COMO SUPRIMIR LA FATIGA DE LOS LUNES

  
Cansancio, malestar corporal o tensión muscular son los principales síntomas de la fatiga de los lunes ¿Cómo superarla? La clave reside en el fín de semana. Durante ese tiempo no se deben hacer ejercicios físicos fuertes, ni demasiadas horas de sueño y, sobre todo, hay que evitar los excesos gastronómicos. Una alimentación sana que comienza por un desayuno copioso que incluya la fruta, es la mejor fórmula.

   La fatiga de los lunes es un fenómeno típico de nuestra civilización. Después de dos días de supuesto descanso, las personas se reincorporarán a la actividad laboral con una enorme desgana, un tono vital en su punto más bajo e incluso manifiestan síntomas de malestar y fuerte cansancio. Parece una gran paradoja: tras los días de ocio, nuestro organismo, no sólo no se recupera, sino que, además, se siente aún más agotado.

  Los principales síntomas de la fatiga de los lunes son físicos y también psíquicos, diferentes en cada caso, pero con unas características comunes. A la apatía, el desinterés, se agregan la sensación de estómago bloqueado, la tensión muscular e incluso sensaciones dolorosas difusas por todo el cuerpo.




   Los problemas estomacales no mejoran la situación, sino que la agravan. Una estadística reciente detallaba los malos hábitos de los españoles acerca del desayuno. Si los datos se centran en la primera jornada de la semana se observa que la mayor parte de los ciudadanos prescinden de forma casi total de los desayunos de los lunes. El mantenimiento del organismo tras largas horas de ayuno se convierte, casi, en un puro milagro.

    El fín de semana representa, en efecto, una total modificación sobre el equilibrio de la jornada en los ritmos laborales. No importa el tipo de dedicación que se lleve a cabo. Para algunas personas significa el estrés del todo por hacer: gestiones bancarias, la compra semanal del hipermercado, la convivencia constante con los niños traviesos, la limpieza general de la vivienda...Otras, por el contrario, dedican los días festivos a un ejercicio físico para el que no se preparan convenientemente. Y aquellas que pueden permitirse el lujo de no hacer absolutamente nada durante el sábado y el domingo experimentan el choque del excesivo contraste con la actividad desenfrenada que reemprenden los lunes.




    La ruptura del equilibrio se acentúa si, por añadidura, las secuelas de la semana laboral se dejan sentir. Fatiga acumulada, descanso insuficiente o alimentación poco armónica constituyen otros tantos factores que pueden provocar en el fín de semana una sensación de auténtico agotamiento físico. Agregar a estos supuestos elementos compensatorios durante los festivos (suculentas comida, extensos horarios dedicados al sueño) no resuelven gran cosa. 

UN FIN DE SEMANA EQUILIBRADO

  Pero, sin duda, los errores más comunes de los días de ocio los constituyen la alimentación inadecuada y el ejercicio físico intenso.  




  En cuanto al ejercicio físico violento, la tentación se pone de manifiesto sobre todo en las personas que durante la semana llevan a cabo una actividad muy sedentaria. Es frecuente el caso del/a profesional que permanece sentado ante una mesa mañana y tarde en las jornadas laborables y que para el fín de semana reserva  la hora de tenis, intentando compensar con un esfuerzo desmesurado la carencia de movimientos. 

   En primer lugar hay que actuar sobre el programa que se pretende, La actividad, sea cual sea, ha de estar repartida en el tiempo. Resulta particularmente interesante el aprovechamiento del "reloj biológico". 




  El más racional horario de descanso, a destinar al almuerzo-reposo, podría situarse entre las 2 y las 5 de la tarde, Finalmente desde las 5 en adelante cabría desarrollar un verdadero programa de tiempo libre, según los deseos de cada uno.






  El punto fuerte del plan del fín de semana destinado a la recuperación- y como consecuencia, el que evita la fatiga de los lunes- reside en la alimentación. La nutrición adecuada debe mantenerse todo el tiempo, pero los sábados y los domingos resultará más sencillo seguir los principios del equilibrio, De lunes a viernes se tiene menos tiempo y las comidas se suelen tomar con prisas. Muchos lo hacen en el comedor de la empresa, el restaurante de la esquina o la cafetería de platos combinados, y los niños, en el comedor escolar.

  Durante el sábado y el domingo la aportación nutritiva estará constituida por un desayuno fuerte, integrado por un jugo de frutas al despertar, una serie de platos ricos en proteínas o hidratos de carbono una o dos horas más tarde y una cena relativamente adelantada en el tiempo, a complementar con un aporte de alimentos fáciles de digerir a última hora de la noche.


EVITAR LOS AGOBIOS
El brunch americano es una fórmula perfecta que se adapta a la perfección a esta propuesta. Consiste, sencillamente en realizar una sola comida fuerte al día, hacia las 12 del mediodía, compuesta por todo tipo de platos, salados y dulces.



  Este sistema favorece el equilibrio y, sobre todo, hace posible una más racional distribución del tiempo.
  Al margen de la alimentación, la actividad del fín de semana debe respetar los mismos principios del equilibrio. A evitar, absolutamente los agobios de todo tipo. No es fácil, pero tampoco imposible, repartir a lo largo de las jornadas laborales, cierto tipo de gestiones y trabajos que acostumbramos a desplazar al sábado.

  Por fín el lunes se convierte en la fecha decisiva para conseguir un buen tono físico. La angustia de la vuelta al trabajo es quizás , el componente más difícil de modificar, puesto que la perspectiva de enfrentarse a una situación poco grata sólo puede variarse con un ejercicio mental muy desarrollado. Otros factores, sin embargo son mejorables más sencillamente. La calidad del sueño en la noche del domingo al lunes puede ser decisiva. Para favorecerla nada más que acostarse relativamente pronto, evitar el cansancio de última hora (regreso de una excursión, ejercicio físico violento, tensión de conducir un vehículo y evitar ingerir alimentos excitantes). Un vaso de leche endulzado con miel es un remedio tradicional cuyos efectos beneficiosos sobre el descanso están justificados en principios químicos. La leche contiene elementos sedantes que potencian su actividad con el calor. De ahí la costumbre de tomarla caliente para favorecer el sueño.

    ¿Cómo levantarse con buen pie los lunes e iniciar una jornada al menos tan activa como la de otro día cualquiera de la semana? Lo más recomendable consiste en poner en práctica tres consejos: realizar unos cuantos ejercicios físicos de estiramiento y respiratorios, tomar un vaso de jugo de naranja recién exprimido y programar, algunos minutos más tarde un desayuno a base de productos sanos y completos como pan integral, algo de fruta fresca, frutos secos oleaginosos (no más de 10) y todo tipo de derivados lácteos, a ser posibles descremados



Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IMPORTANCIA DE SABER VESTIR EN TODO TIPO DE ACTOS

UN REGALO PARA EL DÍA DE LA MUJER. TATUAJES DE HADAS PARA MUJERES SOÑADORAS Y MÁGICAS.

ANALISIS DE LOS TIPOS DE TEJIDO DE LAS PRENDAS DE VESTIR