CLAVES PARA EVITAR EL RIESGO DE DESNUTRICIÓN EN PERSONAS MAYORES
Las personas mayores es uno de los principales colectivos que presentan desnutrición en España, debido principalmente a que su dieta puede ser, en ocasiones, algo monótona y con baja densidad de nutrientes, con un déficit en la ingesta de calcio, cinc, magnesio, hierro y vitaminas.
Y es que según datos recientes de un estudio recogido por Puente Real Servicios Residenciales para Mayores, el 25% de los españoles mayores de 80 años tiene riesgo de padecer desnutrición. Para evitar llegar a esta situación Gonzalo Hernández, Director Puente Real Servicios Residenciales para Mayores, nos ofrece las claves para la atención de este tipo de usuarios.
Detección de los principales indicadores de desnutrición en los ancianos
La dieta de los mayores puede ser monótona y con baja densidad de energía y un déficit en la ingesta de algunos nutrientes y vitaminas. Detectar a tiempo los principales síntomas es vital para el cuidado de un adulto mayor. La desnutrición puede implicar trastornos como infecciones, fracturas, déficit cognitivo, anemia y fragilidad de la piel.
Planificar cuidadosamente la alimentación en base a las necesidades de cada cliente
La alimentación de las personas mayores debe ser planificada teniendo en cuenta las necesidades de cada persona, en base a su edad, grado de actividad, patologías previas, gasto energético, etc. Esta planificación deben llevarla a cabo profesionales de la nutrición cualificados, dado el especial colectivo que estamos tratando.
Proporcionar a los profesionales de los centros la formación necesaria en nutrición
Facilitar formación a los profesionales del centro y contar con la opinión de un experto en materia de nutrición y alimentación, son claves para detectar pacientes en riesgo de desnutrición y malnutrición para establecer las medidas pertinentes para su resolución.
Dieta controlada
Al mismo tiempo, para tener la enfermedad bajo control, también se debe pautar un adecuado consumo de alimentos necesarios para el funcionamiento de los órganos vitales. Las reservas energéticas se gastan en busca de nutrientes y por ello es vital que los mayores estén acompañados en las comidas y que haya un control de todos los alimentos que ingieren.
Llevar a cabo un plan de seguimiento de los cuidados y tratamientos nutricionales
Desde el centro es imprescindible que se lleven a cabo seguimientos y controles en la evolución del paciente desnutrido. Es importante que se realice un registro de los diagnósticos de los usuarios con desnutrición relacionada con la enfermedad, así como de las intervenciones realizadas para revertirla.
FUNDACION Y EDAD Y VIDA PRESENTAN SU GUÍA DE ALIMENTACIÓN PARA LAS PERSONAS MAYORES
La Fundación Edad&Vida presenta su Guía de alimentación y nutrición para las personas mayores, una publicación dirigida a las personas mayores sanas que pretende servir de ayuda y orientación para seguir una dieta adecuada que ayude a vivir más y especialmente a vivir mejor, con mayor calidad de vida y independencia funcional.
Para ello aporta consejos prácticos y recomendaciones que tienen en cuenta, además de la edad en sí misma, las patologías de mayor prevalencia que pueden también condicionar las necesidades nutricionales de los mayores. Además, en su redacción se ha huido de tecnicismos para convertirla en una guía de consulta de fácil lectura y comprensión por el usuario final.
La guía ha sido testada por un grupo de personas mayores, con el apoyo de Fatec, y en cada apartado se realizan recomendaciones específicas claras y concretas para que el mayor entienda las variaciones que debería hacer.
La Dra. Pilar Riobó, Jefe Asociado del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Jiménez Díaz, y el Dr. José Antonio Serra, Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón, fueron los encargados de presentar oficialmente esta guía en el IV Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida.
Ambos insistieron durante su presentación en que “nunca es tarde para adoptar hábitos de vida saludable”, ya que existen multitud de estudios que evidencian que alimentarse bien, no sólo mejora la calidad de vida, sea cual sea la edad de la persona, sino que incluso alarga la vida. Además, pusieron énfasis en remarcar que “la alimentación de los mayores puede y debe ser una actividad placentera, que, además, no sólo puede reducir considerablemente el riesgo de padecer muchas enfermedades, sino que también ayuda a controlar mejor muchas enfermedades crónicas e incluso, enlentencer su progresión”.
Y es que alimentarse adecuadamente es algo que va más allá de ser una actividad más o menos placentera: es un requisito para vivir más años, para vivirlos mejor y para disminuir la posibilidad de aparecer determinadas enfermedades y discapacidades. Una alimentación adecuada, unos hábitos dietéticos saludables, reducen el riesgo de enfermedades cardiacas, accidente cerebrovascular, diabetes, osteoporosis, anemia y algunos tipos de cáncer
La Guía de alimentación y nutrición para las personas mayores puede descargarse gratuitamente en formato pdf en la web de la Fundación Edad&Vida.
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