ABSENTISMO EMOCIONAL/ LA TERAPIA DE LA PALABARA


  

En la oficina, pero con la mente muy lejos de allí. El llamado absentismo emocional se ha agudizado con la crisis. La motivación resulta la clave para solucionarlo.

  El compromiso con la empresa se desvanece, las tareas se resienten y la baja productividad hace mella en los resultados de la empresa. Los expertos lo llaman absentismo emocional: "Las personas no realizan sus funciones con eficacia y pasan los días de trabajo haciendo lo mínimo posible- con perdón, calentando la silla- y con una actitud desilusionante con la empresa".

  El hecho de que el trabajador sí acuda al puesto de trabajo, aunque desmotivado, lo convierte en un fenómeno difícil de cuantificar, al contrario de los otros tipos de absentismo, su manifestación es de carácter puramente emocional, de de forma tanto consciente como segura por el trabajador.

  ¿Cómo se puede identificar la falta de compromiso con la empresa?; una especialista en servicios de transición profesional, con una experiencia de más de quince años, sabe bien como detectar a este tipo de de trabajador al que llaman "empleado zombie": está presente en cuerpo pero no en alma. Para ella, lo esencial es "observar y escuchar", analizar la relación del directivo con el empleado y el comportamiento del trabajador. "Notas un lenguaje diferente" apunta. El "voy a hacer algo porque tengo que hacerlo" viene a sustituír así "por que quiero hacerlo". Es la diferencia entre la obediencia y el compromiso.

  Con la crisis ha aumentado el número de "empleados zombie". Muchos directivos recuerdan cada día a su plantilla lo difícil que está el mercado y la suerte que tienen de tener trabajo, sin reparar en la fortuna que también  tiene la empresa de contar con ese empleado tan válido. El talento está, pues, encerrado y es muy posible que acabada la crisis, abandone la compañía tras una oportunidad mejor. "La empresa también  tiene que ofrecer algo, y eso pasa por tener un compromiso con la motivación".

  En la motivación está la clave para solucionar el problema. El manager tiene que detectar a ese empleado "zombie" y conseguir que vuelva a sentirse comprometido con la empresa. Es verdad que la plantilla también debe poner de su parte pero, en los tiempos que corren ¿no se le han pedido demasiados sacrificios?. Los empresarios tienen un poco gastado el botón de ON de la motivación. La parte de la empresa también cuenta y mucho.





LA MOTIVACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN
"Dirigir no es nada más que motivar a las personas en una determinada dirección"
Lee Iacocca
  Lee Iacocca, hijo de inmigrantes italianos, hizo una espectacular carrera empresarial en la Ford Motor Company hasta convertirse en presidente de la compañía, cargo del que fue desposeído algunos años más tarde po desaveniencias con Henry Ford. Pero Iacocca no tiró la toalla y, en tanto que director general de la Chrysler Corporation, logró convertir una empresa en quiebra en una compañía de prestigio mundial. Bibliografía: "Iacocca. Autografía de un triunfador", que batió records de venta en todo el mundo y "Hablando claro" en donde cuenta su peripecia personal y a la vez propone nuevas respuestas para un mundo empresarial en constante evolución, con planteamientos prácticos susceptibles de aportar soluciones". Editorial Grijalbo.



  No es una mera moda estimar que los recursos humanos son el capital más importante de una organización (o debería). No esperes conseguir lo mejor de tu gente si no la motivas adecuadamente. Pero realmente no existe lo que cabría denominar motivación externa: una persona solo se puede motivar internamente, es decir sólo existe la automotivación. Lo único que vale desde fuera es ayudar a cada persona a descubrir sus motivos. Presentárselos, sugerírselos, destacárselos.



