta: díles que has cambiado de peso, no de personalidad.
Anda, imagínate que te haces una superdieta, tu esforzado ejercicio y resulta que ¡HALA¡ NO TE GUSTAS, o tu novio/a te prefería más gordito/a, o empezais a no gustaros hacer las mismas cosas. Bueno y las madres...que son las que te animen a la superdieta-superejercicio- supercambio psicológico, te dice...hombre más delgado/ a estás, pero se te ha quedado una cara que se te notan todas las arrugas, claro, es que hay que elegir entre cara y culo (historias de la vida real)...entonces sacas el cuchilllo jamonero y acabas en psiquiatría detectandote algún trastorno. Sí, uno y bien grande que se llama HAMBRE.
EL CENTRO DE ATENCION DE LA VIDA de algunas personas es cuanto pesan y como controlar su peso.
Las mujeres se sienten especialmente inclinadas a hacerlo así porque el peso del cuerpo puede ser el factor principal que determina lo atractivas que se sientan. De lo que no se dan cuenta muchas mujeres es que las hormonas femeninas programan sus cuerpos para que tengan una proporción bastante elevada de grasa. El ideal de no tener grasa es antinatural y nocivo. La grasa debería representar del 15 al 20 por ciento del peso del cuerpo en un hombre adulto joven y sano, y del 20 al 25 en la mujer adulta y sana
Estas proporciones aumentan ligeramente con la edad. La grasa en la mujer no es nociva, siempre que no tenga clínicamente sobrepeso. Las mujeres corpulentas corren menos riesgos de sufrir problemas cardiacos que los hombres, y tener un sobrepeso suele ser más sano que no tenerlo.
Si pesas un 20 por ciento más de tu peso máximo ideal, se te clasifica como obesa. Mantenida a lo largo de un periodo de tiempo, la obesidad puede ser peligrosa, y se ha relacionado con aumento de la presión sanguínea, del nivel de colesterol, la apoplejía, el dolor de espalda y las venas varicosas.
¿DEBO SEGUIR UNA DIETA?
Piensa antes de tomar la decisión. La dieta altera el funcionamiento tanto de la mente como del cuerpo. ¿Necesitas realmente seguir una dieta? ¿Acaso tu volumen te hace sentirse enfermo o físicamente incomodo? Si no es así, vuelve a pensar. Supera la idea de que los sentimientos de los demás hacia tí giran alrededor de tu volumen y concéntrate en los puntos buenos: tu inteligencia o el hecho de ser un amigo leal Los nuevos intereses quizá te hagan sentirse menos insatisfecho con su cuerpo y disminuyan la urgencia de seguir una dieta.
Las revistas y la televisión están llenas de anuncios de productos dietéticos para lograr «resultados rápidos». Pero no funcionan y estimulan el seguimiento de repetidas e inútiles dietas. Quizá alcances tu peso objetivo, pero descubrirás que no puedes mantenerlo y te sentirás como un fracasado total.
Se ha descubierto la existencia de un vínculo emocional entre seguir esforzadamente una dieta durante el crecimiento y la aparición de problemas de control de peso más adelante. Si reprimes tu figura natural cuando eres joven, puedes tener dificultades para reconciliarse con ella una vez que madure tu cuerpo
Pero hay peligros todavía mayores. Las dietas difíciles de seguir y las que se mantienen durante muchos años pueden causar daños a largo plazo sobre tu metabolismo y la obsesión por la dieta puede aumentar hasta convertirse en un trastorno amanazador para la vida.Los médicos también han descubierto que la gente que sigue una dieta con regularidad es más proclive a la depresión. Eso puede reflejar el bajo nivel de autoestima que procede del hecho de seguir una dieta sin éxito, a lo que se añade la incomodidad original con su tamaño.
Pero hay peligros todavía mayores. Las dietas difíciles de seguir y las que se mantienen durante muchos años pueden causar daños a largo plazo sobre tu metabolismo y la obsesión por la dieta puede aumentar hasta convertirse en un trastorno amanazador para la vida.Los médicos también han descubierto que la gente que sigue una dieta con regularidad es más proclive a la depresión. Eso puede reflejar el bajo nivel de autoestima que procede del hecho de seguir una dieta sin éxito, a lo que se añade la incomodidad original con su tamaño.
UNA DIETA SANA
Lo que comes afecta a la totalidad de su cuerpo, incluida la piel y el cabello, y no solo el peso. Las personas que se privan para perder peso, también pueden estar privándose de nutrientes vitales. Si decides que necesitas perder peso, date tiempo para prepararte. Empieza por consultar con el médico de cabecera, que te aconseará un plan de ación sano. Si no deseas seguir solo/a una dieta hay grupos de apoyo que nacen de la misma Seguridad Social, que ofrecen motivación y control durante un programa estructurado.
Una nueva dieta puede convertirse fácilmente en algo obsesivo, de modo que no dejes que suceda eso. Encuentra otros objetivos importante en tu vida, como pasar más tiempo con tu familia o amigos o haz la reforma que tenías pensada para tu casa o garaje.
