DIETA UNISEX
Algunas de las mejores terapias de adelgazamiento existentes funcionan sobre la base de adelgazar en grupo. Y un grupo empieza por dos personas. ¿Por qué no aprovechar la ayuda de tu pareja para adelgazar a dúo?
Los kilos nunca vienen solos. Por uno u otro motivo, van comiendo el terreno y e instalan de una manera peligrosamente progresiva, en las caderas y en el estómago. También es cierto que la vida en común suele iniciarse en una etapa de cambio generalizados.
A cualquiera de nosotros, el trabajo en una oficina nos suele proporcionar ocasiones múltiples de tomar copitas con los compañeros, establecer el hábito del aperitivo y, desde luego, comer fuera de casa cuando el tiempo no alcanza para desplazarse al mediodía. Y la vida social. si no se establece algún control, nos proporciona una capita de grasa a la altura de cintura, estómago, muslos y cadera. Esto sucede en ambos sexos ya que a los hombres, por su diferente anatomía, el problema igual no está en los pantalones sino en los botones de la camisa. El trabajo, los amigos, la tele..por eso y por todo lo demás se ha dejado de hacer deporte.
Y si antes comíais despreocupada y felizmente de todo, sin prejuicios de sibaritismo, la edad nos va haciendo amantes de los placeres de la buena mesa. Los menús familiares empiezan a ser más seleccionados, más opíparos..y más ricos en calorías. Uno llega a esta etapa en la cual tal y como reza el proverbio americano "las mejores cosas de la vida son ilegales, inmorales o engordan".
Ha llegado el momento de tomar una decisión. Al fín y al cabo, algún día es el día D ¿Por qué no ahora, cuando ambos podeis disfrutar, además de salud, de un cuerpo estéticamente agradable?. Hay que dejar de compadecerse delante del espejo y preguntaros el uno al otro ¿nos gustamos el uno al otro así? Aunque os de igual veros gordos, habrá que pensar en la salud.
Ha llegado el momento de hacer un esfuerzo. Un esfuerzo en común, aunque.. a las mujeres siempre nos toca tomar la iniciativa; la fuerza de la opinión femenina es básica para los asuntos prácticos. Igual que tu pareja te pide consejo para comprarse una camisa, es mejor que le recuerdes también que no hay que comer cinco raciones de calamares fritos cuando se sale de copas, o que está bien comer pan, pero con moderación. Las mujeres, por herencia cultural, también estamos más versadas en asuntos de estética le puedes recordar sutilmente que no hay nada que más engorde que una camisa estrecha y plantear seriamente: VAMOS A CAMBIAR NUESTRA FORMA DE COMER.
Plantearse una nueva dietética no es una empresa de dos días. Va para largo. Necesita mucha información, una vigilancia constante y fuerza de voluntad. Y la fuerza de voluntad no se va desarrollando sola. Si es una tarea compartida, será mucho más fácil. La cuestión es: ¿no estaríamos más sanos, más contentos y más guapos si comiéramos de otro modo?
Actualmente la tendencia es conseguir una buena asociación entre la buena cocina y los buenos sabores. Una cocina "ligera" para el estómago y para la báscula y tanto más refinada y sabrosa que la tradicional cocina familiar, los platos regionales- con todo el respeto a la comida tradicional-
Hay que aplicarse a innovar, experimentar y saber reconocer el auténtico valor nutritivo y calórico de los menús. Al mismo tiempo que os iniciais en una nueva forma de comer, podeís refinar vuestro paladar con el sabor de los alimentos preparados sin excesivos adimentos. Es todo un plan de vida para programar a dos.
No os voy a indicar recetas, ya que en Internet, poniendo comida ligera, o comida de 1500 calorías, o..., van a salir un montón de resultados y muy variados.
Para terminar podeis aplicar un método en boga en los EEUU. Es ideal para adelgazar a dúo. Se trata de llevar un diario alimenticio. La primera etapa consiste en que cada uno apunte lo que ha comido en el día: como, cuanto y a qué hora. Esto permite pasar a la segunda fase: controlar las situaciones que estimulan tu apetito, sea delante o antes de acostarte. Para regularlo, se impone comer siempre en el mismo sitio y en ningún otro lugar (por ej. en la cocina, dónde es menor la posibilidad de tener televisión). En la tercera etapa se hacen ejercicios para aprender a comer despacio y relajadamente. Finalmente se intentan cambiar las actitudes ante los alimentos. En lugar de decir: "Me gusta el dulce y no puedo pasar sin él", dirás: " Basta, en vez de comer un pastel ¿por qué no nos vamos de paseo?.
Si lo tomais como un juego serio os subirá la moral y rebajará el apetito.
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