EL TALENTO ARTÍSTICO Y EL DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA
Si hablamos de talento artístico, siempre esperamos asociarlo a las bellas artes: la pintura, la danza, la fotografía, la música y la escultura entre otras. Sin embargo, el talento artístico escapa a esos límites y la mayoría de nosotros no lo encontramos cuando lo vemos. Podemos verlo en la actuación de un atleta, saborearlo en los platos de un gran chef y escucharlo en las palabras de un líder consumado.
El talento artístico implica experiencia, concentración y control, porque las personas que lo poseen muestran dominio de lo que hacen; al mismo tiempo implica creatividad, espontaneidad e imaginación, porque las personas que lo poseen generan resultados, productos y actuaciones originales , y a menudo, sorprendentes, que superan y cuestionan el "status quo".
La creencia común es que la creatividad es una cualidad misteriosa que sólo la pueden poseer un reducido grupo de personas superdotadas.
EL TALENTO ARTÍSTICO EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL
El talento artístico de los pintores, los escultores, los músicos, los bailarines y los diseñadores guarda un gran parecido artístico con el de los médicos, los directivos y los profesionales extraordinarios; no es casualidad que los profesionales se refieran a menudo al "arte"de la enseñanza o la dirección utilizan el término artista para los excepcionalmente expertos en el tratamiento de situaciones de incertidumbre, singularidad y el conflicto.
Por lo tanto, si hacemos caso a lo anterior, el talento artístico se hace posible a través de un tipo de interacción especial que se establece entre el profesional y la situación en que encuentra.
Al igual que el artista, el estratega de empresa tiene la oportunidad de definir a dónde quiere ir y cual es el mejor modo de llegar ahí; sin embargo una respuesta artística a difíciles situaciones no es el único camino posible. Al igual que un pintor al decidir empezar una obra tiene dos caminos.
- Comprar un kit de pintura por números y seguir las instrucciones
- La segunda es comprar un lienzo y confiar únicamente en sus conocimientos sobre el color, el contenido, la composición, el estilo y la técnica para crear una imagen única que surja de sus intereses y motivaciones
Un estratega puede elegir lo mismo, utilizar un enfoque existente o crear e implementar uno original. El primer enfoque hace avanzar siguiendo un conjunto de instrucciones predeterminadas; aunque puede tratarse de una tarea técnicamente difícil, no es artística. El segundo enfoque constituye un esfuerzo por utilizar las capacidades y las intenciones personales, tanto para generar el resultado como para encontrar el modo de obtener con los materiales y los recursos disponibles, Los profesionales que adoptan este enfoque suelen descubrir que sus ideas iniciales sobre los resultados deben ser revisadas a medida que se desarrolla la acción. Esta voluntad y esta flexibilidad constituyen la base de la acción artística.
Cuando nos enfrentamos a un problema potencialmente artístico, como el diseño y la implementación de una estrategia, resulta tentador seguir la primera ruta; por ej: encontrar el caso de una persona que afrontó una situación familiar y copia lo que hizo detalladamente; pero a medida que se avanza, las situaciones raras veces coinciden a la perfección con la historia, los eventos rara vez se desarrollan del modo previsto y el profesional se encuentra con la incertidumbre, ambiguedad y el riesgo que esperaba poder eludir.
Para tener éxito en la alternativa artística a la acción como estratega o en cualquier otro papel, los profesionales deben desarrollar un conjunto de capacidades que les permita trabajar eficazmente con las complejidades, la vaguedad, la incertidumbre y las sorpresas inevitables. Podemos clasificar estas categorías en dos:
- El dominio; tener dominio significa significa que tenemos experiencia una precisión controlada sobre lo que hacemos. La práctica profesional, la implicación, la concentración, la repetición, la atención y la capacidad de respuesta conducen a la hábil y aparentemente natural actuación que diferencia la actividad que se domina a la que no.
- La originalidad: Surge de la apertura, la novedad, la flexibilidad, la creatividad y la sorpresa; buscar las sorpresas en vez de evitarlas permite a los profesionales encontrar lo que es único de las situaciones a las que se enfrentan; la originalidad es el camino hacia la innovación y la reinvención, así como el combustible del progreso.
