DICIEMBRE, REFLEXIONES DE UN MES Y UN AÑO QUE SE VAN
Estamos ya en el ecuador de las fiestas. Tenemos que aceptar es que el mes de diciembre es un batiburrillo de emociones contradictorias , expectativas exageradas y agotamiento y que, a momentos, nuestro desespero es tan hondo que nos da miedo reconocerlo . En cambio, expresamos el estrés con lágrimas, rabietas, lamentándonos, gimiendo, atacando, sufriendo migrañas, comprando en exceso y pasándonos con la comida y la bebida durante tres semanas. De repente, el Ebenezer Scrooge de Dickens parece el personaje peor comprendido y más calumniado de la literatura. Entre los compañeros de trabajo, personas que están optimistas y animosas once meses al año, en diciembre es mejor no acercarse mucho por su mesa, ya que acabarás escuchando reniegos de todo tipo: "¿Las Navidades? ¡Bah!, menuda farsa..¿Querrán que con un trabajo de jornada completa en la oficina encuentre tiempo para celebrar la Navidad? , sin saber que se hacen eco de lo que pensamos todos los que tr