  La gestión de la persona no es sencilla. Cada individuo es un mundo. Y su comportamiento suele escapar a los parámetros estructurales y a los reglamentos internos. La clave del rendimiento de una persona está, en primer lugar, en el contenido de su puesto de trabajo. Y, en segundo lugar, en la relación con su jefe; siendo éste más importante que el primero. Los estudios demuestran, que los trabajadores, debidamente motivados, alcanzaban el 80- 90% de su capacidad máxima. Sin motivación, les era suficiente rendir al 20-30% para mantener su puesto de trabajo.

   La zona intermedia es, por tanto, el área susceptible de motivación; el área de responsabilidad del jefe;  esta conclusión obliga a profundizar en el conocimiento de las claves del comportamiento humano. Se ha dicho, cínicamente, pero con razón, que construír los diez mil kilómetros de calzadas que nos dejaron los romanos fue sólo cosa de disponer de suficientes látigos y suficientes esclavos. Puede que entonces fuera cierto. La mano de obra era barata. Y sumisa, a la fuerza. Pero seguro que el rendimiento medio de los esclavos andaría no más arriba del quince o veinte por ciento de su capacidad: lo bastante para eludir el látigo del capataz. Hoy, felizmente, han desaparecido tanto el papel de esclavo como el de capataz. alguien cuya única función era vigilar que trabajaran ( lo malo es que algunos jefes todavía no se han enterado).






  Cuando alguien de tu equipo está absorto ante la pantalla o tecleando,no puedes estar seguro de si está trabajando o bajándose música o películas de Internet. El rendimiento máximo lo tiene quien compite en las Olimpiadas, quien juega una final. Porque tiene una motivación interna, personal. Dicho de otro modo, tu gente trabaja si quiere; si le interesa. Y es cosa tuya como jefe conseguir que le interese. Lo que está claro es que no podemos estar motivando continuamente a un empleado para que rinda hasta alcanzar sus objetivos, por lo que, nos va a salir más a cuenta, desarrollarles personalmente para que se automotiven; te costará más trabajo, pero si se lo logras hacer ver, la inversión será a largo plazo.






EL PODER DE LA PALABRA (Palabras que automotivan)
 Nuestro lenguaje se ha convertido en el "lenguaje de la carencia" porque hemos caído en el error de usar palabras que nos restan poder, que nos desaniman. El lenguaje mismo ha sido diseñado para definir cosas de acuerdo con lo que falta; con lo que no abunda. La sociedad misma está fundada según "el paradigma de la carencia". La falta de dinero, la falta de tiempo, la falta de amor han sido nuestra motivación para hacer las cosas. Las carencias han sido el motor de nuestras vidas.

  Nos levantamos temprano por la mañana, no a causa del dinero, sino a causa de la falta de dinero. Todos los anuncios publicitarios nos advierten de que nos falta algo. Uno de los falsos paradigmas de este planeta es la idea de que todo lo que necesitamos viene de fuera de nosotros. La verdad es que todo lo que necesitamos está ya dentro de nosotros.

PALABRAS QUE INCAPACITAN (llevan a la desmotivación)

DEBERÍA.
Cuando usamos la palabra "debería" limitamos o dificultamos nuestra capacidad de acción. Cuando decretamos que se debería hacer algo, inmediatamente se requiere un esfuerzo mucho mayor para hacer lo que nos proponemos. Se puede reemplazar la palabra debería por "podría". Decir "podría hacer algo" en vez de "debería hacer algo" nos libera.

ESPERA
Cuando usamos la palabra "espera" estamos deteniéndonos a nosotros o a alguien. Es como ponernos voluntariamente en una cola o esperar a que se ponga verde un semáforo, es importante que no entendamos estos momentos como la simple suspensión de nuestra actividad o nuestras intenciones, son ocasiones que nos ayudan a adoptar el ritmo vital directo que se nos había desincronizado, esperamos para que nuestro ritmo se sincronice con nosotros mismos de nuevo. Cuanto más rápido queremos ir en la vida, más obstáculos nos encontramos, no estamos fluyendo con el ritmo de la vida, que es perfecto. Así que cuando nos veamos a nostros diciéndonos "espera" en realidad es que nuestro ritmo se ha descompasado.