Luego, establece un objetivo a largo plazo, de varios meses, para perder peso; de ese modo porás avanzar con firmeza, sin dejarte alterar cuando tu pérdida de peo no sea consistente. No intentemos perder demasiado peso con excesiva rapidez; lo ideal es de uno a un kilo y medio semanal. Para lograr este objetivo es esencial comer equilibradamente.
CAMBIAR TU PESO
La mejor forma de lograr una reducción sana y permanente de peso es mediante cambios de vida que incluyan una reducción en el número de calorías ingeridas en su dieta y la introduccción de un programa regular de ejercicio.
La dieta que elijas debería ser una que pueda seguir toda su vida, y no una que abandones en cuanto hayas alcanzado el peso que te has propuesto. El control de peso a largo plazo es mucho más importante que una pérdida espectacular inicial. Muchas dietas regresan a sus hábitos anteriores de comer y hacer ejercicio una vez que la persona ha alcanzado el peso deseado, y de ese modo vuelven a aumentar de peso.
LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO
Idealmente, tu programa de ejercicios debía incluir una actividad vigorosa por lo menos tres veces a la semana. La actividad física quema calorías y aumenta el índice del metabolismo en reposo, el número de calorías que usa tu cuerpo en estado de descanso.
A medida que el cuerpo se ajusta gradualmente a una menor ingesta de alimentos en una dieta de calorías controladas, el metabolismo basal tiene a hacerse más lento y, por tanto, disminuye también el índice de pérdida de peso.
El ejercicio no solo aumenta el metabolismo basal, sino también la relación entre músculo y grasa. La actividad del metaboliso de la masa de tejido muscular de nuestro cuerpo quema más calorías que la del tejido graso, incluso en descanso, de modo que eso también ayuda a quemar más calorías. Debería elegir una forma de ejercicio que te guste y alimentos sanos que te agraden, ya que si esta premisa no se cumple no le será fácil perseverar una vez agotado el impulso inicial.
El ejercicio no solo aumenta el metabolismo basal, sino también la relación entre músculo y grasa. La actividad del metaboliso de la masa de tejido muscular de nuestro cuerpo quema más calorías que la del tejido graso, incluso en descanso, de modo que eso también ayuda a quemar más calorías. Debería elegir una forma de ejercicio que te guste y alimentos sanos que te agraden, ya que si esta premisa no se cumple no le será fácil perseverar una vez agotado el impulso inicial.
CAMBIAR LA PERCEPCIÓN
Los científicos y psicólogos han descubierto que las personas que siguen una dieta con éxito pueden experimentar problemas para reajustarse a la forma nueva y más delgada de su cuerpo.
Se ha comprobado la negativa inconsciente de las personas que perdieron peso recientemente: se les tomaron fotografías que se colocaron luego en un ingenio dotado de una lente capaz de distorsión.
Muchas personas, y particularmente las que habían perdido peso recientemente, tuvieron dificultades para ajustar exactamente correcta para la verdadera figura de su cuerpo.
Otros estudios han descubierto que las mujeres en particular se sienten con exceso de peso y creeen estar gordas, aunque no sea así. En una serie de experimentos, el 95 por ciento de las mujeres sobreestimaron el tamaño de su cuerpo en casi un 25 por ciento, y casi el 50 por ciento de ellas consideraron que menos de las cuatro partes principales del cuerpo ( típicamente las zonas con más grasa, la cintura y las caderas) era por lo menos un 50 por ciento más grande de lo que era en realidad.
AMAR A LA NUEVA PERSONA
Sea cual fuera tu figura, es importante que la aprecies. Cuidar de tu cuerpo con un estilo de vida sano afectara a tu forma de sentirlo. Al empezar a ver los resultados de tu nuevo estilo de vida, quizá descubras que aprecias más su cuerpo y que aprendas a amarlo. Si sigues una dieta, desearas seguir cuidándolo una vez que hayas alcanzado el peso que te propusiste. Te sentirás orgulloso/a de lo logrado y tendrás ganas de enseñarlo.
Ten en cuenta que cuando hayas perdido peso, quizá necesites tiempo, así como tu familia y amigos, para acostumbrarse a la nueva persona, y el cambio afecta no solo a tu figura, sino incluso a las cosas que te gusta hacer. Lo más probable es que aumente mucho tu autoestima. No obstante asegurarse, con la intuición principalmente de que tus personas queridas no tengan la sensación de que eres una persona distinta: díles que has cambiado de peso, no de personalidad.
Anda, imagínate que te haces una superdieta, tu esforzado ejercicio y resulta que ¡HALA¡ NO TE GUSTAS, o tu novio/a te prefería más gordito/a, o empezais a no gustaros hacer las mismas cosas. Bueno y las madres...que son las que te animen a la superdieta-superejercicio- supercambio psicológico, te dice...hombre más delgado/ a estás, pero se te ha quedado una cara que se te notan todas las arrugas, claro, es que hay que elegir entre cara y culo (historias de la vida real)...entonces sacas el cuchilllo jamonero y acabas en psiquiatría detectandote algún trastorno. Sí, uno y bien grande que se llama HAMBRE.
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