¿CUAL ES EL ÉXITO DE UN PROCESO DE INNOVACIÓN EXITOSO?
El mayor desafío para las empresas que plantea la innovación, no es la falta de ideas, sino, más bien, su gestión eficaz para que produzcan el rendimiento esperado de las inversiones, tanto financieras como en concepto de tiempo y de recursos humanos. La mayoría de los intentos de innovación no generan la suficiente recuperación del capital invertido, es decir, al dinero en efectivo que se consigue en el período de tiempo previsto
La innovación,sea del tipo que sea, no siempre genera efectivo y, rara vez, lo produce de forma inmediata. Cabe la posibilidad de que transcurra un largo período de tiempo entre el momento en que se realiza la inversión en innovación hasta que se consigue el retorno en efectivo. Este intervalo puede hacer que las empresas y sus directivos se pongan nerviosos ¿Existe la posibilidad de que nunca llegue esa recuperación?
Con inversiones de otro tipo (especialmente en activos tangibles), las empresas pueden, a menudo, calcular su retorno de efectivo con mayor seguridad.
Con lo cual el primer desafío para los directivos que presenta la innovación es conseguir la recuperación del capital invertido mediante toda la gestión del proceso de innovación y bajo la supervisión de que el retorno pueda llegar rápida y directamente, pero también sabiendo que puede tardar, ser más incierto de lo que parecía o venir de manera indirecta, a través de otros productos y servicios del ecosistema de la empresa.
Para lograr esta recuperación del capital invertido, las empresas deben gestionar el proceso de innovación de una manera global y disciplinada, decidiendo cuidadosamente cuánto van a invertir y dónde lo van a hacer. Tienen que obrar con inteligencia a la hora de elegir el modelo empresarial de innovación que van a poner en marcha y deben alinear y orientar deliberadamente, sus organizaciones con miras a la obtención de la recuperación del capital invertido.
También deben aceptar que la innovación- en mayor medida que otras estrategias empresariales-implica alto riesgo, que puede ser de tres tipos:
- Técnico. Que el producto presenta fallos técnicos
- Operativo. Por lo tanto no pueda comercializarse
- Mercado. El producto no es aceptado por el mercado
Una empresa debe tratar de comprender el riesgo, analizarlo, evaluarlo y aprender a gestionarlo. En un estudio realizado en abril de 2006, participaron 1070 ejecutivos de todos los grandes sectores de 63 países que respondieron a 19 preguntas. El resultado final fue que el 48% de los encuestados declaró sentirse descontentos con la recuperación del capital invertido que se obtenía en materia de innovación, y se ofreció un interesante abanico de razones para explicar esa insatisfacción. Los argumentos más repetidos fueron:
- Exageramos el cálculo de beneficio de un nuevo producto
- No hemos establecido satisfactoriamente una métrica del rendimiento, que considerase como factores financieros tanto los elementos de primera línea como soporte
- Nos dedicamos a demasiadas cosas al mismo tiempo y no las podemos ejecutar todas
- No contamos con las personas adecuadas ni con la capacidad necesaria dentro de la empresa
- Nuestro ritmo de comercialización es demasiado lento
- Nuestro equipo de ventas se centra en el negocio tradicional
- Los altos ejecutivos no destinan parte del presupuesto a nuevo productos porque son demasiado arriesgados
- La innovación no es una prioridad para el consejo de administración
- Estamos bloqueados mentalmente
Todas estas quejas tienen que ver con la gestión, la capacidad, la métrica, la actitud, la toma de decisiones y el liderazgo. Sólo un pequeño porcentaje de los encuestados respondió que su problema con la innovación se debía a la falta de ideas y esto es revelador, porque cuando hablamos de innovación, siempre nos referimos a la falta de ideas, es decir, con los métodos prácticos para generarlas, con la importancia de la creatividad y con el papel de la invención.
Sin embargo, las ideas, a pesar de su importancia, no son más que una parte de la cuestión. La creatividad no es sinónimo de invención: ni la buenas ideas, ni siquiera las excelentes, garantizan la recuperación del capital invertido. La innovación es un proceso global que implica el desarrollo de las ideas con el objetivo de conseguir una recuperación del capital invertido, y comprende tres frases, cada una de las cuales tiene un resultado diferente.
- Generación de ideas (el resultado es una idea)
- Comercialización (autorización por parte de la dirección para que se materialice la idea propuesta en una oferta concreta que e pueda lanzar al mercado)
- Realización (lanzamiento al mercado del producto o servicio y finaliza cuando éstos concluyen su ciclo vital)
El desafío más importante para los innovadores es la fase de comercialización. En esta etapa es cuando la compañía debe evaluar el potencial de retorno de las ideas con las que cuenta y determinar el nivel de inversión adecuada para cada idea, elegir el modelo empresarial de innovación que va adoptar para desarrollar y elaborar el producto, encontrar el modo de organizarse para innovar y conseguir una recuperación del capital invertido.
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