EL YOGA, UNA PRÁCTICA SALUDABLE/LA MECA DEL YOGA
El yoga aporta múltiples beneficios: fortalece músculos y huesos, retrasa el proceso de envejecimiento, aumenta la energía vital, favorece la flexibilidad y el equilibrio, contribuye al buen funcionamiento de los diferentes sistemas, mejora la concentración, la capacidad de razonamiento y el ánimo.
LA MECA DEL YOGA
En 1968, huyendo de la fama, los Beatles se retiraron a Rishikesh para meditar. Hoy ejecutivos y profesionales de todo el mundo peregrinan a esta ciudad peregrinan a esta ciudad india tras los pasos de sus gurús.
"Para el despertar del yo infinito, acudir por la mañana a la orilla del río, para el descubrimiento de la felicidad eterna, encuentra por la tarde en el parque". La frase podría ser sorprendente, pero en Parmath Niketan, el mayor "ashram" (centro de meditación y enseñanza induísta) de Rishikesh, no tiene nada de raro. En esta ciudad se encuentran todos los años, en el marco del Festival Internacional de Yoga, los yogis más famosos del planeta y sus discípulos. Una treinta de profesores indios, americanos, británicos, japoneses llegan para ofrecer cursos y conferencias a 3.000 "yogadictos", desde el alba hasta la puesta del sol, durante una semana"
Rishikesh, situada al borde del Ganges y a los pies del Himalaya, a 297 km. de Nueva Delhi, tiene hoy 100.000 habitantes y no se parece a la pequeña población que acogió, en 1968, a los Beatles o a la actriz Mia Farrow y a su hermana. Durante algunos meses, todos siguieron las enseñanzas del gurú Maharishi Mahesh Yogi, mientras les perseguían los fotógrafos. A través de la meditación, querían evitar los estragos de la fama y los excesos que le acompañan. Hoy, los trotamundos desaliñados han dejado paso a altos ejecutivos que intentan evitar las presiones de los accionistas.
En los últimos 45 años, Rishikesh se ha convertido en la capital mundial del yoga; el "ashram" Parmath Niketan, en un cotizado refugio espiritual; y el Festival de Yoga, que se celebra durante el mes de marzo, en la ocasión para que los desencantados del consumismo y los gimnasios occidentales puedan reimaginar su vida, cabeza abajo y con los dedos de los pies dirigidos hacia el cosmos. Y todo esto por el módico precio de 500 dólares, en un marco relativamente lujoso, con alojamiento y un menú de curry de verduras y zumo de jengibre tres veces al día, incluídos.
Separadas por el Ganghes, las dos orillas de Rishikesh se encuentran unidas por un puente colgante. A un lado se encuentra la ciudad profana, con sus hoteles, sus ruidosos "rickshaws" y los grupos de turistas que llegan para hacer trecking o rafting en las estribaciones de la cordillera más alta del planeta. En la otra orilla, reinan los "ashrams", refugios espirituales junto a los que, noche y día, plantan sus tenderetes vendedores de música religiosa, de libros de como triunfar en la vida y de colgantes realizados con semillas talladas o piedras semipreciosas. Aquí es donde los yoguis y sus discípulos regresan todos lo años, los siete primeros de marzo, para "reiniciar" su felicidad.
El camino hacia la felicidad. Los cursos de Gurmukh Kaur Khalsa imparte cada mañana parecen un espectáculo. La antigua coach de Madonna reúne bajo una carpa inmensa, cerca del río, a más de 100 personas. monjes tibetanos, directivos de Recursos Humanos, niños nepalíes, modelos ucranianas, anticuarios ingleses...siguen atentamente sus instrucciones. Al principio, con un ritmo trepidante, todo el mundo se agita para alejar la tensión. En el escenario, Gurushabd, marido de Gurmukh, muestra con precisión los movimientos que hay que seguir. Cada cierto tiempo, golpea un gong para cambiar de capítulo. El público está en las nubes; a los pies del Himalaya, sus gurús muestran el camino hacia la paz interior y la felicidad. Todos visten de blanco: los asistentes del festival llevan una túnica de lino, los demás un amplio pantalón y una camisa. La única nota de color la ponen los niños, que van en chándal, y los monjes con sus túnicas de color rojo y azafrán.
La escena de los seguidores se repite con Mooji. El gurú anglojamaicano narra frente a centenarios de discípulos como ha alcanzado la sabiduría: "Todos llegamos al yoga a causa de un dolor físico o psicológico- repite una y otra vez con una voz grave y suave-. Cada uno de nosotros debe superarlo y superarse a través de los ejercicio. Yoga significa unidad. Unámonos en un mundo apaciguado, en el que cada uno habrá realizado su propio viaje hacia los demás.
Casi como que me está entrando una envidia....
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