Codigos QR, ¿qué tienen que ver con el sexo seguro?
Domingo por la mañana, leyendo el periódico; un recuadro de formas extrañas nos llama la atención al lector, al lado de una noticia de su interés; cogemos nuestro smartphone y lo escaneamos y en muy pocos segundos comenzamos a ver la noticia.
Los teléfonos inteligentes se unen así a los rituales del día a día. El extraño dibujo- un código QR, a mí cuando me lo enseñaron se llamaba "bidi", puede encontrarse actualmente en múltiples soportes, tinta que se convierte en bits de información. Eso son los códigos de contenido abstracto que desde hace algún tiempo, como he comentado nos encontramos en el lugar menos esperado.
Para descifrar los secretos que guardan estos códigos solo se necesita un smartphone. Los teléfonos móviles de última generación son la herramienta que permiten escanear la realidad impresa sobre un papel y convertirla en una experiencia multimedia. Solamente hay que descargarse la aplicación que los traduce y hay muchas gratuítas.
Los códigos QR son capaces de abrir muchas puertas, principalmente las del conocimiento. Así lo entendió ya el Museo de Arte de Nueva York. Uno de los ejemplos más curiosos de estos códigos se han desarrollado en Estocolmo con ocasión de una campaña para promover el sexo seguro. Al parecer los jóvenes suecos están entre los europeos que menos usan los anticonceptivos, sobre todo en verano. La campaña llamada "Condom8", apostó por añadir un nuevo concepto a 50.000 condones. Aquellos que escaneaban los códigos que llevaban los envoltorios accedían a una aplicación con la que podían medir desde su teléfono móvil ciertos parámetros tales como el ritmo, el ruido y duración de sus prácticas sexuales; esto es lo que se, lo que no se es como se traducían esos datos en información para promover el sexo seguro. Buscando en Internet para los que están interesados, seguro que encuentran más información.
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