¿LA FELICIDAD ES UNA DECISIÓN? LA TEORÍA DEL DESAPEGO
Somos un conglomerado de automatismos andantes; entender a nuestro robot interior es el primer paso para poder actuar sobre la determinación de ser felicesTras una charla sobre felicidad, una señora de unos 75 años explicó:"Yo soy feliz hace unos meses murió mi hija", algunos pensarían: !Que valiente fue haciendo esa confesión!, otros: "Qué poco quería a su hija". Pero con la descripción de su vivencia quería transmitir algo muy diferente: que la vida es así y lo aceptaba. Esa mujer se encontraba en un nivel que nos cuesta alcanzar a la mayoría de los humanos.
Muchos sabios, entre ellos el lama Soyal Rimpoché, afirma que ser feliz es un a decisión. Si es cuestión de decidirse ¿por qué, entonces, no somos felices?. Aunque sea una tarea difícil, hemos de ver que hay un hueco para el optimismo, si no vemos esa rendija, es totalmente imposible tomar la decisión de ser felices. Mucha gente no ve ese espacio, y en estos casos la felicidad no es una decisión porque la persona ni siquiera ve que hay un hueco entre lo que pasa y cómo se siente. Está ciega.
DECISIONES O AUTOMATISMOS
" Convertirse en espectador de la propia vida es escapar del sufrimiento de la vida"
Oscar Wilde (El retrato de Dorian Gray)
Somos un conflomerado de automatismos andantes. Leemos un libro de autoayuda, vemos un resquicio de luz, decidimos ser felices, al día siguiente nos levantamos y nuestro piloto automático pasa completamente de nuestra decisión. Vamos al jefe y nos ponemos, como siempre, de mal humor.
El famoso aforismo. "Conócete a tí mismo", inscrito en el templo de Apolo, podríamos cambiarlo por "Conocer a tu robot", Deberíamos tratar de observar nuestros automatismos, Tanto nuestras acciones como nuestros pensamientos automáticos. Sólo observarlos, al observar nos volvemos conscientes de nosotros mismos, más lúcidos y el cambio viene de forma natural. Esto se llama autoobservación : "Observar lo que está ocurriendo dentro y fuera de tí como si le estuviera ocurriendo a otra persona". Nuestro problema es que siempre vamos con prisas, y las prisas y la autoobsevación no forman una combinación armónica. Podemos empezar a observarnos mientras lavamos los platos y acabar haciéndolo cuando distcutimos con alguien. Observemos qué piensa y que hace nuestro robot, primero en situaciones caseras, y vayamos paso a paso. Poco a poco cambiaremos la reacción de nuestro robot por nuestra propia acción, Seremos nosotros quienes llevemos el timón.
CONVERCERNOS
"En esta vida tan corta ¿es tan importante esta desgracia que le está ocurriendo?
Rafael Santandreu
Nuestros pensamientos son casi como nuestros reflejos. Nos dicen algo y acude a nuestra mente un pensamiento rápidamente. No decidimos los que vamos a pensar. No solo las conductas y los pensamientos son reflejos, sino también nuestras emociones. Nos lanzan un comentario que no queremos oír y al instante aparece el malestar, sin que nuestra conciencia le de permiso para entrar.
En muchas ocasiones, esas emociones nos pueden parecer carente de lógica, pero siguen viniendo. Joseph Le Doux ha hallado las bases fisiológicas que explican el motivo. En sus investigaciones ha mostrado como las vías que van desde la parte encargada de las emociones (amígdala) a la zona responsable del pensamiento racional (córtex) son muchas más las vías que circulan en sentido contrario: esto es, de la razón a las emociones.
Por eso, aunque conscientemente decidamos racionalmente ser felices, no es tan fácil, porque tenemos que desprogramar la parte emocional del autómata que llevamos dentro. La atoobservación puede ser aquí otra vez nuestro gran alíado.
RELATIVIZAR
La felicidad es una decisión, si no somos felices es sencillamente porque no queremos. ¿Cuál es la clave? El desapego. No podemos ser felices si pensamos que nuestra felicidad depende de estar con determinada persona, de tener ese empleo de...; estamos muy mal programados y, aunque sea muy duro debemos desapegarnos de todas esas ilusiones.
Es difícil llegar al desapego completo; primero deberíamos y entender mucho a nuestro robot programado, pero sí que estaría bien que empezáramos a restarle importancia a todo.
Si todo es tan importante: El trabajo es muy importante, las notas de nuestros hijos son importantes, nuestro aspecto es muy importante...con lo cual las últimas palabras de este artículo es HAY QUE SER MÁS PASOTAS (interpretándolo correctamente)
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