DOS POSTS PARA APRENDER A METERSE AL PÚBLICO EN EL BOLSILLO
En el post de hoy y en el de mañana hablaremos de herramientas para que la experiencia de hablar en público se convierta en algo positivo y valoraremos la perspectiva acerca de la importancia de las charlas de negocios y conoceremos técnicas que nos convertirán en mejores oradores; es más, estareis deseando de que os nombren para dar unos discursitos (el día de la boda de tu mejor amigo, las bodas de plata de tus padres...es broma...)
Ventajas del hablar en público
Una de las mejores maneras de convertir la experiencia de las conferencias en algo positivo consiste en considerar todas las ventajas de que disponemos:
VENTAJAS A FAVOR DEL ORADOR
-Sin duda, nosotros somos quienes mejor conocemos el tema de la conferencia.
-Si nos olvidamos de algo los oyentes ni se darán cuenta. No olvidemos que el público nunca supo lo que teníamos pensado decir en un principio.
-La mayoría de los oyentes se encuentran más a gusto sentados donde están, que de pie donde estamos nosotros. Por consiguiente, simpatizan y comprenden la situación..
-Por regla general, el público desea nuestro éxito. Están de nuestra parte y no en contra.
-Muchos de los conferenciantes desearían ser capaces de hacer lo que estamos haciendo. Por tanto, relajarse y disfrutar de la sensación de convertirse en una estrella
LOS TRES USOS DE LAS PALABRAS
Cuando una empresa necesita comunicarse con sus empleados para transmitirles un mensaje importante, el mejor modo de hacerlo es por vía oral, mediante conferencias públicas
Independientemente del tamaño de nuestra empresa o del auditorio al que nos enfrentamos, debemos aprender a comunicarnos de manera eficaz. Al ponerse en pie para tomar la palabra, nos convertimos automáticamente en una autoridad en la materia, y nuestro público desea escucharnos.
Las palabras empleadas pueden servir para:
-Informar: en ocasiones sólo queremos informar a nuestro público. Por ejemplo, puede que sólo queramos hablarle de algunas cifras de la producción de la semana anterior, o sobre los resultados de una reunión mantenida con un cliente importante
-Explicar: quizá el objetivo de la charla sea el de explicar brevemente un nuevo procedimiento a seguir. Por regla general las charlas explicativas también suelen proporcionar información.
-Persuadir: las conferencias persuasivas suelen ser las más complejas. Lo ideal es poner la información y la explicación al servicio de la persuasión
Si tenemos claro nuestro propósito, la conferencia resultará más fácil de preparar y de dar.
El consejo.- Muchos oradores creen que deben limitarse a presentar una información. En realidad, lo que quieren es que sus oyentes actúen a partir de esa información recibida, con lo que sus conferencias resultan verdaderamente persuasivas. El conocimiento del propósito de la conferencia resulta de gran importancia a la hora de ponerse en pie para tomar la palabra.
LAS CHARLAS PERSUASIVAS
Las conferencias persuasivas no suelen tener como objetivo el de cambiar el rumbo de la empresa, ni de convencer a los oyentes de la necesidad de participar en una batalla.
Sin embargo, la presentación puede ser determinante a la hora de obtener resultados.
Si bien con nuestras charlas no conseguiremos desgraciadamente que se acaben las guerras en el mundo, sí podemos provocar cambios importantes en nuestra empresa. Quizá se traduzcan en un programa de mejora de la calidad, en el lanzamiento de un nuevo producto al mercado, etc. , al ser los promotores del cambio, tenemos la oportunidad de:
-Destacar y ser recordado como el motor del nuevo rumbo de la empresa.
-Avanzar en nuestra carrera dentro del departamento o la empresa.
Es preciso ser eficaz a la hora de hablar acerca de cambios en la empresa ante las personas afectadas por los mismos.
SUPERAR EL MIEDO ESCÉNICO
¿Qué pasa por nuestra mente cuando pensamos en una conferencia pública?
Quizá nos acordamos de aquel incidente ocurrido durante nuestra infancia, cuando nos olvidamos de una de nuestras frases durante la representación escolar nuestras frases durante la representación escolar. O quizá nos acordemos de aquella otra conferencia durante la cual tuvimos la sensación de que cientos de ojos nos miraban fijamente.
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Este tipo de recuerdos basta para provocar escalofríos hasta en las personas más decididas. La mayoría de las personas reconocen que prefieren cualquier cosa antes que dar una conferencia.
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El miedo escénico es una sensación normal en cualquier persona que haya tenido que enfrentarse a un auditorio. Incluso los mejores actores lo sufren. El miedo escénico es un proceso de ansiedad que sienten la mayoría de las personas cuando deben ponerse en pie para hablar ante un grupo de oyentes.
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Según un antiguo dicho, "el que duda está perdido". Lo mismo se puede decir de cualquiera que deba hablar en público. Los que ascienden en sus empresas son aquellos que se desmarcan de sus compañeros de trabajo. A menudo esto significa que son capaces de dar un paso al frente y ofrecer un mensaje claro y contundente
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Si somos capaces de hablar con firmeza, no sólo atraeremos la atención del público sobre nuestro discurso, sino en gran parte sobre nosotros mismos también y ofreceremos la imagen de alguien preparado para el liderazgo.
Atención.- No hay que disparar antes de apuntar. Un discurso de éxito le hará destacar, pero un discurso fracaso le perjudicará. Hay que asegurarse de haber meditado bien el contenido del discurso antes de empezar a hablar.
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EL OBJETIVO: UNA CONFERENCIA MEMORABLE
En una ocasión, una persona cercana me comentó que la mayoría de las reuniones a las que asistía eran todas iguales. Los empleados se sentaban, escuchaban al orador durante unos minutos y luego empezaban a dormitar y a pensar en sus cosas. Parece algo de muy poca educación, hasta que se piensa en la cantidad de reuniones a las que hay que asistir al cabo del día y lo tremendamente aburrridos que suelen ser los oradores.
En la mayoría de casos nos hemos acostumbrado a aceptar que el nivel de las conferencias de negocios sea mediocre. Siempre nos decimos que, despues de todo, el tema no es nada apasionante. Sin embargo, de vez en cuando nos encontramos con un orador que es muy superior a la media. De repente nuestro nivel de exigencia aumenta y somos conscientes de las posibilidades reales de una conferencia de este tipo
SEIS REGLAS DE ORO PARA UN ORADOR EXIGENTE
2- Se tiene que parecer convencido de lo que se dice. Hay una gran cantidad de oradores que parece interesarse muy poco por el tema tratado
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3- Hay que ser uno mismo. No hay que interpretar un papel ni copiar las maneras de otros oradores. Nunca funciona.
4- La presentación debe ser personalizada. Debemos dejar translucir la personalidad de cada uno y poner nuestro sello particular en el discurso.
y poner nuestro sello particular en el discurso.
5- Hay que conectar con el público. La conferencia debe convertirse en un cara a cara para cada uno de los asistentes.
6- Se debe informar a los asistentes del motivo de su presencia allí y de por qué deberán escucharle. En caso contrario no lo harán.
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