PERO
Cuando usamos en una frase la palabra "pero", ésta invalida lo dicho anteriormente. Es famosa la expresión: "Te quiero, pero..". Esta frase se expresa mejor si decimos: te quiero pero cuando te comportas así me enfadas. El objetivo real de la palabra pero es provocar miedo en el receptor. y, por otro lado, le juzga y le dice que ha cometido un error. "Pero", invalida lo dicho anteriormente, dándole una connotación negativa y cada uno, de acuerdo a su vocabulario debería encontrar una palabra que anule lo dicho anteriormente, sin que sea "pero"

INTENTAR
  Intentar algo no equivale a lograrlo, es sólo intentarlo; esta palabra presupone que fracasaremos. Conseguir algo es cesar de intentarlo y empezar a hacerlo. "No puedo", "No lo haré", es una expresión de excusa y culpa. No tiene lugar en un universo amistoso. Se puede reemplazar la palabra intentar por "poner en marcha" o "tener la intención"

NECESITAR
El verbo "necesitar" nos sustrae poder siempre que lo usamos. Nos roba la habilidad de crear. Siempre que usamos la palabra "necesitar" podemos identificar un miedo, nos impide tener. Decir que necesitamos algo es reconocer que no lo poseemos. Si describimos a alguien como un necesitado, nos imaginamos a una persona temerosa. La palabra "quiero" sirve para decir lo mismo y no tiene connotaciones negativas. Podemos reemplazar necesitar por la palabra "espero" (por ej: no "necesito ascender", "espero ascender"). Si empezamos a utilizar una palabra en vez de la otra nuestra vida se volverá menos carente, "necesitaremos" menos.





LOS PENSAMIENTOS DE TEMOR NOS RESTAN FUERZAS


  Se llama el interruptor del miedo. Con entrenamiento, podemos dar órdenes a nuestro cerebro de darle al interruptor cada vez que tengamos un pensamiento temeroso, entrenando esta técnica, los períodos en los que uno tiene miedo se espacian. "Tan pronto te des cuenta de que tienes un pensamiento temeroso, acaba con él".

  El miedo se basa en un sentimiento profundo de que somos incapaces o incompetentes. Los humanos hemos funcionado, durante mucho tiempo, con la falsa premisa de que hay algo mal en cada uno de nosotros. Una parte de nosotros siempre necesita algo urgentemente ¿Qué?
ADEMÁS EL MIEDO ES ABURRIDO

CINCO PUNTOS CLAVE PARA UNA VIDA SIN MIEDO
  • Entrenamos nuestra mente para reconocer el pensamiento erróneo "soy incompetente" (no seré capaz de manejar esa situación)
  • El temor es cualquier pensamiento que nos hace sentir mal. Nuestro cuerpo reconoce fácilmente el miedo. Se presenta bajo infinidad de disfraces
  • En el momento en que reconocemos el miedo, éste desaparece.
  • Ausencia de miedo no es igual a osadía o estupidez
  • El MIEDO ES ABURRIDO



  Esta técnica que he descrito está basada en el poder que las palabras tienen en nuestro cerebro, si usted quiere un equipo automotivado, tendrán que aprender a dejar de tener miedo de sus carencias y sus situaciones autolimitantes, por lo que confiarán más en el trabajo que están realizando y se sentirán más motivados por ellos mismos, sin que, usted como jefe o encargado tenga que estar perdiendo el tiempo basado en la vigilancia de que sus trabajadores son eficaces o no.

¿Cómo se aprende esto? No lograremos que de mañana a pasado estas técnicas funcionen, usted tendrá que guíar el proceso a través de creatividad. Hable con claridad en la reunión de equipo, consiga su aprobación y piensen entre todos cómo podrían empezar. (Por ej: en la próxima reunión estará prohibido decir NECESITO).Lo pueden poner en un post-it pegado en el ordenador para que vayan siendo conscientes del deber de automotivarse, para rendir más y mejor y obtener un bienestar a todos los niveles.

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