En las organizaciones:
- Lograr el dominio significa tener la capacidad de "explotar" las ideas de éxito
- Ser original implica tener la capacidad de "explorar" para generar nuevas ideas
Entre la tensión entre estas dos capacidades surge porque el éxito engendra compromiso con los enfoques, la tecnología, las instalaciones y el personal actuales, mientras, al mismo tiempo, las presiones de la competencia actúan para estimular la innovación y la exploración. Aquéllos que se preocupan por la presión de la competencia impulsan estrategias que destacan la innovación (exploración), a pesar de los riesgos que conlleva, mientras los que quieren mantener o aumentar el rendimiento actual impulsan estrategias que explotan lo que actualmente les va bien.
Debido a los límites de tiempo, atención y recursos hacen que una estrategia que persiga la exploración (originalidad), como la explotación parezca inviable.
Con lo cual tenemos dos líneas de actuación cruzadas que generan un conflicto, en la mayoría de los casos se prefiere actuar anulando la exploración ya que están instaurados en el sofá de la zona cómoda que ha funcionado en el pasado.
El desarrollo de las habilidades que generan esta tensión contribuye el núcleo fundamental del talento artístico. Una integración con éxito implica encontrar el modo de mantener un equilibrio dinámico entre dominio y originalidad en la práctica. Esto se puede lograr mediante un sistema compuesto por tres conocimientos; el talento artístico no se desarrolla estando sentado en un sofá, sino mediante la participación en una disciplina; actuar nos permite generar conocimientos a lo largo del tiempo.
El conocimiento lo vamos a diferenciar en tres categorías diferentes:
1) Conocimiento Experiencial:
Este conocimiento viene directamente de la acción. En términos artísticos, se consigue mediante la participación activa en un medio o disciplina, ya sea la planificación estratégica, la gestión, la cocina o la enseñanza. Practicar y practicar otorgan al profesional la capacidad de utilizar una habilidad con precisión, fiabilidad y sutileza.
2) Conocimiento Conceptual:
Este conocimiento se extrae de la experiencia. Los ejemplos incluyen, teorías, modelos mentales, esquemas, categorías, mapas, reglas generales y fórmulas. Rara vez tienen un sentido para los inexpertos (que no conocen el conocimiento experiencial). Son conocimientos complejos e intentan captar tanta experiencia como pueden. Es útil para la práctica artística cuando se convierte en guía para la percepción y la aplicación de la habilidad.Por ej: edito un manual sobre el aprendizaje motor o sobre un modelo de negocio, etc,
3) Conocimiento Direccional:
El aprendizaje en cada categoría de conocimiento es un elemento crítico en el desarrollo del talento artístico. Las conexiones que un profesional puede establecer entre categorías completan el proceso de aprendizaje, éstas conexiones deben fluír tanto "hacia abajo", para mejorar el dominio, como "hacia arriba" para mejorar la originalidad.
- Trabajar hacia abajo suele ser el camino de aprendizaje más común de entre los dos; implica el conocimiento disponible en las tres categorías. Todos lo hacemos cuando nos abrimos a través de programas universitarios, realizamos prácticas profesionales, adquirimos experiencia en lo que hacemos.El objetivo consiste en desarrollar un contenido fértil encada categoría de conocimiento y establecer las conexiones correctas. Es el esfuerzo que los sistema educativos tradicionales intentan respaldar.
- Trabajar hacia arriba, supone trabajar con originalidad, partimos de nociones de dominio, es el aspecto más difícil de una práctica artística. Nos aleja de la ortodoxia, liberamos nuestra percepción y podemos volver a mirar de nuevo; nos volvemos a cuestionar el modo en qué estructuramos y organizamos nuestra experiencia para crear el conocimiento conceptual, y empezar de nuevo. El artista vuelve a dejar de tener control sobre sus actuaciones e intentar mejorar, perfeccionar o transformar la práctica actual
CONCLUSIONES
Debemos preguntarnos. ¿queremos seguir la estrategia como un arte? ¿Tenemos situaciones a las que nos enfrentamos llenas de incertidumbre, sorpresas y complejidad? . Entonces somos empresas candidatas para la práctica artística, en caso de que nuestra elección se incline a este lado de la balanza.
Los resultados exitosos de las iniciativas artísticas son las actuaciones memorables, los productos radicalmente innovadores y los avances revolucionarios en el pensamiento que muestran las cualidades que asociamos al arte. Para un profesionales con inclinaciones artísticas, las recompensas del talento artístico proceden, también de los esfuerzos realizados en la generación de esos resultados eficaces y singularmente personales (en el proceso de creación).
El talento artístico se experimenta en la realización, así como en los muchos resultados y las creaciones producidas y, para muchos, esa intensidad y ese progreso son las verdaderas recompensas
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