La eficacia puede aprenderse
La eficacia puede aprenderse
La eficacia debe aprenderse
Peter F. Drucker
La eficacia debe aprenderse
Peter F. Drucker
Existen cinco prácticas o habilidades que hay que adquirir para ser una persona eficaz.
Estas son:
- Gestionar el tiempo
- Colaborar con el resto del equipo y realizar aportaciones valiosas
- Potenciar tus puntos fuertes y hacerlos productivos
- Concentrar los esfuerzos en aquellas tareas que son más importantes para conseguir unos buenos resultados
- Tomar decisiones eficaces
La primera práctica, gestionar el tiempo y la cuarta práctica, concentrar sus esfuerzos en aquellas tareas que son más importantes, son los dos pilares en los que reposa la eficacia.
Pueden conseguirse recursos más amplios, excepto el del tiempo. El tiempo es el recurso más restrictivo, por lo que su gestión es básica para organizarse y trabajar bien. Para mejorar su eficacia debemos empezar a ver a qué dedicamos nuestro tiempo y después adoptar medidas para eliminar aquellas tareas que nos hacen perder el tiempo y el de los demás.
El segundo punto clave, es establecer preferencias y concentrarse en los trabajos con prioridades más altas, esta habilidad exige precisión y valentía. Lo vital para cumplir este punto es preguntarse que es lo que se exige de nuestro cargo y los resultados que se obtienen, y después como conseguir el compromiso de los demás para que nos ayuden a conseguir esos resultados.
¿Cómo conseguir esto?
En primer lugar aprovechando las cualidades y los puntos fuertes tanto nuestras como las de nuestros colaboradores, los subordinados e incluso lo jefes. Hay que tomar medidas para desarrollar nuestro y su talento; es necesario tomar decisiones sobre el personal basándose en sus cualidades, no en lo que no puede hacer.
La última práctica de la eficacia para una persona ejecutiva de una empresa y, quizás la más difícil es tomar decisiones. Los ejecutivos eficaces toman decisiones eficaces. La toma de decisiones tiene una técnica, exige la adopción de medidas específicas, como, por ejemplo, comprobar que haya definido el problema correctamente y establecer las especificaciones para una solución eficaz.
Ahora bien, estas decisiones, en altos cargos, suelen traer enfrentamientos, opiniones encontradas. Y las decisiones no son eficaces hasta que no se convierten en trabajo y hasta que no se realiza un seguimiento a través del examen de sus resultados.
Todas estas habilidades se desarrollan con la acción y mediante la práctica constante. A excepto de la "integridad", que es algo que tiene que ver "con la manera de ser de cada uno" las cinco habilidades de la eficacia solo pueden adquirirse a través de la voluntad y la constancia.
La eficacia puede aprenderse, la eficacia debe aprenderse
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